Nosotros [En Proceso]

Celeste

Ponerse los audífonos subir el volumen de la música... 

Y olvidarse de los problemas un rato.

¿Cuándo me volví tan insensible? ¿Cuándo me perdí a mi mismo? Todas las palabras que salen de mi boca se sienten como si vinieran de otra persona estoy paralizado ¿Dónde están mis sentimientos? Ya no siento las cosas y sé que debería. No sé qué decirle a mi madre no sé cómo actuar. ¿Qué ironía no? Que mi luto no fue vestirme de negro sino quedarme sin risa, perder mi brillo y tener un gran vacío. Ignorar tus emociones no es sanar. Todo lo que callamos e ignoramos se acumula en nuestro cuerpo y se trasforma en insomnio, duda, tristeza, ansiedad, lo que no decimos nos mata lentamente. Hoy es mi cumpleaños y no quiero levantarme de mi cama para ir a bajo, no quiero ver a mi madre tan emocionada con el pastel de vainilla y las velas encendidas para mí. Odio mi cumpleaños y no es que en realidad lo odie, odio todo lo que mi cumpleaños me recuerda, es un recordatorio de que tengo pocos amigos, de que gente que conozco olvidara escribirme, de que mi padre arruine mis cumpleaños y odio no emocionarme como antes. Y mucho más odio que ni siquiera estoy ni cerca de saber que hare con mi vida y solo finjo que no me está afectando nada de lo que pasa en mi vida solo para ver a mi madre feliz.

Baje las escaleras con la capucha en mi cabello mi madre y Jack no tardaron en cantar, sonreí y sople las velas. Mi madre repartió tres rebanadas de pastel y comí mi parte vi la hora y supe que si no me iba se hacía tarde para encontrarla. Me apresure a asearme y prendí el motor de la camioneta. Lamentablemente ya no alcance a la pelirroja. Sin embargo llegue tarde gracias a Jack que insistió en pasar a comprar un obsequio. Anduvimos por los pasillos, salude a mi abuelo y nos fuimos directo al salón son casi siete y media Jack toca dos veces la puerta, escucho los pasos del profesor y el abre la puerta alza su ceja y se hace a un lado. Jack busca un asiento vació y yo me dirijo al mío. Pero en este no estaba ella. Fruncí mi ceño y deje la mochila en otro asiento por si llegaba en algún momento. La primera clase acabo, la segunda, la tercera y la cuarta y no había rastro de White. El timbre sonó por los altavoces y las personas se retiraban voltee a una esquina y finalmente mis ojos se iluminaron cuando la vi tenía una capucha negra que cubría su rostro pero no sus sorprendentes ojos celestes – ¿me empezaba a preguntar si en verdad habías faltado?

— pregunte.

Pude ver que llevo su mano a su oído y coloco un audífono en el – ignorándome White – brome.

— ¡solo cállate Nick! — Su escandaloso grito provoco que rodara mis ojos — que humor, Mack. — al hablar note que se removía incomoda mire fijamente su silueta — ¿estás bien? — pregunte un poco preocupado. — sus ojos coincidían con los míos respiro hondo y quito sus audífonos — sí, estoy bien Nick.

— Jones — corregí.

— ¿Qué? — pregunto.

— Que me llames por min apellido y no por mi nombre — aclare rascando mi nuca. — hace dos semanas que conozco a Mack y me llevo increíble pero desde que Jack le dijo mi nombre es raro escucharlo de su boca, me acostumbre tanto a jones. Pero después de que hablara con lo de mi apellido comenzamos una pequeña discusión entre risas. Y me alegra que quitara su mal humor cada hacía con ella es un pequeño triunfo. Después de un rato sonaron los timbres y comenzó la clase del profesor Darcy uno que no me caía del todo bien. Venia de mal humor grito que sacáramos la libreta y anotáramos lo de la pizarra. Anote y trate de resolver los ejercicios. Mack termino primero que yo. Se levantó para ir a calificarse cunado regreso le iba a preguntar cómo le fue pero note que coloco los audífonos y la capucha. Escuche como el profesor la llamo y ella no se inmuto. Al segundo llamado sus miradas conectaron pero – señorita White podría guardar su aparato y prestar atención.