Hijo de un Lord

La petición de Lily

Theo Potter

Theo se sentía... bien.

Sorprendentemente bien.

Se sintió más fuerte que nunca antes. Su magia surgía fácilmente en las clases, se concentraba mejor cuando estudiaba. Estaba empezando a pensar que toda esta 'adicción a la magia oscura' era lo mejor que le había pasado en mucho tiempo.

Eso no quiere decir que las últimas semanas no hayan sido difíciles. Sus sesiones nocturnas con Harry eran brutales e implacables, pero salía más fuerte.

"Necesitas controlar la magia," siempre decía Harry, "no al revés."

Esa fue probablemente la mejor parte de todo el escenario, pensó Theo mientras se sentaba en Transformaciones, habiendo ya transformado su cucharilla en una mariposa que se retorcía en su mano; llegar a pasar más tiempo con Harry. Ahora eran realmente hermanos y Theo no podría estar más feliz.

La mariposa se retorció de nuevo, más violentamente esta vez.

Realmente ya no entendía por qué todos desconfiaban tanto de Harry. Era el estudiante perfecto, era cortés con sus profesores y ayudaba a Theo con la bondad de su corazón.

La mariposa se aferró, batiendo sus brillantes alas naranjas una vez antes de que se volvieran negras y duras como piedra, frías en las manos de Theo.

No le dedicó ni una mirada.

Porque eso era parte de todo este desastre, le había dicho Harry. Su magia era más fuerte, claro, pero ahora más inclinada hacia la magia oscura. Pero eso estaba perfectamente bien porque 'Toda la magia es importante y es ignorante ignorar una rama entera debido a un prejuicio.' Palabras de Harry, por supuesto.

"Eh, ¿Theo?" Theo giró la cabeza y vio a Ginny mirando la mariposa ennegrecida que tenía en la mano. "No creo que deba verse así."

Theo miró hacia abajo, cerró el puño y aplastó la mariposa, con ceniza negra manchando su palma. Miró a Ginny, que tenía los ojos entrecerrados. 

"Aún no lo domino," se encogió de hombros, "seguiré practicando."

Los ojos de Ginny no dejaron su mano, "No Theo. Quiero decir, realmente no se supone que se vea así-"

En ese momento, McGonagall apareció frente a su escritorio, "Señor Potter, ¿qué es esa porquería que tiene en la mano?"

Theo consideró mentir por un momento, pero decidió no hacerlo, "Uh, ¿es mi mariposa, profesora?"

Las cejas de McGonagall se alzaron y extendió su mano, "Muéstramela, ahora."

Theo, vacilante, levantó el brazo y se sobresaltó cuando ella lo agarró y acercó la palma de la mano a su cara.

"¿Qué...?" murmuró, "Señor Potter, ¿qué le hizo exactamente a esta pobre criatura?"

Theo parpadeó, "Yo- yo um-"

"Fui yo," soltó Ginny, "estaba siendo estúpida y accidentalmente, uh, quemé su mariposa."

McGonagall soltó la mano de Theo y miró a Ginny sin impresionarse. "Tú," hizo una pausa, y Theo quería morir, "¿lo quemaste?"

Ginny asintió frenéticamente, "¡Sí! Lo siento mucho profesora, no volverá a suceder, lo juro."

Theo simplemente sabía que McGonagall no creía ni una palabra de eso, pero ella asintió lentamente de todos modos, mirándolo a los ojos, con una gran sospecha en su mirada. "Entonces, diez puntos menos para Gryffindor," dijo, frunciendo los labios y alejándose.