Capítulo 4
La semana ya había pasado, y Lana y Viktor estaba subidos al avión rumbo a Inglaterra.
— ¿Echarás de menos este sitio? – preguntó el mayor.
— Es difícil de responder – contestó la rubia – es mi hogar, pero tampoco estoy encariñada con el.
Y eso fue lo único que se dijeron los hermanos en todo el vuelo, y antes de lo que les habría gustado ya habían llegado a Londres.
Bajaron del avión y en el aeropuerto divisaron a Lily, con su cabello pelirrojo natural en una coleta alta, y con un café en una mano y un libro en otra, un bolso algo grande típico de ella y un abrigo color marrón de cuerpo entero que llevaba desabrochado.
Lana miró a Viktor y suspiró.
— Le caigo fatal, ¿enserio tenía que ser esa quién nos viniera a buscar? – se quejó la rubia, haciendo que el pelinegro suspirara.
— Lily – el chico fue quien habló e hizo que la mujer levantara la cabeza del libro.
— Oh chicos, me alegra que hayáis llegado bien, ¿Todo bien en el avión? – preguntó la pelirroja con su tono afable, mientras guardaba el libro en su bolso.
— Sí todo bien – Viktor le dedicó una pequeña sonrisa, y cuando la mayor de los tres les pidió que los siguiera y se puso de espaldas a ellos para empezar a andar, él le dio un codazo a su hermana y le susurró – haz el favor de al menos decir algo Lana, está siendo amable, no te odia, ¿no lo ves?
La rubia suspiró, era cierto que la mujer no los había tratado mal, a pesar de que solo les había dirigido 13 palabras.
— Lily, ¿tanta confianza tienes para darnos la espalda? ¿Cómo sabes que no escaparemos o te haremos algo? – sus palabras dejaron a Viktor sorprendido, quién cuando iba a abrir la boca la cerró al ver que la mujer hablaba.
— Confío lo suficiente para saber que no me haríais daño – la mujer giró su rostro un poco quedando de perfil, tenía una media sonrisa y miraba de reojo a la que había hablado anteriormente.
— No seas así conmigo, Lana; no te odio si es lo que te ronda por la cabeza, lo que pasó contigo y mis hijos fue hace años – habló de nuevo rompiendo el silencio que se había creado mientras los tres iban hasta el coche de la pelirroja.
Sus palabras enmudecieron a la búlgara, la cuál se quedó sentada en el asiento de atrás del coche al lado de su hermano, dejando el asiento de copiloto libre.
— ¿Cuál es el plan de hoy? – preguntó Viktor.
— Os cuento – respondió la pelirroja mientras arrancaba el coche – os llevaré al centro comercial para que compréis lo que queráis para decorar vuestras habitaciones, yo pagaré – se detuvo en un semáforo – luego iremos al banco a cambiar vuestros levs búlgaros por libras – arrancó de nuevo, girando a la derecha – os llevaré a cenar y después al instituto para que os acomodeis. Mañana tendréis el día libre, para que decoreis los cuartos y os llevaré a comprar los materiales – había atasco, por lo que tuvo que reducir la velocidad – a no ser que queráis hacer algún cambio.
Ninguno de los hermanos dijo nada, por lo que la Hannigan se tomó ese silencio como que no había ninguna queja sobre el planning que se llevaría a cabo.
Minutos después llegaron al parking del centro con Born this way de Lady Gaga de fondo en la radio.
— Bueno, vamos a ello – suspiró la mujer mientras salía del coche a la par que los dos búlgaros y cerraba la puerta y el coche.
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PEOPLE CHANGE (GirlsLove)
RomanceAbby Hannigan y Lana Donev no se pueden ni ver. Lana, una chica peligrosa, que sabe emplear perfectamente bien la fuerza. Abby, una chica que odia a la mitad del mundo y no quiere que la gente hable de ella. Pocos son los que saben porque estas dos...