En un mundo donde los encantos se entrelazan con las traiciones y el deseo arde como un fuego inextinguible, se desenvuelve la saga de los Sempiternos: seres de una belleza sobrecogedora, condenados a una perdición inevitable.
Rubí, nieta de la Mona...
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Debido a la repentina y trágica muerte del Líder Beiron, y la masacre de sus guardias, la situación se estaba volviendo cada vez más caótica. Luego de que la abuela hablara con Unai para pedirle‒ordenarle que asistiera a una competencia de arquería pública fingiendo que nada sucedía, se había visto forzada a regresar a Shade para reunirse nuevamente con los Reyes, ellos estaban buscando una solución a la situación, o dicho correctamente, estaban buscando una buena mentira que decirle al pueblo. No podían contar que el Líder de los Geda había sido asesinado en su propio lecho.
Audri ni siquiera había podido pasarse tres minutos en la fortaleza antes de que los Caballeros Sacros fueran convocados para registrar el castillo Beimot en busca del culpable de lo sucedido con los guardias y el Líder.
Yo sabía que no encontrarían nada, estaba segura de que Callahan no había dejado huellas, pero, y solo por pura precaución, decidí ir a encontrarme con él para decirle. Según Audri era una misión secreta que la abuela había ordenado personalmente. Pese a ello, cuando me encontré con Callahan en el Nest, él ya sabía de ello, y cuando le pregunté cómo lo sabía solo se encogió de hombros diciendo que era lo esperado de mi abuela.
Un tiempo después, Sami y Cozmo llegaron junto a un chico, que según ellas era otro miembro de la Corte del Cuervo, y que era un cazador, pero más que eso, era un espía en la Corte Geda y tenía información crucial para Callahan. Por ello nos encontrábamos en la sala de reuniones, con todos ellos ocupando su lugar mientras yo me ponía cómoda sobre una repisa que estaba pegada a la pared, haciéndome quedar frente a Callahan con unos cuantos metros de por medio. Había decidido, momentáneamente, que no deseaba ocupar un lugar en la mesa.
Antes de que ese chico comenzara a dar su informe decidí preguntar algo que tenía atorado en la garganta:
―¿Quién es Minroy?
―Pensé que lo conocías. Los vi juntos. ―Dijo Cozmo, extrañada.
―No lo hago. Solo nos hemos encontrado algunas veces. Él es... extraño.
Callahan me observaba con atención. Estaba segura de que deseaba hablarme pero algo se lo impedía. Probablemente era el lugar y ambiente, o quizás simplemente era mi imaginación que no paraba de maquinarlo todo.
―¿Sabes cómo funciona la jerarquía Geda?
Ante la pregunta de Sami solo pude negar. Era muy poca la información a la que se podía acceder sobre los Geda. Para mi sorpresa, quien comenzó a hablar fue el chico de cabello verde lima y manchas en el rostro que hacia el rol de espía.
―Los Geda son como una Pirámide, en la punta se encuentra el Líder, luego el Guardián, los Sabios, le siguen los Guías y por último los Cenobitas. ―Explicó con calma.
