Grande y hediondo

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Arnold

A la mañana siguiente me levanté un poco incomodo por mi nueva perspectiva de Helga, era demasiado extraño, no podía sacarla de la cabeza, y los sueños que tuve no ayudaron en absolutamente nada.

Todo estaba relativamente normal, quiero decir, los fines de semana son muy tranquilos en casa, pero mis pensamientos por Helga no me dejaban en paz, estábamos desayunando, cuando escuche a mi madre hablar

– Los Pataki vendrán a cenar –

– ¡¿Que?! – nos sorprendimos papá y yo, casi tiro el desayuno de la impresión.

– Maravillosa idea Stella – felicito mi abuelo

– Pero, ¿por qué? – no podía salir de mi asombro

– Arnold – mamá me llamó la atención mientras dejaba la jarra de agua en la mesa – lo que le dijiste a Helga no estuvo bien y una disculpa no es suficiente –

– Tu mamá tiene razón Arnold, es una forma de demostrar que realmente lo sientes – me regaño mi papá – aunque me hubiera gustado saber que los invitarias – le dijo a mi mamá

¿Como? ¿cómo lo sabían? inmediatamente voltee a ver a mi abuelo ya que era el único que sabía, entonces el abuelo solo se dio un poco la vuelta evitando mi mirada... "gracias abuelo" pensé, pero no lo podía culpar, realmente hice mal al herir de esa forma a Helga, realmente no lo merecía y un regaño de mis padres me hace sentir más o menos bien, al menos mejor que antes... ¿pero una cena?

– Pero... ¿y si invitamos solo a Helga? – trate de convencerlos

– Vamos chaparrito, invitar a toda la familia también será bueno para ella – entonces lo entendí, el abuelo quería saber si había una forma de ayudar a Helga y eso era conociendo a toda la familia.

–Si, además quiero conocer a Helga, por como habla el abuelo debe ser una chica encantadora – apremio mi papá

– Debe ser una chica extraordinaria - hablo mamá

Voltee a ver a todos, no tenía opción, estaba atrapado, pero no puede ser tan malo ¿o si? Quiero decir, hemos cenado millones de veces con los Johanssen, pero los Johanssen son diferentes, cenar con los pataki sería casi como... ¡NO!

Inmediatamente borre ese pensamiento de mi cabeza, no quiero pensamientos de ese tipo ahora, tengo que concentrarme.

– Esta bien, acepto – todos celebraron cuando cedí

...

El lunes había llegado un poco temprano a la escuela necesitaba despejarme un poco, o quizá estar un rato a solas (tan solo como puedes estar en la escuela) necesitaba aclarar mis sentimientos respecto a Helga y la verdad no pude evitarlo, lleve el periodico a la escuela, pensaba en dejarlo, pero decidí llevarlo, las palabras que dijo Helga me gustaban mucho, me recordaba a un libro de poemas que leí hace mucho tiempo, tal vez vuelva a leerlo.

– Que onda viejo – saludo Gerald, así que inmediatamente despues cerre la carpeta donde tenia el periodico

– Hola Gerald – le regrese el saludo

– ¿Qué tienes ahí? –

– Nada –

Gerald se me quedó viendo un rato y esperaba que creyera completamente mi mentira, por lo que trate de lucir normal, lo que no funcionó ya que trato de quitarme la carpeta de la nada, afortunadamente logre ser más rápido y la tome antes que él, pero Gerald no se rinde fácil, por eso es mi amigo, y me persiguió un rato por todo el salón para tener la carpeta, incluso trató de persuadirme con muchas cosas para negociar lo que escondía, hasta se ofreció a ayudarme con Lila.

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