Capítulo 10
La sala se quedó en completo silencio, el único movimiento que había era la forma en la que las lágrimas bajaban por las mejillas de George.
Lana fue la única que se movió, fue hasta donde estaba el pelirrojo y con sus pulgares limpió las lágrimas de este.
— Duele, sé que duele – habló, fue la única que decía algo – pero no puedes estar así, no por un hombre.
— Lana, no es "un hombre" es mi novio.
— Es tu novio, y es hombre, todos los hombres son iguales y tú, precioso, no mereces llorar por un hombre.
Los ojos de George se cruzaron con los de la búlgara, y esta juró que no permitiría que esos ojos volvieran a lucir tan rotos.
Aquellos ojos, tan puros y llenos de alegría estaban rojos, llenos de lágrimas y mostraban tanto cansancio y dolor, que en lo más profundo de la búlgara su corazón tembló, tembló de una forma en la que nunca había temblado.
— Ve a darte una ducha y ponte el pijama, Georgie – habló Kasdeya – después deberías intentar dormir, estaré aquí contigo.
— Yo también – habló Ashley, que tenía el collar de nuevo dentro de su boca, y la mirada fija en el suelo.
El pelirrojo asintió y se levantó con cuidado de la cama, fue hasta su armario y sacó su ropa interior y su pijama, después entró al baño, y las tres chicas se quedaron solas, sentadas en la cama del anterior nombrado, en silencio.
— Sabía que no era buena idea que me transfirieran aquí... – suspiró Lana, mientras apoyaba sus codos en sus muslos.
— No digas eso Lala – le contestó Kasdeya, abrazándola – ya verás como esto se arregla, además, no es tu culpa.
— Aun así...
— Escucha, Lana – comenzó a decir Ashley – no puedes culparte por algo que no puedes controlar, esto no es culpa tuya, y que pasara o no, no era decisión tuya – nadie dijo nada – la vida está llena de situaciones en donde te verás involucrada que no son tu culpa y aun así sentirás que sí, cuanto antes aprendas esto, mejor.
La búlgara se quedó allí, repitiendo las palabras de la castaña en su cabeza, mientras Kasdeya le acariciaba la espalda de forma cariñosa.
Del otro lado de la puerta que las chicas tenían enfrente, se oía como el agua caía desde la ducha.
— Debería irme ya – dijo la búlgara, mientras se levantaba con suavidad, pues Kasdeya aún la abrazaba.
— Como prefieras Lana, aún faltan unas horas de clase – contestó Ashley, mientras miraba su móvil – ahora mismo tendríamos hora libre.
— Me iré al gimnasio, quiero dejaros a solas con George.
Kasdeya asintió y la castaña no hizo nada; a la vez, la rubia se levantó y abrió la puerta, les dio una pequeña sonrisa a las hermanas y después de eso cerró la puerta, dejándolas solas en la cama del pelirrojo.
La búlgara empezó a andar con las manos en los bolsillos, mientras un pequeño nudo se formaba en su garganta, recordando lo mal que lo estaba pasando George, por su culpa.
Negó la cabeza para despejar su mente y siguió andando, bajó las escaleras mirando sus pies para intentar distraerse, pero no le funcionó y acabó mareada.
Poco a poco se acercaba más al gimnasio, pasó por el jardín y los murmullos de todos los alumnos se hicieron presente en cuestión de segundos.
— Cabeza alta, Lana – la voz de su hermano años atrás llegó a su mente, y los recuerdos nublaron esta como una esterilla de humo.
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PEOPLE CHANGE (GirlsLove)
RomanceAbby Hannigan y Lana Donev no se pueden ni ver. Lana, una chica peligrosa, que sabe emplear perfectamente bien la fuerza. Abby, una chica que odia a la mitad del mundo y no quiere que la gente hable de ella. Pocos son los que saben porque estas dos...