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Extrañado por su repentina ausencia, ChangKyun hizo uso de la copia de llaves que el moreno le había dado para su departamento.

Abrió la puerta, sabiendo que Lee se encontraba en casa porque su auto estaba en la cochera.

Le extrañó ver, a excepción una tenue lámpara, que todas las luces estaban apagadas, pues JooHeon solía hacer uso excesivo de ellas.

Sabiendo que su mejor amigo estaría en su habitación, se guío hasta ella, alzando la voz al abrir la puerta y ver que estaba allí, recostado en una esquina de la cama dándoles espalda, sólo con la luz de su celular alumbrando.

—No contestas mis llamadas— alzó la voz, sabiendo que al abrir la puerta se había hecho notar por más que Lee no había reaccionado —No he recibido mensajes ni contestas los míos— comenzó a acercarse, todavía quejándose —Tampoco pasaste por mi casa ¿Qué te su...— llegó a rodear la cama, encontrándose al rostro triste de su amigo iluminado levemente, bañado en lágrimas húmedas y ojos cristalizados.

—¿Honey? ¿Qué tienes?— rápidamente encendió la luz de noche y se arrodilló en frente suyo, quitando el celular de sus manos para que su mirada se posara en él.

Lee apretó los labios, conteniendo una mueca de dolor. —La extraño tanto, Chang— murmuró en un hilo de voz, rompiendo el corazón de su amigo en mil pedazos al comenzar de nuevo con su sollozo.

—Oh, ven aquí— ChangKyun se aproximó más con los brazos extendidos, sintiendo que se había convertido en el hogar de JooHeon y nunca jamás quería dejarlo solo, ni por un segundo.

Quizás le estaba empapando la ropa de lágrimas, pero no le importaba en lo más mínimo, mucho menos porque él también estaba llorando y sus lágrimas se resbalaban por la espalda desnuda de Lee sin pena.

—Voy a traerte algo para el dolor de cabeza, ya vuelvo— murmuró, separándose sin quererlo, sabiendo de sobra que su amigo sufría de terribles dolores al llorar y nunca hacía nada al respecto.

Este asintió, intentando secarse el rostro, sintiéndose tremendamente afortunado de tener a alguien como Im en su vida.

Así como se fue, volvió con las manos llenas: pastillas, agua, dulces, pañuelos y una manta extra.

Rodeó la cama y se recostó del otro lado, dejó todo en el medio y comenzó a ofrecerle una por una las cosas.

JooHeon tomó la pastilla para la cabeza y utilizó los pañuelos, realmente no tenía humor para comer nada en ese momento.

Terminó recostado sobre el hombro de ChangKyun, que estaba sentado contra el respaldo de la cama y ahora acariciaba su cabello como sólo él sabía hacerlo para calmarlo.

—Está bien que llores, Honey... Que la extrañes, yo también lo hago. Pero no te quedes solo, por favor— comenzó a hablar Im —Aunque sea dímelo por mensaje.

Desde que la señora Lee había pasado a otro plano, había comenzado a preocuparse más por JooHeon, en todos los aspectos posibles. Si ya eran inseparables para ese entonces, a partir de ese momento se habían vuelto uno.

—Gracias, Kyun— murmuró tras calmarse y con el pasar del tiempo, Lee se enderezó, enfrentándolo.

Ambas miradas vidriosas se acercaron. JooHeon no sabía si era el mareo de su cabeza que le hacía actuar sin razón o si, quizás, necesitaba aún más calor para sanar su corazón. Pegó su frente a la contraria, cerrando los ojos al ver a ChangKyun hacerlo, concentrándose sólo en la respiración contraria contra la humedad de sus labios.

—Heon— advirtió el pelinegro. Aunque había sonado más como una invitación.

Así que obedeció, pegó ambos labios en un pequeño beso, distinto a los que habían compartido anteriormente.

Fue solo un toque, un momento, una chispa. Pero pronto volvió al ataque, manteniendo la suavidad, esta vez más prolongado.

ChangKyun tomó sus mejillas y él sostuvo sus delgadas y frías manos por encima. Comenzaron a moverse uno sobre el otro, se comprendían, era simplemente afecto mutuo.

Sus respiraciones se hacían pesadas, pero la intención seguía igual, suave y cariñosa, nada de segundas intenciones.

Así de pronto se alejaron, sin decir una palabra, se acomodaron uno al lado del otro, encajando como un rompecabezas. JooHeon se durmió casi al instante; ChangKyun, no.

No dejó de acariciar su cabello mientras se planteaba seriamente la situación con su mejor amigo.

—¿Sales?— entreabrió los ojos, cegado por la luz encendida de la habitación

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—¿Sales?— entreabrió los ojos, cegado por la luz encendida de la habitación.

JooHeon le daba la espalda, pero le llamó la atención cómo estaba vestido decentemente y colocándose perfume.

No supo en qué momento había quedado dormido pero tampoco se sorprendió ni se extrañó, era como dormirse en su propia casa al fin y al cabo.

Lee se volteó y asintió —KiHyun-hyung me invitó a una fiesta y...

—¿Fiesta?— de repente todo el sueño se había esfumado —¿KiHyun?

—¿Quieres...?

—Me alegra que te sientas mejor— interrumpió nuevamente, levantándose de la cama y colocándose las zapatillas bajo la atenta mirada del moreno. No le dio más lugar a decir nada cuando tomó sus cosas y le pasó por al lado —Me voy— sentenció sin siquiera mirarlo y salió dando un portazo.

En el camino revisó su celular, no era tan tarde se ve, apenas las once de la noche.

Im ChangKyun
Shownu!
11:23 P.M.

Siento dejarte plantado, tuve una emergencia...
11:23 P.M.

Tú sigues disponible ahora?
11:24 P.M.


Se odió. Mejor dicho, se sintió un imbécil en ese momento y se arrepintió de todos los momentos anteriores también.

Dejar plantado a un tipo genial como Shownu por preocuparse por JooHeon ¿Y así le pagaba?

Shownu
Hey, ChangKyun.
11:30 P.M.

La reunión fue realmente aburrida, hiciste bien.
11:30 P.M.

Ven aquí, tomemos algo.
11:30 P.M.

Ver ubicación 📍
11:31 P.M.

Genial. Pensó Im, colocando el GPS en su móvil y tomando la ruta más cercana. Veamos si Yoo KiHyun se preocupa tanto por tí como yo, JooHeon.

 Veamos si Yoo KiHyun se preocupa tanto por tí como yo, JooHeon

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Heoney.

El cap que sigue es más lindo, lo prometo. 🤭

3 A.M. | 𝒋𝒐𝒐𝒌𝒚𝒖𝒏 ʰDonde viven las historias. Descúbrelo ahora