Dolore

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Capítulo 9

La puerta fue tocada de nuevo, el pelirrojo no reconocía la voz debido a su vulnerabilidad actual.

— George, abre – aquella voz se oía mucho más apurada. Y por atrás se oía otra, hablando con la primera.

Poco a poco su cabeza le permitió oír con más claridad aquellas voces y distinguirlas, dándose cuenta de que las personas que estaban tras la puerta eran sus hermanas.

— Iros... – susurró el chico, con su voz rota, mientras abrazaba sus piernas y clavaba sus uñas en su piel a pesar de la tela en el proceso.

— Georgie, abre la puta puerta – dijo Ashley con su paciencia decreciendo a base de segundos.

No se obtuvo respuesta de dentro de la habitación y Kasdeya se desesperaba cada vez más, dejando sus uñas cortas e irregulares por las marcas de dientes. De un momento a otro, Ashley había desaparecido.

— George, cariño, por favor hablemos – respondió la rubia, apoyando su espalda en la puerta.

— No quiero hablar ahora, Kasde...

— Por favor, estamos aquí, no tienes que sufrir solo.

En el interior de aquella habitación, los ojos de cierto pelirrojo se llenaron de lágrimas.

— No os necesito, puedo estar bien yo solo.

La rubia que estaba al otro lado de la puerta sintió su corazón partirse en miles de pedazos.

Pronto, unos pasos acelerados empezaron a resonar por todo el pasillo, y poco a poco se pudo observar a Ashley Dixon llegar de quién sabía dónde, con un martillo en la mano. Cuánto más se acercaba a la rubia, esta veía con mejor claridad otro objeto que portaba su hermana, llevaba una llave en un pequeño collar.

— Ashley, ¿que haces?

— ¿Sabes lo que es esto? – le preguntó la contraria, sacando la llave del collar.

— ¿Una llave? – respondió la rubia con confusión.

— Una llave bumping, Kasde.

— ¿Y el martillo para que?

— Por si no lo sabías, nuestra profe de Astronomía, Astrid, tiene un pasado – Kasdeya solo alzó las cejas con confusión – le conté una mentirijilla acerca de que perdí la llave de mi cuarto y me ha explicado como forzar una puerta.

Al terminar de oír a Ashley, Kasdeya se levantó con rapidez, dejándole la puerta totalmente libre.

Con sumo cuidado, Ashley se agachó a la altura de la cerradura, introdujo la llave unos milímetros y después dio un pequeño golpe en seco a la base de la llave.

— ¿Qué...? – se oyó decir al pelirrojo mientras la puerta se abría poco a poco con un chirrido.

Rápidamente ambas hermanas entraron y fueron a abrazar a George, que aún seguía abrazando sus rodillas en la cama.

— Estamos aquí, Geo, cariño... – susurraba la rubia mientras acariciaba el cabello del menor.

— ¿Que ha pasado? – preguntó Ashley unos minutos después, cuando George ya estaba más calmado, y ellas también.

— No lo sé, ha pasado algo con Eth – no pudo continuar, ya que Ashley lo interrumpió.

— ¿Ethan? ¿Qué te ha hecho? Dios en cuanto lo vea le voy a partir la boca.

— Ash, cálmate – le dijo Kasdeya, tocandole el hombro a su hermana – cuéntanos todo desde el principio Georgie.

El pelirrojo cogió aire en profundidad y después de soltarlo, empezó a hablar.

PEOPLE CHANGE (GirlsLove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora