Sus ojos estaban encantados.
Su reina era... más hermosa de lo que pensaba.
De inmediato frunció su ceño ante sus pensamientos.
No le gustaba que una persona lo descontrolara de tal forma. Él debía ser temido y respetado. Debía ser visto como alguien sin sentimientos. No por nada había estado entrenando durante 800 años. Sacudió levemente su cara; quitando su sonrojo y poniendo una cara por completo fría.
No se dejaría impresionar, ni nada similar, por esa chica humana.
La pelirrosa solo lo observó. Estaba lo suficientemente enojada como para ignorar al dichoso rey temido de los vampiros. Volteó su vista a una ventana cubierta por una cortina. Había una fila de ventanas largas y un poco anchas, todas cubiertas por cortinas de color vino. Cada una estaba separada por lo menos dos metros. No entendía por qué un castillo de vampiros tenía tantas ventanas por las cuales fácilmente entra la luz solar.
Exhaló aire por sus fosas nasales; siendo esta una clara muestra de su enojo. Iba a pasar de lado al hombre de metro noventa, pero no la dejó pasar. La tomó de su brazo cuando pasó a su lado. Su agarre le causaba un poco de dolor debido a sus heridas y la fuerza de él.
—¿A dónde crees que vas?
Su voz la hizo estremecerse un poco. Era ronca. Aunque no sabía la razón por la cual la hacía sentir extraña. Literalmente, todos en ese mundo de locos tienen la voz ronca y profunda. Naruto, el tigre, Itachi, Sasuke y hasta podría decir que Kawaki.
La chica volteó a ver de reojo al rey. Su ceño nunca cambió, pero su mirada se volvió una retadora.
—A buscar la forma de salir de este maldito lugar. No pienso quedarme con ustedes y deshacerme de mi sueño.
La chica intentó soltarse del agarre de Sasuke, pero el chico aplicaba algo de fuerza para impedir eso. Sakura comenzó a arder de ira. Necesitaba escaparse, pero no sabía como. Pensó en fingir ser lastimada por su agarre, aunque no sabía si funcionaría.
Bueno, ante un cerebro en blanco, la mancha negra e inútil siempre lo colorea.
—¡Ugh!— Exclamó con fuerza mientras cerraba sus ojos fingiendo dolor.
Para sorpresa de Sakura, Sasuke la soltó de inmediato. Utilizó esa oportunidad y se acercó a la cortina. Para su suerte, el pasillo era angosto, por lo que solo tuvo que estirar su brazo para tomar la tela. Sin dudar, la Haruno arrancó dicho material; dejando que toda la luz del sol entrara. Sasuke retrocedió al ver como el pasillo era inundado por la mayor debilidad de los vampiros. Frunció su ceño y miró a Sakura con furia.
—¿No crees que es un poco tonto el colocar tantas ventanas en un castillo donde viven vampiros? Digo, ¿no es una gran desventaja para ustedes?— Dijo mientras meneaba de un lado a otro la cortina con desinterés.
Sasuke no dijo nada. Itachi, por el contrario, soltó una gran carcajada. El príncipe salió del cuarto y se colocó al lado de su hermano. La diferencia de altura era notoria. Itachi medía 1.75 mientras que Sasuke 1.90. El parecido físico era indiscutible. Ambos de cabello y ojos negros. Piel blanca y orejas puntiagudas. Incluso sus rasgos eran similares.
"Aunque los de Sasuke eran más afilados y atractivos."
¡Joder Sakura, no!
—Pensé que querías que te contara como llegaste con la manada de Naruto.— Habló el príncipe con una leve sonrisa.
—Ciertamente, ya todo me importa muy poco. Lo único que quiero es irme. Me importa una mierda el como llegué a este bosque lleno de locos. Lo único que quiero es: irme a mi casa, comer alguna pizza con una coca cola, quemar a mi ex novio en todas mis redes sociales y luego bloquearlo, y, claro, quiero dormir sin el pensamiento de que estoy rodeada de seres que me pueden comer en cualquier momento.

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Sangre Dorada
FanficEn las profundidades del bosque, yace un mundo místico repleto de criaturas mágicas y salvajes. Sakura Haruno, de una forma que no recuerda, terminó entrando a lo profundo y no sabe cómo escapar. ¿Cómo escapas de un alfa zorro licantropo? Y aún peo...