Luke Howland

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Hannah era nueva en el instituto; sin embargo con las dos semanas que ya llevaba en este se había ganado ser reconocida como la lectora antisocial

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Hannah era nueva en el instituto; sin embargo con las dos semanas que ya llevaba en este se había ganado ser reconocida como la lectora antisocial. Era cierto que en vez de intentar hacer amigos se sentaba bajo un árbol y leía, aquello creo cierta curiosidad en Luke.

- Con que llevas dos semanas aquí y apenas has hablado con gente nueva...- Soltó el chico quién se encontraba de pie a un lado de la de cabellos oscuros, haciendo que está se asustara y observase al chic con curiosidad.

¿-Es que no piensas hacer amigos?- Volvió a hablar el chico ganándose así que la chica le analizara. ¿Porqué debería hacerlo? Pensaba Hannah, ella apartó sus cabellos de su rostro y al final optó por contestar.

- A veces es mejor estar sola que con mala compañía.- Explico y después arrimó hombros. El rubio se sentó a su lado y aunque en cierto momento intento entablar una conversación con la chica esta solo respondía con monosílabos por lo que simplemente optó por hacerle compañía. El chico sentía que ella lo necesitaba y en cierta forma no estaba equivocado, quizás la joven no estaba interesada en tener amigos, pero la soledad últimamente no le estaba haciendo demasiado bien

Algo similar pasó durante los siguientes días, cuando era su hora libre Hannah iba bajo el árbol a leer y él le hacía compañía. Luke encendió un cigarrillo, ganándose que la chica lo mirara por el rabillo del ojo.

¿- Sabes que eso es malo no?- Pregunto de forma tajante, el chico asintió.

- Si te molesta puedo apagarlo.

- Lo habrías desperdiciado... Por esta vez no importa, pero agradecería que no fumatas cerca de mí. No me gustaría recordar diariamente que la única persona que parece interesante y buena se perjudica constantemente con esa substancia...- Aquellas palabras tuvieron cierto efecto en el joven, no pensaba dejar de fumar. Pero había avanzado con la chica, él no sabía que sentía por ella a parte de curiosidad y una parte de él se alegro al ver que Hannah se preocupaba por él.

Tras un par de meses Luke invitó a la joven a ir con el al cine, ella le hablaba más, y en cuanto se percataron de que compartían un par de clases se empezaron a sentar juntos y allí su amistad empezó a ser más cercana.

- Lo he entendido, no quieres ver una película de terror. ¿Vemos?- Dijo Luke entre risas, su voz era bastante grave, Hannah se preguntaba como no se había percatado de ello antes.

- Puedes elegir tú. También quiero saber qué te gusta.- Respondió ella a su lado a la vez que observaba el lugar. Luke eligió la película y ambos se adentraron a la sala que les toca con palomitas dulces. Tras ver la película tranquilamente salieron del lugar y decidieron ir a comer, lo más cercano era un MCDONALD'S y allí terminaron yendo. Todo salió bien, hablaron de música, libros, un poco de ellos y bueno, las risas tampoco faltaron. Cuando terminaron, el rubio le propuso a la chica enseñarle un lugar, ella aceptó por lo que ambos se dirigían hacia el lugar. El Boulevard.

- Luke.- Hannah llamo la atención del chico quién estaba un poco por delante de ella ¿- Esto ha sido una cita?- El chico la miró con una sonrisa ladina y asintió.

- Me alegro.- Soltó ella acercándose a él y tras decir aquello depósito un beso en la mejilla del rubio.

- Soltó ella acercándose a él y tras decir aquello depósito un beso en la mejilla del rubio

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