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Sushua era nueva en Kiss, iba a empezar primero de bachillerato, para su suerte su mejor amigo llevaba años estudiando allí. Dae, él ya sabía que su mejor amiga acudiría al mismo instituto que él y estaba encantado por ello. Estaba seguro de que se llevaría bien con Quincy y con Minho sería más complicado...
Era la fiesta de bienvenida, Sushua, estaba en la entrada de la sala buscando a su mejor amigo, quién no parecía estar por ningún lado.
¿- Me buscabas?- Preguntó una voz que ya conocía a la vez que ponía las manos en los hombros de la chica.
- Dae.- Respondió la de cabellos oscuros con emoción, se giró y abrazó a su amigo.
- Ahora no volveremos a pasar meses sin vernos.- Comentó el chico entre risas-ven, te presentaré a unos amigos.Ambos se acercaron a tres jóvenes, dos chicos y una chica.
- Chicos is quería presentar a- Dar fue interrumpido por Kitty su novia, quién le abrazó sin dudarlo. Minho y Quincy, los dos jóvenes que ya estaban allí empezaron a susurrar.
¿-Dae quien es ella?- Preguntó una joven detrás de la pareja. Yuri. Una discusión se desató entre Kitty y Yuri, mientras que el resto no sabía que hacer. La estadounidense terminó yéndose del lugar y Yuri se llevó a Dae con ella.
¿- Y tu eres?- Preguntó Minho con una sonrisa.
-Sushua, una amiga de Dae. ¿Vosotros?
- Yo soy Minho y él es- no pudo terminar ya que el otro chico le interrumpió.
- Y yo soy Quincy pero puedes llamarme Q.- Tras decir aquello el joven le tendió la mano.
- Un placer.
- Igualmente.- Soltaron ambos jóvenes a la vez. Los tres se quedaron hablando por un buen rato, aunque pueda parecer extraño Minho fue muy amable hasta invitó a la joven a una copa (sin alcohol ya que eran menores.)
Las semanas transcurrían, Dae y Sushua se habían vuelto más cercanos, al igual que ella i Minho. Dae no sabía si tener miedo de su amigo o estar orgulloso, ya que con Sushua no mostraba tanto su egocentrismo y cuando lo hacía, ella le seguía el rollo.
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Chuseok se acercaba y aunque Sushua era coreana su familia no tenía tiempo para pasar un simple fin de semana juntos, sus padres estaban demasiado ocupados, ya que eran dueños de varios hospitales de la zona.
¿- Que harás este largo fin de semana?- Susurró Minho, ya que se encontraban en la biblioteca.
- Estudiar... ¿Tú?- Preguntó la joven.
- Yo también. ¿Vas a quedarte aquí?- La jóven asintió ante la pregunta.
¿- Tu te quedarás?- Está vez fue el chico quién asintió.- Podríamos hacer algo juntos.- El chico asintió y aunque se percató de la sonrisa que había aparecido en su rostro no se esforzó en borrarla.
Para su mala suerte Minho se había encontrado con Kitty en el supermercado supuestamente comprando comida "coreana" pero aquello no era nada tradicional del lugar. Por ello se comprometió a ayudarla.
¿- Vendrás a probar la comida no?- Le animó Kitty.
- Lo dudo, a diferencia de tí tengo mejores cosas que hacer.
¿- Pasarte la noche viendo películas?- Preguntó entre risas la joven.
- Más quisieras, tengo una cita.- Al escuchar aquello los ojos de la estadounidense se ensancharon.
- Bueno, le diré a Sushua que no has podido venir, seguro que se decepciona... Parecía que os gustabais mutuamente pero si tienes citas con otras chicas...
- Kitty, Sushua y yo vamos a ir a cenar fuera.- Le explicó el chico con una sonrisa.
¿- Qué? Shua me prometió que vendría...- Soltó la joven, tras aquella conversación ambos siguieron cocinando hasta que alguien llamó a la puerta. Era Sushua, quién ni siquiera recordaba haber dicho a Kitty que acudiría a su cena, pero ya no podía negarse.
¿- Minho, salimos después de la cena?- Propuso la coreana haciendo un puchero, Minho no podía negar aquella propuesta y menos viendo que él no era el único con ganas de salir ambos solos.
Aquella noche, después de cenar lo que Minho y Kitty habían preparado, ambos coreanos salieron a pasear, a pesar de que ya había pasado el toque de queda.
- Estoy celosa de Kitty, ella ha pasado casi todo el día a solas contigo y tu y yo apenas podemos pasar un par de horas sin que nadie nos moleste.- Aquellas palabras hicieron reír al chico.
- Tranquila aunque todas me quieran yo solo te quiero a tí. Además estoy seguro de que a partir de ahora tendremos mucho tiempo para nosotros dos.- Le explicó mientras la abrazaba con su brazo izquierdo.
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