Lacus Welt

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Desde la aparición del virus y los vampiros las condiciones de vida habían disminuido drásticamente en Japón, por ello las personas que quedaban vivían unidas y sin elementos que pudieran perjudicarles; Shin vivía junto a su perro en la primera pl...

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Desde la aparición del virus y los vampiros las condiciones de vida habían disminuido drásticamente en Japón, por ello las personas que quedaban vivían unidas y sin elementos que pudieran perjudicarles; Shin vivía junto a su perro en la primera planta de un piso que había quedado en perfectas condiciones a pesar de los catastróficos acontecimientos. Era la noche vieja, había aconseguido hacer funcionar el viejo televisor que había en aquel que había proclamado como su hogar y durante unos minutos pudo ver la retransmisión en directo de un instituto donde celebran el año nuevo. Cerro el retrovisor y vio a su perro inquieto, tenía que sacarlo a pasear y así lo hizo, desde fuera pudo ver aquellas luces que hacía tanto que no veía en el cielo. Los petardos. Llegaron a un pequeño descampado y le quitó la correa a Loki, su perro, quién empezó a investigar el terreno a pesar de ya conocerlo. Ella le observaba con una sonrisa, amaba a Loki, era su pequeño tesoro.

- Vaya vaya, que tenemos aquí.- Dijo una voz que parecía conocida para Shin; sin embargo, no sabía a quién pertenecía.

- Vamos Loki hay que volver...- Susurró la chica para que quién se acercaba no pudiera oírle, pero su perro estaba ocupado regando una pequeña flor. Distintos pasos estaban cada vez más cerca, aunque Shin no lo sabía había tres vampiros cada vez más cerca de ella.

- Qué hace sola por la calle a estas horas de la noche una joven señorita.- Volvió a burlarse aquella misma voz posándose detrás de Shin, ella al notar aquella presencia se tensó. Un vampiro rubio se sentó en unas piedras que había cerca, mientras que otro vampiro de cabellos oscuros observaba al de cabellos morados junto a la joven.

- Haz lo que quieras pero a mí no me metas.- Habló por primera vez el vampiro rubio quien se encontraba cerca de Loki, el vampiro que estaba detrás de la joven solto una leve risita, mientras que el de cabellos oscuros pasaba por el lado de ambos.

- Sabes, llevo unos días sin comer...- Volvió a hablar Lacus, el vampiro que se encontraba detrás de la de cabellos rubios a la vez que posaba sus manos en la cintura de la joven a la vez que acercaba su rostro al cuello de Shin. Apenas había luz para poder divisar correctamente a los distintos seres que había en aquel descampado. De un momento para otro, él la giró quedando así cara a cara, fue entonces cuando ambos se dieron cuenta de quién tenían al frente.

- Lacus...- Susurró la joven con sorpresa, ahora el vampiro la observaba aterrorizado.

- Y-yo... ¿Qué haces aquí, no estabas en la costa?- Preguntó el de cabellos morados sin comprender del todo lo que ocurrirá, en su rostro apareció una sonrisa ladina.

¿- Ocurre algo?- Preguntó René mientras observaba al perro con curiosidad. Aunque Lacus lo negó el otro vampiro no estaba tan seguro de aquello.¿- Que harás con ella, porqué no has tomado su sangre aún?

- No lo haré...- Respondió Welt cortante, Mikaela quien parecía no prestar atención a lo que ocurría observó la escena con una pequeña sonrisa, él odiaba los vampiros yblo que hacían a pesar de ser uno, pero quizas estaba equivoccon su compañero y no era tan malo como aparentaba.

- Creía que no volvería a verte...- Se quejó la joven, ganándose una sonrisa ladina del mayor, él beso su frente.

- Te he echado de menos...- Susurró Lacus al oído de la joven, tras ello la observó y le besó la frente.- Chicos deberíamos irnos.- Concluyó el de cabellos morados, René le observó con la misma expresión de siempre.

¿- Podemos llevarnos al perro?- Preguntó el de cabellos oscuros con la misma seriedad que siempre, Shin y Mika se negaron mientras que Lacus soltó una risa descarada.

- No, es suyo...- Respondieron al unísono el de cabellos morados y el rubio, Welt soltó a Shin, vio a sus compañeros y les indico que era hora de irse a hacer su turno a otro lado, René arrimó sus hombros y se acercó a él, mientras que Mikaela avanzó sin siquiera ver a sus compañeros.

- Nos vemos Shin.- Se despidió el vampiro, ella asintió y le observó irse junto a sus compañeros.

- Se despidió el vampiro, ella asintió y le observó irse junto a sus compañeros

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