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Kageyama odiaba ver a su mejor amiga de aquella forma, Aoi tenía un novio el cual no le hacía nada de bien, ella ya estaba harta quería dejarlo pero a la vez le sabía mal. Tobio llevaba toda la fiesta observando como Yuri no paraba de tocar a la chica y besarla cuando ella ni siquiera quería, hasta que no pudo más. Se acercó al mayor quién a pesar de su edad media menos que él y le golpeó en la cara, Aoi le observó sorprendida pero una sonrisa se dibujó en su rostro.
- Déjala en paz, ¡¿no ves que no te quiere?!- Soltó Kageyama molesto.
- Ella no dice eso. ¿Verdad amor?- Pregunto Yuri a la joven. - Y-yo... Tobio tiene razón...- Respondió con un tono de voz más bajo de lo usual, Yuri la observó molesto.
-Bien, vete yo tampoco quiero a una idiota como tú.- Escupió con odió, el colocador tomó la mano de Aoi y se la llevó de la fiesta.
- Muchas gracias Kageyama... Yo lo siento...- Soltó la chica cuando llegaron a la casa del chico.
- No debes disculparte, es él quien debería hacerlo.- Tras escuchar al colocador, con permiso Aoi fue al baño donde vomitó, quería sacar toda la saliva y las caricias de Yuri de su cuerpo y aunque no fuera a conseguirlo con aquello, se sintió menos asqueada.
- Te vas a perder la fiesta, y tú apenas sales...- Se quejó la joven al salir del baño.
- Podemos traer la fiesta a nosotros.- Respondió el chico, puso música en su ordenador y empezó a bailar Bananza, le tendió la mano a la rubia quien y ambos empezaron a bailar al ritmo de la canción. Ambos estaban más cerca de lo usual pero aquello no les molestaba, es más estaban cómodos el uno con el otro. A Kageyama le gustaba Aoi desde hacía un par de años y ella llevaba unos meses donde no paraba de sentirse culpable por desear poder estar con Tobio cuando había quedado con Yuri, su mente siempre se desviaba hacia Kageyama y sus latidos se aceleraban al pensar en él.
La espalda de Aoi chocaba con el pecho de Kageyama, las manos del joven se posaron en las caderas de la joven, estás se movían al ritmo de la música. Por alguna razón la rubia ahora se encontraba nerviosa, sabía que era su mejor amigo y no tenía razón para estarlo pero su corazón ya volvía a acelerarse ante la idea de estar tan cerca de Tobio.
Tras bailar varias canciones ambos se tumbaron en la cama del joven, estaban cansados y querían dormir Kageyama tenia partido por la tarde por lo que podía aprovechar e ir a dormir más tarde. El colocador le dejó una camiseta a la chica, él se quedó con sus pantalones de chándal y ambos se tumbaron en la cama, usualmente cada uno estaba a un lado, pero esta vez fue él quien se atrevió a abrazarla. Sabía lo que sentía la chica respecto a él, ella se lo había dicho a Hinata y el enano se lo había contado a Tobio; aún así el no quería ser un remplazo, esperaría un poco más para poder tener una buena relación con la chica y tratarla como ella merecía.
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