—ChangKyun— por la mañana, JooHeon irrumpió en su hogar como si fuera propio. Marchó directo a la cocina, donde sabía que estaba, dejando un par de bolsas de compras sobre la mesa isla en el medio, donde estaba sentado —Creo que soy gay— tomó asiento en frente suyo, bajo su atenta e incrédula mirada.
Im sostenía una taza de café contra sus labios, estático, en la posición en que se encontraba desde que Lee lo sorprendió con su llegada.
—¿Tú? ¿Gay?— rió, siguiendo con su desayuno.
—No lo sé ¿Tú cómo supiste que lo eras?
ChangKyun comenzó a toser el poco café que había intentado tragar. Maldito hombre tan directo, pensó —Yo no soy gay.
—¿Cómo que no?
—Pues no— se encogió de hombros, desviando la mirada —Sólo creo que voy a estar con quien tenga que estar por su esencia, no por su género o sexo.
—Vaya, que profundo— Lee abrió una de las bolsas para sacar varios comestibles, los espació sobre la mesa en frente de su amigo y siguió manejándose por la cocina ajena en busca de algo para tomar.
—¿Por qué crees que eres gay?— ChangKyun observaba cada movimiento detenidamente, era su pasatiempo favorito el ver cada músculo bien trabajado de Lee tensionarse y marcarse debajo de la tela de su ropa.
—Fui a un bar gay con KiHyun...— hizo una pausa esperando algún gesto de desaprobación de Kyun, pues sabía que esa amistad no era de su agrado. Al oír que el menor bufó, sonrió de lado y continuó con su relato —Creyó que mis problemas con Serry eran por otras cosas y pues, no lo sé, bailé con un par de chicos, besé a uno... Pero no sentí nada en especial.
—¿Entonces?— sonó quizás un poco molesto.
—¿Recuerdas...
Rápidamente, Chang lo interrumpió, moviendo sus manos en forma de negación —Oh no, no y no. Nada de recuerdos. Que miedo.
—Shhh— el moreno volteó y llevó el dedo índice a sus propios labios. —Esa vez que te pedí besarte para aprender.
—Ajá— cubrió su rostro caliente con ambas manos, quería desaparecer. Su primer beso y con el hombre que le había hecho dar cuenta de que en su vida no estaría solo con mujeres.
—Quiero que me ayudes a saber si soy gay.
—¿Qué?— lo descubrió, ahora helado —No, JooHeon. Creo saber por dónde vas y no me gusta nada.
—Vamos Chang, somos amigos. Eres el único en el que confío en el mundo para esto.
—Joder, Heon. Es demasiado. Es como coger con mi hermano ¿Entiendes?
Lee pareció genuinamente sorprendido, tomó su vaso de jugo y lo dejó sobre la mesa —¿Coger? Yo nunca dije coger.
ChangKyun enrojeció, maldito sucio. —Es un decir...
—Igualmente era la propuesta que venía ahora, ¿En serio es un "no"? Vamos... Sé que no coges hace un buen tiempo.
Ok, el hombre tenía un buen punto, pero de igual forma retrocedió —No importa, no serás quién me rompa el culo hoy.
—ChangKyun...— el rostro de Lee comenzó a tomar otra forma, una más tierna, sabía que siempre se salía con la suya si aplicaba esa técnica.
—Eso es algo más íntimo para mí, no hay forma.
Desistió, su cara volvió a su estado normal y asintió —Tu "yo" del pasado estaría feliz por esto, Kyunnie pervertido.
Pausa. ¿Qué? —¿Tú cómo sabes eso?
—Leí tu diario... Varias veces— tomó un paquete de galletas, comenzó a rebuscar entre ellas alguna de su agrado —De hecho estaba tanto de él y lo que escribías— hizo una pausa y levantó la mirada, juguetón sonrió —Pervertido.
Im podía sentir claramente como cualquier tipo de sensación abandonaba el cuerpo junto con su alma. ¿Cómo JooHeon había llegado a encontrarlo y leerlo? Pero lo que más le preocupaba era ¿Cómo podía estar tan tranquilo luego de leer su descargo más íntimo de adolescente hormonal con su primer crush en las más sucias oraciones que a alguien se me podría ocurrir? —Nunca dijiste nada ¿Por qué?
Se encogió de hombros, sonriendo —No lo sé. No era incómodo para mí, de hecho tu escritura era bastante ingeniosa.
—Ahg— agachó la cabeza negando. Los recuerdos de aquellos textos volvían a invadir su memoria, queriéndose enterrar más en un pozo cien metros bajo tierra para no volver a salir nunca más. Salvo que, esta vez se trataba de JooHeon, su casi hermano JooHeon, no era tan incómodo por más que estuviera horriblemente expuesto.
—"Su toque en mi es tan chispeante que no dejo de imaginarme cómo se sentiría si estuviera en mí"— citó, dejando a ChangKyun boquiabierto
—Cállate.
—"Me sorprendí sonriendo, pero me sorprendí aún más cuando noté que estaba pensando en ti"...
—¡No! ¡Basta!— lloriqueó, también riendo. ¿Cómo había podido ser tan descuidado?
—Ey, no está mal, me levantaste el autoestima por las nubes.
Cruzó los brazos en frente suyo, sobre la mesa, y bajó la cabeza hasta esconderla entre ellos —Idiota— soltó.
JooHeon rió.
No podía verlo pero sentía el sonido de su cuerpo despegándose del asiento y las pisadas hacia su persona, hasta el calor de la presión que la diestra de Lee le daba sobre el hombro.
—Está bien, Chang. Lo único que me molesta es que no me lo hayas dicho, pero también lo entiendo.
Ahora cada una de las grandes manos se correspondía con cada uno de sus propios hombros. Comenzó a moverlas, apretando y soltando, en forma de masajes, una acción totalmente común de su parte.
—¿Para qué te lo iba a decir?— se enderezó, disfrutando la atención —Y no creas que estos masajes me harán cambiar de opinión.
—Lo sé, lo sé... La oferta sigue en pie, de todos modos.
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