Essere

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Capítulo 5

Ver a Lana era lo que Abby menos quería en el mundo, y ahora mismo la tenía enfrente, haciendo que la molestia en su rostro fuera evidente.

Ethan se colocó al lado de su hermana protectoramente mientras le dedicaba a la rubia una mirada de seriedad.

— Ethan, que gusto verte – le dijo la búlgara al chico Hannigan.

— El sentimiento no es mutuo – se limitó a responderle este, apretando la mandíbula.

Viktor llegó al lado de Lana en ese momento, haciendo que las mejillas de Abby se encendieran.

— Hola Vik – murmuró Abby, toda nerviosa por la presencia del chico de 21 años.

— Hola Abby, que guapa estás, hacía mucho que no te veía – le respondió este, dedicándole una sonrisa ladina.

Lana bufó, para después agarrar la muñeca de su hermano.

— Viktor vámonos ya, tenemos que desayunar rápido para no hacer esperar a Lily – le dijo entrecerrando los ojos, para después irse con rapidez, haciendo que su hermano la siguiera.

Los hermanos Hannigan los vieron marchar, mientras que Abby seguía a Lana con los ojos entrecerrados.

— Esa zorra quiere poner a mamá en nuestra contra – justificó, cuando Ethan le pregunto porque la miraba tan mal.

— Abby no creo que vuestra madre se vaya a poner de una chica que os causó tantos problemas – añadió George, que se había unido a ellos a mitad del incómodo momento de los hermanos con los búlgaros.

— George, es que mamá no le puede guardar rencor a nadie, y Lana lo sabe – le dijo Abby, como si aquello fuera alto secreto – ¡Se va a aprovechar de la bondad de mamá!

Los tres se sentaron a la mesa, mientras que Ethan tomaba un café con leche y unas galletas, la teñida había elegido tortitas con zumo de naranja, y el pelirrojo un té verde con tostadas.

Mientras ellos desayunaban, charlando de temas triviales, por las enormes puertas del comedor entró dicha madre, haciendo que sus hijos la saludaran con la mano y esta les devolviera el saludo con una sonrisa.

Ethan siguió con la mirada a su progenitora, para terminar viendo cómo la mujer se iba a sentar a la mesa donde estaban los recién transferidos.

— Ya me ha dejado de gustar que esos dos hayan llegado – dijo frunciendo el ceño, y volviendo la mirada a sus compañeros de mesa – ¡se ha sentado con ellos!

— Amor, nunca te gustó que llegaran – le respondió George con voz calmada, mientras bebía su té – además, ¿No dijo que ella sería la encargada de guiarlos? Seguro que está con ellos porque tienen algo que hacer.

El contrario bufó y siguió bebiendo el café con notable molestia, mientras que seguía viendo las acciones de Lily como si estuviera estudiándola.

Poco después Lana, Viktor, y la mujer Hannigan se levantaron y salieron del comedor, hablando tranquilamente; lo que provocó que Abby abriera tanto la boca que parecía que se le iba a desencajar la mandíbula en cualquier momento.

— Hola, hola – se oyó la voz de Kasdeya, de espaldas a los tres amigos, provocando que estos se giraran.

— Hola Dey – saludó su hermano de vuelta, con una sonrisa, mientras seguía comiendo su tostada.

— Me enteré de que habéis tenido un percance con Lana.

George suspiró, la situación era difícil, Abby y Ethan odiaban a Lana, y Kasdeya la adoraba; y el pelirrojo estaba en medio de toda esa situación oyendo de todo.

La rubia se unió a ellos, sentándose al lado de su hermano pelirrojo, para después empezar una charla totalmente ajena a la búlgara, aunque por el lenguaje corporal y las expresiones faciales perfectamente estudiadas de la chica, el novio de Ethan sabía que se estaba conteniendo de decir algo para apoyar a su adorada mejor amiga.

El timbre sonó, y de una forma sincronizada que hizo parecer que el movimiento fue estudiado, todos los alumnos se levantaron y salieron del comedor, cada uno yendo hacia su clase.

— ¿Que os toca? – le preguntó George a los Hannigan.

— Inglés, con Damiano y después Economía con Kail – dijo la chica.

— Historia con Natalie y Biología con Jackson, ¿a ti? – le dijo su novio.

— Música con Georgia e Historia con Natalie – se quejó el pelirrojo – al menos en Historia estaré con Ash, no me aburriré tanto.

Y así, cada uno fue a la clase asignada, mientras que en clase de Inglés Abby tomaba notas y apuntes, en Historia Ethan luchaba por no quedarse perdido mirando a la ventana y en Música George estaba con su compañero bailando bachata, pues a la profesora Di Angelo le apetecía hacer una clase diferente.

Las segundas horas lectivas que tenían fueron suspendidas, pues el director Alizar había decidió dar una charla, sobre los trabajos y las carreras de los futuros estudiantes.

Todos salieron de sus clases y se dirigieron al enorme salón de actos del castillo, eligiendo cada alumno donde se sentaría fueron hasta ese lugar, y se acomodaron para escuchar la interminable charla de aquel hombre que pasaba los cincuenta años.

La charla terminó, para alivio de los adolescentes, y estos fueron con su tutores grupales, pues por la charla se habían perdido el descanso.

— Vale chicos – le dijo Adriano Rossi a su tutoría – hoy dedicaremos la hora de tutoría a vuestro futuro, ¿Cuál es vuestro trabajo soñado? ¿Que es lo que queréis ser en el futuro?

Al momento, veintidos de los veinticinco estudiantes levantaron la mano, y el hombre buscando a quien preguntarle, eligió a Abby, que fue una de las tres personas que no se ofreció.

— Mi trabajo soñado es ser jugadora de baloncesto – dijo ella sin interés – pero como será imposible, me convertiré en baterista en un grupo de rock.

— Como si eso no fuera imposible – murmuró por lo bajo Naiara Inglod, una chica de la que la gente se alejaba por sus extrañas acciones y conductas.

— Bueno Inglod, dinos qué es lo que tú planeas ser – dijo George apretando la mandíbula.

— Obviamente, voy a ser domadora de dragones, y la chica más amada aunque, eso ya lo soy – dijo dando una risita final, que hizo que al pelirrojo le recorriera un escalofrío por toda su columna.

Después de que Adriano se quedara procesado la información que su cerebro había recibido, sonrió y miro a Abby.

— Mucha suerte con ello Hannigan, estoy seguro que lo conseguirás, la profesora Di Angelo dice que tienes buena mano con los instrumentos.

— Gracias, Adriano.

Así, todos fueron hablando de sus sueños.

— Yo seré jugador de baloncesto – dijo Ethan cuando fue su turno – es mi trabajo soñado, y es en lo que me convertiré, lucharé por ello.

— Vaya Hannigan, me encanta esa determinación - halagó Rossi – ¿y tú George?

— Mi trabajo soñado... ¿Tengo permitido decirlo?

— Si, claro –respondió el tutor de este, visiblemente confundido por la pregunta de su alumno.

— Stripper – contestó el otro con rapidez, haciendo que alguien escupiera el agua que estaba bebiendo, algunos rieran un poco, y más de cinco se quedaran sorprendidos.

— Vale bien, es un trabajo como otro cualquiera, ¿y lo que serás en un futuro?

— El esposo de Ethan – contestó, haciendo que esta vez todos estallaran en risas, y el Hannigan nombrado se sonrojara hasta las orejas.

PEOPLE CHANGE (GirlsLove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora