✷Extra soukoku✷

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(Advertencia va a ver algunas ascenas 🔞)

Dazai pov:

Verle ahí en el comedor tomando una taza de café bajo la oscuridad me hizo tener varios recuerdos de cierta época, aquella época oscura. Sus labios tomando con lentitud un sorbo de su taza, una imagen tranquila de Chuuya que a pesar de que aún estuviera ebrio se veía bastante calmado en esos momentos, me preguntaba en qué pensaba Chuuya, no losé la verdad pero ya no podía pensar bien, mis ojos se arrullaban con la lluvia que aún no paraba desde hace horas, sin darme cuenta me había quedado dormido en el sillón, durmiendo plascidamente...

(Hace 5 años dark era)

Me desperté repentinamente, abriendo mis ojos con rapidez que hizo que me doliera la cabeza, tallé mis ojos adormilados levantandome por fin de mi cama, ah que frustrante levantarse tan temprano, mi torso estaba desnudo y apenas contaba con mi ropa interior que sin darme cuenta la había puesto al revés, que rabia. Bostecé levemente con flojera y miré hacía mi costado con pesadez y ahí estaba él, un Chuuya de 17 años recostado a mi lado totalmente desnudo con una manta cubriendo su espalda llena de chupetones marcados en su pálida piel, su rostro apoyado en la almohada tan tranquilo como una nube, un total contraste comparado con el Chuuya agresivo cuando está despierto.

Habíamos tenido una noche bastante...entretenida, Chuuya y yo nos odiamos eso era claro pero desde hace unos meses habíamos comenzado un pequeño juego sexual entre ambos, nos divertíamos de vez en cuando sin ninguna otra intención, compañeros sexuales en pocas palabras, somos adolescentes y tenemos necesidades las cuales ambos cumplíamos a la perfección, al principio fue incómodo pero con el tiempo se volvió increíble, no iba a negar que Chuuya era genial en la cama, sus expresiones tan excitantes como sus sonidos que salían de su boca, era una rutina perfecta en mi opinión. Ambos hicimos un trato en el que nos veríamos cada que tuviéramos ganas, nos usábamos como juguetes sexuales, él quiere que folle su trasero y yo quiero follar su trasero, es una ganar ganar.

Le miraba por última vez, su cabello siendo iluminado por los rayos del sol que lo hacían brillar más de lo normal, no lo había notado pero su cabello estaba más largo que la última vez, acerqué mi mano hacía él tomando un mechón de su pelo, era suave, sedoso, me lo esperaba totalmente de alguien que ponía una hora en arreglar su cabello, no lo iba a negar, Chuuya era hermoso, demasiado para soportarlo, verlo tan pacífico dormido con su cuerpo al descubierto hacía que mi corazón latiera con fuerza pero quería pensar que solo era simple calentura.

Me acercaba inconscientemente a los labios de Chuuya, jamás nos habíamos besado en estos meses, era gracioso, habernos visto, tocado hasta el más mínimo rincón de nuestro cuerpo pero jamás habernos dado un simple beso, que cruel. Me acercaba a sus labios, sus labios rosados y delgados que se veían tan deseables, mi corazón no dejaba de latir, hubiera sido un momento emocionante si chuuya no se hubiera despierto tan repentino dándome un cabezazo.

-¡Ah! ¿¡Qué hora es!?- preguntó Chuuya levantándose eufórico mientras sobaba mi pobre mentón que había sido golpeado por la cabeza de Chuuya.

-oh Chuuya que pena informarte pero son las 12 de la noche y como no fuiste a trabajar el jefe te despidió por holgazán-

-¿¡qué!?-

-nah no es cierto, apenas y son las 7 de la mañana, el jefe ni siquiera nos ha convocado- reí por la cara de chihuahua asustado que Chuuya había puesto en se momento.

-¡Tú maldito!- gritó con furia lanzándome una almohada que pegó a mi rostro.

-¿Aún tienes fuerza Chuuya? Cómo ayer decías que no podías más pensé que no podrías mover ni un dedo hoy~- añadí pícaramente mirando como el rostro de Chuuya se tornaba rojo aunque era difícil saber si era por vergüenza o por enojo.

✩¿¡Atsushi Enamorado!? ✩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora