~•°Capítulo Único°•~

51 5 2
                                    

Una fresca brisa choca con delicadeza contra mi rostro. Estoy caminando por algún lugar que desconozco y un pitido raro suena de fondo. No tengo idea de que será, solo se que cada músculo de mi cuerpo se siente tan relajado, como si estuviera durmiendo entre las nubes, así que ignoro por completo el sonido.

La frescura de mi rostro es sustituida por un aliento cálido, aunque alrededor mío no hay absolutamente nadie. Una voz que me llama, resuena por el vacío lugar y el pitido que escuchaba se vuelve molesto.

...suke

...Sasuke

- ¡¡Sasuke!! -

Abro los ojos de golpe, viendome en mi cama, entre sábanas y almohadas blancas. El pitido dejó de sonar. Estaba dormido.

- ¡Sasuke! ¡Hasta que por fin despiertas! ¡Pensé que habías muerto! - esa voz tan gritona, solo puede ser Naruto

Enfoqué bien el lugar donde estaba, solo para descubrir que, en efecto, el que me llamaba era el rubio cabeza hueca. Pero no desde una posición normal de donde cualquiera llamaría a alguien dormido (a un lado de la cama), no, Naruto Uzumaki tiene que ser la excepción de la regla, así que ¿por que no ponerse encima mío?

Si señores, el idiota está sobre mi, con sus manos acorralado mi rostro y sus piernas a un lado de las mías. Su aliento va directo a mi cara cada vez que respira y su melena rubia roza mi frente.

- ¿Qué? - pregunta confundido y con una ceja alzada al ver que me le quedo viendo

- ¿¡Como que "qué"!? ¡Estás encima mío y... - un recuerdo de la noche anterior vino a mi mente, interrumpiendo mi reclamo. El recuerdo de que luego de ducharme estaba tan cansado que tiré la toalla a una silla y me dormí sin siquiera un bóxer.

El calor subió por mis mejillas niveas, tornandolas de un color escarlata.

- ¿Y ahora por qué te sonrojas? - vuelve a preguntar, aún más confundido el atontado rubio

- Quítate - hablo con calma, una cosa es que mi rostro enrojesca y otra muy distinta es que yo admita que me da pena que esté tan cerca conmigo desnudo, aunque nos separa una sábana.

- ¿Y si no quiero, qué? - una sonrisa pícara se forma en sus labios. Él quiere molestarme

- Naruto, quítate - mi voz sale más severa, pero él amplía su sonrisa

- Quítame tú- y lo haría, lo haría si no estuviera en pelotas y el tuviera su cara a centímetros de la mía (el beso de la academia me sirvió de experiencia)

Mi cara expresa una mueca de aburrimiento, haber si con esto se quita al ver que no me molesta su actitud, pero sucede todo lo contrario. Al parecer una idea grandiosa le vino a la mente, porque sus ojos azules brillaron con travesura.

Él quitó las manos que aprisionaban mi rostro, pero en vez de dejarme libre, bajaron hasta mis costillas y comenzaron a moverse.

- ¡Naruto, no! - grité removiendome debajo de él, intentando empujarlo. Cabe destacar que no tengo cosquillas, pero la piel de mi pecho es sensible al tacto y al estar desnudo, la cosa empeora.

Naruto no para de reír como foca, parece que al que le estén haciendo cosquillas es a él y no a mí.

- ¡Ya sueltame, usuratonkashi! - grité enojado, esto ya me estaba empezando a molestar bastante

- Jajaja, ¡nunca! - él seguía riendo como loco, hasta que lo que intentaba evitar, pasó:

Su mano rozó mi pezón provocando un escalofrío en toda mi columna vertebral, pero gracias a mis buenos reflejos, di una fuerte patada en su abdomen, antes de que un gemido vergonzoso escapara de mis labios.

Sasuke's Birthday Donde viven las historias. Descúbrelo ahora