Love me like you | Bangchan

Bowling

—Hey. — Sonrió.

—Hey. — Devolví la sonrisa. — Invité a Dafne y Camil, espero no te moleste.

—Nop. — Negó. — Suban a la camioneta.

—Es mi primera vez en un bowling, por favor no me humillen. — Dijo la morena una vez arriba de la camioneta.

—Cierto lo olvidé. — Se quejó la pelirrosa. — Lea se mi pareja voy a perder si me quedo con Camil.

—Lo siento, ya te la gané. — Rió Chris.

—Se te va a borrar la sonrisa cuando les ganemos. — Dijo y reimos.

♡♡♡

—Estos zapatos no combinan con mi outfit. — Comentó Camil mirando los zapatos especiales para jugar.

—Pareces un payaso. — Bromeó la pelirrosa haciéndola carcajear.

—¿Quién empieza? — Preguntó Chris.

—Yo. — Minho levantó su mano.

Con una chuza de parte de Minho dimos inicio al juego — Por no decir guerra — A pesar de que era la primera vez de Camil en un bowling ella y Dafne llevaban la delantera, en algunos momentos Minho y Jisung remontaban o Chris y yo lo hacíamos, pero al final por mas que intentamos remontar no pudimos y ellas terminaron ganando.

—Amé el bowling, invitenme mas seguido. — Comentó la morena haciéndonos reír.

—Si nos vas a ganar no. — Contestó Jisung fingiendo molestia.

—Hay que aprender a ser un buen perdedor. — La pelirrosa sobo su espalda mientras reía.

—Chan, Hyunjin me envió un mensaje avisando que están en el departamento de las chicas. — Dijo Minho y compartieron miradas sospechosas.

¿Qué traman?

Caminábamos hacia el estacionamiento, Chris caminó lento y yo le seguí el paso dejando a los chicos caminando delante de nosotros.

—¿La pasaste bien hoy? — Preguntó inclinándose ligeramente para mirarme.

—Si, aunque no esperaba ver a Camil ganarme en su primera vez jugando. — Reí mirándolo.

—Minho estuvo a punto de lanzarle la bola a la cabeza.

—Parecía que le salía humo por las orejas.

Chris soltó una carcajada mostrando su blanca dentadura y achinando sus ojos, la carcajada que soltó hizo que su cabello recién teñido de negro se alborotara cayendo sobre su frente, en automático me quedé embobada por la imagen.

—¿Qué pasa? — Preguntó dejando de reír y acomodando su cabello sin dejar de mirarme.

—¿Mmm? — Pregunté aun mirándolo perdidamente.

—Parece que me quieres comer con la mirada. — Volvió a reír pero esta vez ruborizado.

—¡Ay! Lo lamento. — Cubri mi cara con mis manos. — Que pena.

—Esta bien. — Bajo mis manos de mi cara. — Solo no lo hagas en público, porque me dan ganas de besarte aqui mismo y no puedo. — Dijo y los dos abrimos los ojos por la repentina declaración.