Poder

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Theo agarró su varita, nudillos blancos temblando, sus palmas sudando. Su mano cayó al suelo como si pesara una tonelada, y la mirada de Harry se deslizó rápidamente hacia el rostro pálido y húmedo de Theo, las venas negras retorciéndose y enroscándose hacia su cuello.

"¿Puedes pararte?" preguntó Harry, apoyando una mano en el hombro de Theo.

El rostro del chico adquirió una expresión de inmensa concentración, y se levantó unos dos centímetros del suelo antes de desplomarse, respirando con dificultad.

"Está bien," dijo Harry. "Puedes conjurar igual de bien desde el suelo."

"¿Estás seguro de que no hay otra manera?" preguntó Theo en voz baja.

"¿A qué te refieres?"

El chico más joven miró a Harry, devastadoramente inocente, "¿No está mal la magia oscura? No quiero que me envíen a Azkaban."

Harry suspiró, "La magia oscura no está mal. Es una rama de la magia que es tan importante como la magia de la luz, simplemente ha sido etiquetada como 'malvada' porque algunos magos y brujas la usan para-"

"¿Matar personas?" completo Theo, su voz fina.

Harry soltó su hombro, "Sí, entre otras cosas." Se puso de pie, limpiándose los pantalones de cualquier suciedad inexistente. "Ese ritual de sangre que realizaste está clasificado como magia oscura. ¿Qué hizo?"

Theo levantó la vista de su lugar en el suelo, "¿Te salvó?"

Harry sonrió, "Correcto. ¿Preferirías que hubiera muerto?"

"¡No!" exclamó Theo. "Quiero decir- no. No quiero que mueras."

Harry consideró al chico. Tenía el potencial para tanto. Había un fuego que ardía en él que le recordaba a Harry a sí mismo, lo que era tan emocionante como preocupante. Sin la enseñanza adecuada, el fuego lo quemaría, como lo estaba haciendo en este momento. Theo no tenía ningún uso para James y Lily Potter, Voldemort podría enseñarle más, Harry solo necesitaba convencerlo. Theo necesitaba tomar la decisión por su cuenta.

"¿A quién odias, Theo?" preguntó Harry, caminando hacia el centro de la habitación.

Las cejas de Theo se alzaron ante la repentina pregunta cuando Harry conjuró un muñeco de madera, su cara suave y sin expresión, sus miembros torpes y desnudos.

"¿Disculpa?" preguntó Theo.

Harry se giró para mirarlo, con las manos detrás de la espalda, "Encuentro que hechizar a alguien que odias hace que la experiencia sea más agradable. Entonces... ¿a quién odias, Theo? Qué persona te hace querer gritar cada vez que la ves." Se quedó en silencio por un momento antes de sonreír un poco, "Puedes decir Voldemort, no me importa."

Theo negó con la cabeza de inmediato, "No odio a Voldemort."

¿Oh?

"¿No?" dijo Harry, "¿Por qué no? Tienes suficientes razones."

"No lo hago, sin embargo. Ha matado gente, pero... tú también lo has hecho. Y no te odio."

"Él me tomó," dijo Harry, "Él- él me robó."

Nunca antes lo había dicho en voz alta, y le costó mucho no encogerse cuando lo hizo. Harry no fue tomado. Fue liberado, fue elevado a una posición de poder, de respeto. Lo único que le robaron fue su potencial de mediocracia.

"Él te crió," dijo Theo. "Él no te lastimó-"

Lo matarás ahora mismo. Diffindo lo hará.

Hijo de un LordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora