04.

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La pequeña niña comenzó a golpear el cristal del ventanal, Hao dio un paso atrás como si eso pudiera detenerla.

—Dentro de un edificio en ruinas —canta la pequeña mientras sonrie—. Justo en el pasillo principal...

—¡H-hanbin! —le grita, el miedo lo tiene paralizado. Trata de mover nuevamente sus piernas para poder escapar, sin embargo, es como si alguien le estuviera agarrando los pies—. ¡Hanbin!

—¿Hyung? —responde caminando hacia el comedor, el castaño ya está en su campo de visión pero antes de poder cruzar la puerta, está se cierra de golpe—. ¡Hyung! —exclama a la par que comienza a mover la perilla, pero esta se encuentra trabada.

Al fondo hay una habitación, donde están los niños que el tiempo olvido... —el pelinegro comienza a temblar de una manera exagerada, aquella niña de cabellos cafés opacos comienza ladear su cabeza mostrándole más a fondo sus orbes negros—. Ellos esperaban que llegaras desde hace tiempo atrás, ¡me siento muy feliz! —dicho esto, sonrió mostrando aquellos dientes afilados y casi podridos.

—¡Basta, por favor! —lloriqueo Zhang Hao, no quería cerrar sus ojos pues no sabría si aquella niña podría moverse.

Todos lo estamos —el pelinegro sintió como algo tiraba de sus brazos, como si unas manos inocentes buscaran, justamente, jugar con él—. Por favor, quédate.

—¡N-no me iré! —se adelanta a decir cuando siente pequeñas risas andar por sus piernas—. Pero para, ¡por favor!

Girando, girando, de aquí no podrás irte —y como si aquellos niños pudieran mover todo su cuerpo, sintió como lo jalaban de los brazos para poder comenzar a girar, tal y como decía la canción. El pelinegro pudo ver como aquella niña traspasaba el ventanal—. Girando, girando, ¡este juego no termina!

—¡Hanbin! ¡Hanbin! —gritaba Hao, pero en respuesta solo podía escuchar como la trataba de girar sin éxito alguno.

A la hora que desees, puedes unirte a nosotros. Girando, girando. Dime, ¿quién esta detrás de ti? Recuerda, el secreto esta dentro de los niños, girando, girando...

—¡Hyung, solamente no contestes y no abras los ojos, solamente es un juego. No debes dejar que te tiren! —habló Hanbin. El pelinegro tembló, pues sus pies comenzaban a fallar.

Los niños que han perdido, girando, girando, no podrán irse —ahora esas tres presencias que se encontraban comenzaron a cantar juntas—. Llegando la tarde, ellos cortaran sus cuellos. Girando, girando. Dime, ¿quién está detrás de ti? Incluso aunque nos cortaran la cabeza o brazos, seguiríamos riendo —los pies de Hao comenzaban a fallar—. Girando, girando, de aquí no podrás irte. Girando, girando, ¿acaso no quieres ser mi amigo? Dinos a todos nosotros que jugaras para siempre.

Hao cerró sus ojos, sintió como liberaban sus brazos y su cuerpo se tambaleaba.

Dinos, ¿quién está atrás de ti?

Dejaron de cantar, dejando un silencio violento en la habitación; Hao solamente estaba de pie, cubriendo rostro que sintió como unos brazos lo estaban rodeando. Finalmente, soltó un sollozo.

—T-tranquilo, t-tranquilo —tartamudeo Hanbin, Zhang Hao casi por instinto se giro y lo abrazo tomándolo de la cadera, demasiado fuerte. Apegándolo de una manera exagerada a él—. Ya termino, iremos a dormir y estarás bien, ¿sí? Solamente fue un juego.

—No me sueltes, no me sueltes —suplicó aferrándose. Su primera noche no había resultado bien.

—A Eurus le gusta jugar mucho, si juegas con ella no te pasará nada malo.

hanbin house ♡ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora