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Sus padres ya habían llegado y en realidad no le importaba -Gaara- Llamó su padre, sin embargo este lo ignoró por completo -Te estoy hablando maldito mocoso

-Qué quieres?- Contestaba el menor de mala gana.

-No me hables así, cuando vuelvan tus hermanos y tu madre no saldrás con ninguno de ellos..estás castigado por hablarme así- Se encontraban limpiando el apartamento mientras sus hermanos y su madre estaban buscando pintura para las paredes del apartamento.

-Claro, tan castigado como la última vez que ni tú, ni mamá, ni Kankuro, ni Temari contestaron mis llamadas y terminé en el hospital- Dejaba de limpiar las ventanas mirando a su padre muy molesto.

El mayor se acercó -Maldito mocoso, todos hicimos todo lo posible para llegar a tiempo

-Seguro, tan a tiempo llegaron que una semana después de darme de alta aún seguía en la casa de Sasuke y su hermano!- Una bofetada en mejilla izquierda lo hizo callar.

-No me alces la voz! Estábamos ocupados con las universidades de tus hermanos, no eres el centro de atención

-Pero tampoco quiero serlo- Mantenía la cabeza gacha -Solo quería que me apoyaran en un momento dónde los necesitaba más que nunca...y no estaban

-Estuvimos ahí

-Para Kankuro y Temari, tan ocupados estaban con ellos que olvidaron que tenían un tercer hijo que se desangraba en un hospital- Gaara dio media vuelta yéndose con un nudo en la garganta.

Salió del edificio y caminó con dirección al taller ya cerrado. Pudo ver un callejón al lado del lugar a dónde iba, ahí se escondió y con la oscuridad que le daba la noche al callejón dudaba que lo pudieran encontrar.

Eran las 10:13pm.

Aun faltaban veinte minutos para que sus hermanos y su madre llegaran, así que podía quedarse en ese callejón por algunos minutos para esconderse. Se encontraba sentado junto a un montón se bolsas negras y escombro viejo en una pared.

Juntaba las piernas a su pecho y escondía su rostro entre sus rodillas, sus brazos abrazaron sus piernas con mucha fuerza y las lágrimas comenzaron a brotar.

Por qué no pudo morir desangrado ese día? Por qué tenía que vivir con esos recuerdos? Quería sacarlos de su mente y tener una vida tranquila.

Pero ya no podía.

-Ya basta...- Susurró con voz temblorosa mientras lloraba -No quiero pensarlo más..ya no quiero- Se quejaba sollozando, pero que podía hacer. Ni siquiera su familia estuvo con él en el hospital, eso significaba que estaba solo?

Cinco horas después

Habían pasado cinco horas y Gaara no se dio cuenta, no escuchaba nada, ni a nadie por lo que no vio ningún problema en quedarse un poco más ahí.

El sonido de unas pisadas lo alertaron.

Una figura alta de un hombre se detuvo frente al callejón, miraba de reojo que la figura se acercaba a él -Eres este chico?- La voz del hombre le erizó la piel y la luz de la pantalla del celular le lastimó los ojos al levantar la mirada.

Suponía que sus ojos se acostumbraron a la oscuridad -D-depende de quién pregunta- La carcajada del hombre lo hizo encogerse de hombros. Aún no veía el rostro del desconocido y eso le daba desconfianza.

-Tu familia te busca- Trataba de levantar al chico.

-No quiero ir- El desconocido dejó el móvil en el piso dejando que la luz de la pantalla diera directo en su rostro, era él.
Era ese azabache del taller -Oye, son las tres de la mañana y tu familia te está buscando- Por fin pudo levantarlo.

-Tú no eres de mi familia

-Lo sé, pero ellos nos pidieron ayuda a los vecinos de alrededor para encontrarte- Gaara caminaba casi a rastras por el agarre del moreno -No estás perdido, te dejaré con ellos y después me iré a dormir

-No quiero- Se zafó del agarre del desconocido para intentar volver al callejón. La voz de su padre y de Temari se oían cerca -No quiero ir con ellos

-Por qué no quieres ir con ellos? Es tu familia- Gaara se volvió a sentar donde estaba siendo seguido por el azabache. Este se detuvo frente a él.

-Debí golpearlo más fuerte- Escuchó la voz de su padre a lo lejos -Para acomodarle mejor la maldita boca de víbora que tiene

-Ya basta- Temari lo calló -Por tu culpa lo estamos buscando, así que ya basta de decir estupideces- Gaara solo agachó la cabeza y a la vez se le formaba un nudo en la garganta.

-Puedes quedarte conmigo esta noche- La respuesta del moreno lo sorprendió mucho, cómo es que un desconocido lo dejaba pasar la noche en su casa? -Pero mañana vas a volver con ellos- Lo levantaba tomándolo de las muñecas.

Sin decir nada Gaara caminaba detrás del moreno hacia el taller, cuando entraron Gaara notó con la poca luz que había un segundo piso -Las escaleras están hasta el fondo, arriba hay una cama y la puerta que esta en la misma pared de las escaleras es el baño

-Por qué no me llevaste con mis padres?

-Yo tampoco tengo una buena relación con mi padre- Una sonrisa ligera se formaba en los labios del desconocido.

-Soy Sabaku No Gaara

-Rock Lee- Los dos subieron las escaleras, la cama estaba en la pared del fondo y una mesita de noche en su costado izquierdo dejando varios metros libres -Te voy a dar ropa por si quieres cambiarte- Se dirigió a la mesita de noche y del segundo cajón sacó una camisa color azul marino y una pantalonera gris claro.

Al entregarle la ropa el moreno le sonrió -Si te vas a cambiar..ve y hazlo en el baño

-Gra-gracias- El pelirrojo se cambió rápidamente tratando de no caer en varias ocasiones. Salía del baño notando a Lee ya estaba acostado en la cama leyendo un libro, el menor se sentó en la orilla de la cama mirando al piso.

-Te golpearon o por qué tienes la mejilla enrojecida?- La pregunta del moreno interrumpía el silencio, Gaara miró al hombre por sobre su hombro -Si no quieres decirme está bien

-Me dio una bofetada en una discusión que tuvimos

-Mm- Lee entendió a quién se refería -Tener padres a veces es un poco difícil de manejar

-Un poco?

-Bastante

-Si- El chico miraba sus pies, a los pocos segundos se acostó en la cama dándole la espalda al mayor -Y a veces no puedes ni mirarlos a la cara

-En eso tienes razón

Recuerdos Dolorosos (LeeGaa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora