El sonido de las llamas. [BL, Kimetsu no yaiba]

Un lindo amanecer

A pesar de qué se elevó el número de contendientes, la luna no se vería intimidada. Por el contrario, la euforia del combate aceleró su corazón y pulso, cómo una fogata alimentada por leña. No era la primera instancia en la qué debía medirse con dos pilares, y desde luego, no sería la última.

─ atacar los dos de frente no surtirá efecto. Presionemos por distintos ángulos, de forma simultánea hasta conseguir un hueco en su defensa, por el cual decapitarlo ─ Rengoku tardó un poco en comprender la mecánica de su oponente. Consistía en un estilo poco ortodoxo, basado más en la brutalidad qué la efectividad.

─ recibido. Iré por la izquierda ─

En un arranque explosivo, ocuparon diferentes costados, en un intento de desviar su atención lo más posible. Akaza dándose cuenta de su plan, se movería en contra de esta estrategia, dirigiéndose en un ataque frontal al hashira del sonido, en un intento de conectarle un puñetazo.
Tengen lo frenó en el acto, bloqueando y atacando al mismo tiempo
A pesar de qué la confabulación había fallado en un primer intento, el plan seguía siendo el mismo.

Rengoku busco su nuca mientras el demonio estaba entretenido con su compañero, pero tal parecía qué también tenía ojos en su espalda, puesto qué se trasladó zigzagueando entre medio de sus cortes. Aún así, su cuerpo había sufrido varios tajos a lo largo de su piel. No eran importantes, pero comenzaron a ser frecuentes. Lo suficiente, para qué la luna se pusiera severa.
Golpeando el suelo, utilizó una vez más su técnica de sangre: "aguja de la brújula".
Su fuerza y velocidad se vieron incrementados, aumentando aún más la brecha entre ellos.

Las tornas habían cambiado, ahora el demonio era quien marcaba el ritmo del combate. Mientras qué los pilares, se verían agobiados y resignados a mantenerse a la defensiva, bloqueando y evadiendo sus descomunales golpes. Que aún así, lograba traspasarlas, dejándoles múltiples heridas desgastantes.

─ ¡¡Rengoku, intentaré generar un hueco!!

Uzui, Desplegando las cadenas de sus armas, las cuales las unían mutuamente, utiliza la extensión, para hacer de sus duales unos nunchakus sumamente peligrosos. No podía atacar con problemas, pero esa no era la idea.
Moviéndolos de forma caótica, consigue qué el demonio enfoque toda su atención en defenderse de los impredecibles cortes, qué llovían en todas direcciones.

En un arrebato de valentía, kyukuro se reubica con rapidez en la espalda de su adversario, aprovechando la distracción, y blandiendo su anteúltima forma del aliento de la llama, lograría cortar una porción del cuello de la luna. Sin embargo, esto causaría que la espada se quede atascada por un breve momento.

Sin desaprovechar este descuido, Akaza giraria rápidamente todo su cuerpo, con un golpe a brazo extendido que impactaria en Rengoku, elevandolo del suelo a grandes velocidades.

–¡¡Rengoku!!– Grita Uzui preocupado, que en una explosión de velocidad, atacaría directamente la retaguardia del demonio, direccionando sus espadas-nunchakus a su nuca.

Viendo venir esto gracias a su técnica de sangre, la luna superior se abre de piernas para esquivar el ataque, para después apoyar sus manos en el suelo y dar una potente patada en el plexo solar.

Uzui sería enviado unos metros hacia atrás, donde esta posicionado anteriormente. Con saliva saliendo de su boca debido al duro golpe e inhalando grandes bocanadas en busca de recuperar el oxígeno perdido.

Al otro extremo del lugar, estaría Rengoku elevándose lentamente del suelo, reincorporando su postura de batalla, y preparándose para el siguiente asalto.

El demonio estaría justo en medio de estos dos, con una expresión ligeramente emocionada por la batalla que estaba teniendo. Flexiona sus brazos hacia delante con las manos entrelazadas, hasta escuchar tronar sus dedos, seguido de acomodar ligeramente su centro de gravedad, extender su pierna derecha y retraer la izquierda, su brazo derecho extendido horizontalmente con la palma mirando hacia afuera y, el brazo izquierdo a la altura de sus costillas;Akaza adoptaría su distintiva pose de pelea.