Capitulo 2

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*Al día siguiente*

Me desperté cuando los pájaros comenzaron a cantar, era hora de levantarse.

Me levanté y me dirigí al cuarto de Jason ya que a él siempre le costaba más levantarse.

Lo desperté, nos vestimos y fuimos a desayunar.

- ¿Y mi desayuno? - pregunté al ver que solo estaba el de Jason.

- No te prepararemos nada de comer hasta que se te pase la semana de castigo - dijo mi tía.

- ¡Pero eso no entraba en el castigo! Tú me prohibiste salir por una semana.

- Si bueno pues lo hemos pensado mejor y durante la semana tendrás que prepararte tú la comida.

- Está bien.
Te espero en la puerta Jason, termina pronto de desayunar - le dije mientras salía de la cocina.

Me quedé esperando por unos cinco minutos aproximadamente hasta que mi hermano llegó.

Salimos de la casa sin decir nada hasta que Jason habló.

- ¿Ahora comprendes porque les odio?

- Si... ellos son lo peor. Y todo esto es mu culpa.

- ¿Por qué dices que es tú culpa? Ellos son lo peor y no tienes nada que ver.

- Si yo no hubiera estado molestando a papá dandole las patadas en el asiento no se hubiera dado la vuelta y hubiera visto que el coche de enfrente freno de golpe.

- Ya te lo he dicho muchas veces Amelia, el accidente no es tú culpa.
Tú solo tenías 5 años y querías jugar.

- Pero debi de hacer sido consciente de que papá estaba trabajando y no podía jugar.
Por mi maldito capricho de niña pequeña papá y mamá murieron, y tú y yo tenemos cicatrices.
Además, tú casi mueres, los médicos te salvaron de milagro.

- Pero eso ya fue cosa mía por no ponerme el cinturón, sabes que lo odiaba de pequeño. Si no hubiera sido por eso hubiera estado bien.

- Pero aún así fue mi culpa que papá y mamá murieran - unas lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.

- Hey, venga no llores por favor.
Mejor sigamos caminando que vamos a llegar tarde a la escuela.

- Vale.

Me sequé las lágrimas y seguimos caminando hasta llegar al colegio.

Las primeras horas pasaron normales, aburridas, sin nada interesante.

Cuando llegó el recreo nos juntamos con Finney, Gwen y Robin.

Todos estaban tranquilamente comiendo pero yo estaba con la cabeza apoyada en la mesa.

De repente sentí como alguien me abrazaba por detrás.

Levante la cabeza, mire hacia atrás y vi a Vance.

- ¿Estas bien? - me preguntó Vance dejándome de abrazar.

- Sí, ¿por qué lo preguntas?

- Por lo de ayer, ¿tus tíos te castigaron?

- Sí, me prohibieron salir durante una semana y tambien debo hacerme yo mi propia comida.

- ¿Cómo?

- Si, me lo dijeron está mañana.
Prepararon el desayuno a Jason pero no a mí. Por eso estoy sin comer, no me preparé nada.

- No puedes estar sin comer, ¿Quieres algo?

- Ni lo intentes Vance, ya lo hice yo, se lo cabezota que es mi hermana y no va a querer.

- Bueno pues cambiando de tema - dijo Vance mientras se sentaba - ¿Alguno de vosotros sabe quién es Bruce Yamada?

- Gwen y yo si lo conocemos. Es un compañero de béisbol - digo Finney -
¿Por qué lo preguntas?

- Porque me han puesto un castigo por empujar a un chico en el pasillo.
El director me dijo que debo de comenzar a tratar mejor a las personas y entonces debo no pelearme por una semana con él.

- ¿Pero Bruce tuvo que ver algo con que empujaras al chico? - pregunté.

- No, ni siquiera sé porqué le metieron en esto.

- Es demasiado raro - dije mientras me echaba el pelo para atrás.

- Lo sé, pero no me puedo negar o me expulsaran.

Iba a decir algo pero llegó Bruce.

- Hola, Vance, el director a dicho que nos quiere ver juntos en el recreo, está vigilando en la puerta.

- Vale, pues sientate aquí, ¿no os importa?

- No, claro que no - respondimos todos a la vez.

Bruce se sentó entre Jason y yo que es donde había espacio.

- A Finney, Gwen y Vance los conozco, pero a vosotros tres no.

- Yo soy Amelia, el que tienes alado es mi hermano gemelo Jason y el otro es Robin.

- Encantado de conoceros a todos.

Bruce extendió la mano para saludar mejor pero yo le ignore y me puse a hablar con Vance.
Quito la mano y repitió lo mismo con Robin y Jason.

- Perdónala, se pone insoportable cuando no come - dijo Jason dándole la mano a Bruce.

- Yo no soy insoportable.

- Bueno lo que tú digas.

Seguimos hablando un rato hasta que de pronto llegó Donna.

- Hola Donna - dijo Bruce con una gran sonrisa.

Donna no dijo nada, solo se acercó a Finney y le dio un beso.

- Hola chicos - dijo ya Donna una vez se separó de Finney.

- ¿So - soy novios? - pregunto Bruce sin ya sonreír.

- Ay, no me di cuenta de que estabas aquí Bruce.
De momento solo lo sabíamos nosotros los del grupo.

- Bueno no os preocupéis, de todos modos no diré nada.

- Gracias Bruce - dijo Donna sonriendo.

- Bueno tampoco creo que importe que Bruce diga algo o no si os besaus delante de todos ya lo sabrán - dije mientras jugaba con el tapón de la botella de agua de Gwen.

- Ay Amelia por Dios, deja de ser tan insoportable. Deja que te compre algo para comer y así ya te calmas - me dijo Jason.

- No quiero que me compres nada y ya te he dicho que soy insoportable.

Jason rodó los ojos y el timbre para volver a clase sonó.

Todos nos levantamos y nos íbamos a ir pero detuve a Vance.

- Por cierto Vance, la quedada para jugar al pintball sigue en pie.
Que no se te olvide, en una semana cuando me quiten el castigo quedamos para jugar.

- Está bien, pero hagamos una apuesta.
Si tú pierdes, deberás de hacerme las tareas por una semana.

- No lo veo justo.

- Tú puedes poner lo que quieras.

- Bueno, entonces, si tú pierdes debes de comprarme la comida por una semana.

- Lo veo justo.

Nos dimos la mano en forma de trato y nos fuimos a clase.

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Hola, hasta aquí el capítulo 2, espero os haya gustado.

Por favor darle apoyo 💙




Why not me? - Gwen Blake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora