✩¿¡Atsushi Enamorado!? ✩

✷Capítulo 4✷

Mientras Atsushi y Akutagawa tenían su repentino encuentro en la heladería, en cierta parte de la ciudad en un oscuro callejón un mafioso malhumorado esperaba impaciente a cierta persona que lo había citado ahí.

-Oh Chuuya, sí viniste~- La voz cantarina de Dazai sonó por las sombras del callejón acercándose al pelirrojo con una sonrisa causandole molestia al pelirrojo.

-tsk, hasta que apareces, primero me haces venir a un callejón maloliente y después llegas tarde ¿Qué es lo que quieres Dazai?- Refuchó con molestia Chuuya cruzando los brazos curioso por el repentino encuentro entre ambos años ex compañeros.

-Siempre tan dulce Chuuya, a mi tampoco me hace alegría verte pero esto es un asunto de suma importancia- La voz de Dazai se tornaba seria con cada palabra que decía, parecía que de verdad era importante causando más curiosidad en Chuuya, no es que fuera chismoso claro.

-¿Hmn de verdad? ¿Qué es tan importante para que me llames después de tanto? Habla ahora Dazai, dí lo que tengas que decir-

-chuuya...-

El castaño pronunció casi en un susurró acercándose con lentitud y esa aura siniestra recorriendolo, se acercó con lentitud a su oreja para susurrarle, podía sentir su aliento en él.

-Mi hijo se quiere cuchiplanchar a tu hijo...-

Chuuya casi se ahora con su saliva.

-¿¡Qué!?-

-Estas sordo Chuuya? Mi hijo está enamorado del tuyo-

-Yo no tengo hijos-

-Ajá ¿Y el niño emo que tienes de subordinado qué?-

-¡Oye! con akutagawa no te metas...espera- Chuuya tomó agresivamente el cuello del saco de Dazai acercándolo a él con furia -Explicate Dazai-

-Te acabo de decir chuuya~ Atsushi mi subordinado está enamorado de Akutagawa-

-...¿El hombre tigre? Oh demonios-
Finalmente soltó a Dazai, se quedó en silencio por breves momentos, aún estaba procesando la información que su ex compañero le acaba de confesar.

-Es un gran problema si Atsushi se enamoró que nos dice que Akutagawa no se haya enamorado también, hay una posibilidad que sea mutuo-

-¡No! Me niego a que mi niño esté con el gato pulgoso que está a tu cuidado-

-¡Oye! Mi Atsushi no es pulgoso, es un tigre decente-

-Pues viendo a la persona que está a cargo del tigre no me da mucha confianza, luego y se le pegan tus mañas, yo no dejo que Akutagawa se junte con marihuanos- Chuuya cruzó los brazos.

-Para tu información Chuuya, Akutagawa me tiene puesto en un pedestal, si yo le doy la orden de que vaya y se trague a besos a Atsushi va y se lo traga a besos-

-tsk, admito que es cierto pero igual, si ellos dos se juntan en pareja no sabremos cuáles sean las consecuencias Dazai-

-No lo sabremos hasta que lo intentemos Chuuya~- de nuevo esa sonrisita boba de Dazai que se formaba en sus labios, solo significaba una sola cosa para Chuuya, Dazai tiene un plan, y esto no le da un buen presentimiento.

-¿A qué te refieres?-

-¿Conoces a Cupido Chuuya? Ese niño enano exhibicionista con alas y que dispara flechas a los enamorados-

-Oh no..-

-Oh sí...-

Dazai se acercó feliz a Chuuya colocando un brazo sobre su hombro- Felicidades Chuuya, desde hoy, seremos los cupidos de nuestros niños, el destino dirá que sucederá, si milagro...o desgracia-

Hubo un pequeño silencio entre ambos, Dazai esperando la respuesta de Chuuya y él solo pensaba acerca de su propuesta, una propuesta...un tanto atrayente.

-Bien, lo haré pero no creo que esto funcione, Akutagawa lo odia-

-Ay Chuuya que pesimista, bien, vamos una apuesta, si Atsushi y Akutagawa terminan juntos me invitarás a comer a ese restaurante, el Río Grande Grill pero si es como tú dices y no pasa nada entonces yo haré lo que quieras ¿Aceptas?-

-hmm...¿Lo qué yo quiera?-una risita salió de los labios de Chuuya- Bien, entonces ve preparando tu traje de payaso Dazai porque yo ganaré esta apuesta-

Dazai soltó una leve risita divertida -Bien, entonces trato hecho, el soukoku está en marcha de nueva querido Chuuya-

-Soukoku mis bolas, ahora sueltame bastardo- refutó Chuuya, Dazai aún seguía con su brazo rodeando su hombro.

-Ay pero no te enojes enano menopausico-

-¿¡Qué dijiste!?-

.
.
.
.