0606- ¿Querías hablar de amor?

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Divagando

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Divagando... con los pies en la pared y la vista al techo, casi ni sentía el pedazo de pan que se metió a la boca por inercia... en estos momentos Mo perdió la conciencia y actuaba por instinto de supervivencia; comía porque su cuerpo lo exigía, pero si no tenía ánimos ni para mantenerse en pie, peor para masticar lo que compró en la mañana como desayuno.

Con las manecillas del reloj actuando tales guardias, el timbre allanó el silencio que reinaba en la residencia Hitsuji, colapsando con los ánimos de Mozi para levantarse de la cama, queriendo limitarse a arrastrarse hasta la entrada. Con la columna manejando sobre hilos, abrió la puerta, cayendo en cuenta de que hoy era miércoles.

- ¡Kohi, hola! Lamento llegar un poco tarde, pasé a comprar unos bocadillos para que comamos al terminar. ¿Qué te parece...? - Furukawa cosió su boca al encontrarse, al otro lado, a su compañero de banca todo destruido tal juguete de niño de 5 años, no cabían palabras en su boca para describir ese estado. - ¿Te sucedió algo...? Luces peor de lo habitual...

El más pequeño pestañeo un par de veces, tratando de descifrar a lo que se refería; tragó lo que tenía en la boca y vio su reflejo en la ventana, se veía exactamente igual que siempre, la única diferencia era su estado de ánimo y algunos mechones de cabello despeinados. Inhaló con cansancio, el escaso aire que la nariz le permitía, y exhaló, entrándole en su sistema, infinitas ganas de fumar.

- Estoy bien, solo no me siento... ¿bien...? -cuestionó su respuesta, más bien, la mentira, encarando sus propios sentimientos y las enormes ganas de dejarse caer en el vacío de la miserable existencia que abundaba su vaso medio vacío ¿todo se encontraba en orden? Definitivamente, existía una negación para ello.

- Vamos adentro... terminamos la actividad y podemos conversar si gustas... - Mo accedió, pero, al darse la vuelta, casi resbala por la falta de energía, algo que espantó a Kurumi, quién, a empujoncitos le obligó a ingresar hasta su habitación, sentarse, para que, mientras él trabajaba en los ejercicios de química, ella lo cuidaría como un rey inútil que pronto iba a desmayar.

- Kurumi... -habló, después de sepultar su lengua por un largo tiempo - pásame el libro de texto, necesito confirmar algo... -apuntó la maleta, con un dolor de garganta por la sed; ella hizo lo mandado, abrió el cierre encontrándose con las libretas de dibujo y un papel con un garabato de una muñeca de trapo y un corazón con cuernos y cola tomados de la mano; levantó una ceja en señal de sospecha y regresó la mirada a Kohi, quien lucía desamparada en medio de una turbulenta tormenta.

Furukawa tuvo una pista con respecto a la situación del pequeño, que, sin más, tomó el libro y sirvió un vaso de agua plasmando una diminuta sonrisa en su rostro, una en la que Mo podría protegerse del enorme frío que le estaba congelando.

Mo detuvo su palpitar por unos segundos, ver el vaso sobre el escritorio le heló la sangre al ser incapaz de reaccionar, quedándose en un limbo dónde la única música que escuchaba era el rechinar de sus dientes, tanto, que la misma muerte subió a la tierra al paralizarle del miedo y cortar el hilo en el que bailaba su cordura de a poco; los nervios le amputaban el pecho y casi arrancaban sus pulmones ¿Acaso su mano, sintiéndose desnuda por el temblor en sus dedos al sujetar el vaso, no eran lo suficientemente directos con él para decirle lo que significaba?

0110 - Non binary - [Akabane Karma] - ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora