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Cinco H.
∴═════ ✥.❖.✥ ═════∴Estaba en la cocina junto a las empleadas de la casa, justo ahora ellas eran mi única compañía pues mi esposo estaba de viaje de negocios.
Mi esposo era un mafioso y por lo que he oído uno de los más peligrosos, cuando me enteré que era un hombre tan buscado por la policía ya era demasiado tarde para dejarlo, estaba perdidamente enamorada de él.
Lo conocí en un restaurante donde se acercó a la mesa que compartía con unas amigas, tenía un encanto único que me llamó la atención desde el primer momento, no pude negarme a esa primera invitación a una cita solos los dos y después de un gran tiempo en el que confirme que me había enamorado locamente de él desde la primera vez que lo ví, decidí decirle que sí frente a un altar.
Y fue ahí donde la que debía ser la noche más especial de mi vida se convirtió en una gran pelea la cual casi nos separa.
El me confesó lo que era justo después de casarnos, específicamente en nuestra noche de bodas. Yo no podía con tal noticia, es decir el me había mentido y ocultado algo que iba a cambiar toda mi vida.
Esa noche llore y grite, incluso se me escapó una que otra bofetada hacia él. Me sentía engañada y no quería verlo. Pero como ya lo había mencionado él tenía un encanto único, el cual me hizo volver a sus brazos y aceptarlo como era.
Por muy molesta que estuviera yo ya lo amaba con locura y por muy mafioso que era yo no gobernaba sobre mis sentimientos. Simplemente lo amo.
Ambos vivimos en una hacienda alejada de la ciudad, rodeada de una gran seguridad. Mis familiares y amigos más cercanos no saben la verdad sobre él así que preferimos mudarnos lejos para evitar pasar por situaciones comprometdoras frente a otros y tener que dar explicaciones.
Justo ahora estaba prácticamente cautiva en esta gran hacienda (lo cual no era una molestia en lo absoluto), pues el estaba de viaje y por recomendación de el jefe de seguridad de la hacienda era mejor no salir de aquí pues era peligroso que se me vea sola y vulnerable.
Ya era un mes en el que estábamos lejos, lo extrañaba demasiado.
— Disculpe señora ___, ya está el almuerzo listo, desea comer en el comedor principal o quiere ir con nosotras al comedor del servicio — pregunta una de las empleadas más jóvenes.
Iba a responder pero mi teléfono sonó, al ver quién era una sonrisa se formó en mis labios.
— Vayan ustedes, supongo que está vez si tendré compañía en el comedor principal — comenté y ella sonrieron — porfavor, asegúrate que coman los chicos de seguridad de la primera entrada — la chica del servicio asintió y se retiró.
Al ver que se habían marchado contesté la llamada.
— ___, que bueno que contestaste, creí que estabas ocupada— comento mi esposo al otro lado de la línea.
— Hola amor — saludé mientras caminaba al comedor principal para sentarme.
— Enciende la cámara cariño, muero por verte — pidió y así lo hice.
Pude ver que estaba frente a su escritorio con su traje negro. Tan perfectamente atractivo como siempre.
— Espera que acomodo ni teléfono — hablé mientras apoyaba mi teléfono en la mesa para poder hablar con más libertad.