Capítulo 13

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Capítulo 13.

Culpa tuya. Parte 1.

Derek Cooper.

Un mes.

¡Un maldito mes y esa bruja aún no se larga de mi casa!

–¿Cuándo se irá?

–Cuando terminemos de investigar. Siento que cada vez estamos más cerca.

–¿De qué? –Pregunte con molestia.

¿De qué tú y esa chica tengan relaciones?

–De llegar al fondo de todo esto. Del accidente que me dejó así –Señaló a su rostro.

Suspiro con fuerza.

–Juro que, si no terminan pronto y ella se larga, yo mismo me encargo de matar a todos los que estuvieron el día de tu accidente.

–Ni lo pienses, idiota.

Aprieto la mandíbula y me acerco a donde está sentado.

Acerco mi rostro al suyo y susurro.

–¿Me dijiste idiota?

–¿Qué? ¿No escuchaste? ¿Necesitas que te lo repita?

Si él pudiera ver, estoy seguro de que en ese momento habría rodado los ojos.

–Adelante, llámame de nuevo así –Hable cerca de sus labios.

Estos se veían rojos y suaves, una voz en mi susurraba con fuerza "Bésalo".

–Si te mueves un centímetro más, te mato.

–Aguafiestas. Haz que se largue pronto o me encargaré de no alejarme de ti ni un centímetro. Tú decides.

A regañadientes me alejé de él y me dirigí a la salida de la habitación.

–Vendré a verte más tarde

Él no contestó, pero pude notar que soltó un suspiro cansado.

Salí de la habitación en dirección a la oficina, donde había negocios que debía verificar.

*****

–De acuerdo, enviaré sus estudios cuanto antes. ¿Está seguro de que es posible?

Esperé que la voz detrás del teléfono respondiera.

Un "Sí" salió de su boca. Y solo con esa palabra sentí un alivio recorrer mi cuerpo.

–Me aseguraré de que esté preparado. Usted solo debe preocuparse por realizar la operación.

Con una sonrisa en los labios me despedí y corté la llamada.

–¿Buenas noticias?

Me gire a ver a mi loco hermano que acababa de entrar al despacho.

–Las mejores –Sonreí –. Me he contactado con el doctor James Reynols de Londres.

–¿Reynols? –Contestó sin creerlo –. ¿El Reynols ganador del Medical High el premio más importante en medicina?

–Ese mismo. Hablé con él sobre la condición de Nathan. Acepto ver sus estudios para realizar la cirugía.

–¡¿Es enserio?! No sé cómo logras hacer que todos hagan lo que tú quieres. Me sorprendes, hermano.

–¿Qué puedo decir? –Alardee.

–¿Ya se lo dijiste a Nathan? Estoy seguro de que se pondrá feliz al escucharlo.

–Aún no. Quiero que por ahora sea un secreto, no quiero siquiera que se lo digas a Grayson. Podría arruinarlo.

–No te preocupes, no diré nada.

Asentí y ambos nos quedamos en silencio por unos minutos.

–¿Qué tal lo llevas? –Su pregunta me sorprendió.

–¿El qué?

–Los celos.

–¿Celos? –Fruncí el ceño confundido.

–¿No? Creí que ver a Eva tan cerca de Nathan los sacaría a flote.

–¿Celoso yo? –Reí sin gracia–. Para nada. Es solo que no soporto a esa chica. No soporto tenerla en mi casa. Ya sabes, es normal odiar que un desconocido esté en tu zona.

–Si, claro. Seguro es eso.

–¿Seguro es eso?

–Por dios, Derek. He visto como le miras.

–¿Cómo le miro? –Lo pensé–. Con odio, claro.

–No sé si eres idiota o te haces.

Le dirigí una mirada seria y rodó los ojos.

–¿Puedes ser honesto, aunque sea una vez en tu vida?

–Lo estoy siendo.

–No.

–Si.

–No.

–No.

–Si.

Él tardó un segundo en darse cuenta de su error.

–¿Lo ves?

–No cuenta –Bufó–. Hablo enserio, Derek. Has hecho todas esas cosas por él. Sí recupera la vista, ¿Crees que se quedará?

–Lo obligaré a quedarse.

–¿Podrás vivir con eso? ¿Manteniendo encerrada a la persona que quieres? Aunque no sienta lo mismo por ti.

No dije nada.

Un leve "Mierda" se escuchó fuera de la oficina, seguido de unos leves pasos caminar con rapidez.

–Eso fue...

Apreté la mandíbula con furia.

–Esa maldita bruja. Vamos, hay algo de lo que debo encargarme. 

El Tormento de NathanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora