Tenían suerte de estar cerca de varios restaurantes de comida rápida, el problema era elegir cual les causaría menos daño, aunque ese pequeño momento les hizo notar que no conocían tanto sobre el otro, es decir ¿en verdad le gustaría la misma comida? O pasarían de un lugar a otro quejándose de la porquería grasienta que servían, sin embargo no fue tan difícil tal vez porque estaban algo nerviosos pero se decidieron por una simple cafetería que resultó ser la que Tweek había tratado de sugerir en sus sonidos guturales sin sentido. El lugar era simple y limpio, eso le bastaba a Craig para al menos poder sentarse y poner sus manos sobre la mesa, pero el diseño tan viejo que tenían era insoportable, nisiquiera era tan antiguo para considerarlo retro o vintage, sólo era fuera de tendencia y aburrido. Tomaron lugar en una mesa pequeña para dos de ese tipo que tiene los sillones con el clásico forro rojo de cuero te deja el trasero sudado en días calurosos, por el espacio dejaron sus maletas debajo de la mesa y apenas podían encontrar lugar para sus pies, sobre todo Craig y sus piernas largas que debía mover con cuidado para no golpear la mesa por debajo, con las rodillas. Parecía el sitio menos indicado pero estaban bastante comodos por la poca gente cerca a ellos y que podían ver directo a la cocina para asegurarse de que no le escupieran a su comida.
-Entonces...- Craig hablo primero, en una forma prolongada como si esperar a que el otro continuará la frase.
-aaah... yo...- Tweek vacilaba para responder.
-Hola bienvenidos ¿que les traigo?- apareció un joven rubio de aspecto infantil, lo más acertado sería que estaría cercano a su edad, pero parecía muy joven para trabajar.
El mesero llegaba en el momento justo o ¿menos oportuno? Como fuera, ya estaba ahí y en verdad ambos tenían hambre, pedir comida era una buena forma de saber más sobre alguien, puedes esperar muchas cosas por la manera en que se alimenta, pero también puede ser penoso pedir la hamburguesa más enferma y obscenamente deliciosa que tengan, cosa que hizo Tweek con su nada inesperado vaso gigante de café negro, Craig trato de ocultar su expresión de asco al escuchar toda la porquería que llevaba esa monstruosidad carnívora, el sólo pidió una orden mediana de papas con paprika sin sal y una botella de agua mineral. El empleado tomó la orden y fue a dejarla a la ventanilla de la cocina para que la prepararan.
-Por un momento creí que pedirias agua manantial de los Alpes- dijo en tono bajo como una burla personal, por un momento sintió que estaban en una situación tan casual como siempre.
-¿perdón?- el pelinegro se echó atrás y arquero la ceja.
-... nada...- Desvío la mirada.
-bueno no fui yo quien pidió a medio corral en dos panes ¿verdad?-
No dijeron nada por unos segundos, luego ambos dejaron escapar su risa a carcajadas, en algún momento el chiste había dejado de ser gracioso pero continuaban riendo sólo por los nervios de estar juntos, a partir de ese beso, la relación que habían llevado de simples conversaciones y chistes bobos ya no podría reducirse a eso, a quedar en la tontería que escucharon porque ahora se convertiría en algún recuerdo tierno que sin importar lo que pasara en el futuro, iban a mantenerlo en la memoria como algo agradable.
El mesero volvió con las bebidas ya que era lo más rápido de servir, las puso sobre la mesa y volvió a su cansado trabajo.
-Bueno... ¿puedo preguntar algo?- Abrió la botella.
-ss...si... claro-
-¿eres gay?-
-nggg... eh... carajo que directo... bueno yo... yo no lo sé... supongo- comenzó hablar de prisa, mordisqueba el labio inferior y temblaba un poco. -no... tal vez, un poco... No creo que se pueda... ah... uff es algo difícil yo creo que apenas me doy cuenta así que... Si-
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Tiempo de pose: diez rounds
FanficTodos los días Tweek Tweak, un boxeador amateur y Craig Tucker, aspirante a estilista, se encuentran en la parada del bus luego de terminar sus actividades. un término empleado en ambos contextos crea una peculiar conversación que enreda todo entre...