prólogo

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— Oigan, voy a ir a la tienda, ¿quieren que les traiga algo?—les pregunté a mis amigas mientras me ponía los zapatos en la entrada del departamento.

— No, gracias... Oye, ¿no estás yendo muy seguido a la tienda de conveniencia? Vas todos los días.—Inhye dijo frunciendo el ceño.

— Va a ver al chico que trabaja ahí.—Taehui dijo sin despegar la mirada de su celular y me sonrojé por completo.

— ¡Claro que no! No voy a ver a nadie, sólo voy a comprar...

— Ajá, lo que digas... —rodé los ojos y me di la vuelta dispuesta a salir del departamento pero la voz de Taehui me hizo detenerme.— Yerim, te reto a que consigas el número del chico de la tienda.—giré a verla alzando una ceja.

— ¿Por qué aceptaría hacer esa tontería?

— Porque se acerca el comeback de tu grupo favorito y no tienes dinero para comprar el álbum... Si consigues su número y tienes al menos una cita con él, te compraré el álbum.—abrí los ojos en grande, era una propuesta tentadora.

— ¿Y si tiene novia? ¿O es gay?

— Puedes decirle que quieres ser su amiga.—sonrió moviendo las cejas.— ¿Aceptas?—apreté los labios pensándolo un poco.

— Está bien, acepto.



(...)



Me paré frente a la puerta de la tienda y suspiré, ¿cómo demonios le iba a pedir su número si apenas podía verlo a la cara cuando me cobraba? Comenzaba a arrepentirme de haber aceptado ese reto tonto.

Tragué saliva  y entré a la tienda, le di una mirada al chico, estaba mirando algo en su celular. Mordí mi labio y pasé por los pasillos, viendo los productos mientras ideaba un plan en mi cabeza. 

Estuve un rato dándome una vuelta por el lugar y cuando estuve lista tomé un ramen picante y un refresco, respiré profundo antes de acercarme a la caja. Al sentir que me acercaba, el chico levantó la mirada, mirándome con sus ojos bonitos.

Maldición, ¿cuál era mi plan?

— Hola.—dije nerviosa dejando mis productos en la caja.

— Hola.—respondió sin mirarme mientras escaneaba los códigos de los productos y fijaba su mirada en la pantalla.— Son 3,200 wones.

— Oh sí.—le di el dinero, lo tomó revisando cada billete y luego los metió a la caja registradora. Tomó una bolsa de plástico, metiendo mis cosas en ésta y me la dio.

— Aquí tienes... Ten una linda noche, vuelve pronto.

— Gracias...—me di la vuelta para ir a la puerta... No, necesitaba mi álbum de NCT Dream. — Oye.—giré hacia él, asustándolo por el tono que usé, bajé la mirada a su gafete.— Sunghoon... ¿Me darías tu número?—me miró sorprendido por unos segundos y luego su rostro volvió a la expresión seria de siempre.

— No.

— ¿Cómo que no?

— No.—volvió a decir y tomó su celular, ignorándome.

— ¿Por qué no?—seguí insistiendo. No respondió, ni siquiera me miró. Inflé las mejillas enojada, se veía más amable de lo que en realidad era.— No voy a llamarte, sólo quiero tu número para ganar un reto y que mi amiga me compre un álbum... Ni siquiera eres mi tipo.—innecesario eso último pero pareció funcionar porque Sunghoon levantó la mirada.

— ¿Y? A mí qué me importa... Y no involucres en tus retos inmaduros a gente que ni conoces.—frunció el ceño.— Además, si no soy tu tipo, ¿por qué tienes que conseguir mi número específicamente?—sonrió burlón y no pude evitar sonrojarme.

— No, yo... ¡Olvídalo! No necesito ese álbum.—dije dándome la vuelta para salir de la tienda mientras lo escuchaba reírse de mí.

— ¡Espera!—me alcanzó en la puerta antes de que saliera.

— ¿Qué quieres?—pregunté de malhumor, me había llevado una desilusión con él, no debí haberle hablado nunca, era mejor simplemente admirarlo de lejos.

— ¿Cuántos años tienes?

— ¿Para qué quieres saber eso?—alcé una ceja.

— Para saber si te doy mi número o no.—fruncí el ceño, ¿en verdad me iba a dar su número? ¿Por qué? Parecía reacio a dármelo... Bueno, poco me importaba, yo sólo quería mi álbum.

— Tengo veinte, los cumplí en enero.—respondí y soltó un suspiro de alivio.

— Dios mío, estaba asustado, te ves más joven... Es bueno saber que tenemos la misma edad.—me mostró una pequeña sonrisa.— Siempre vienen niñas de secundaria o preparatoria a coquetearme, creí que eras una de ellas, tengo que tratarlas mal sino creerán que estoy interesado en ellas y no me dejarán en paz, perdóname por ser grosero... ¿Cuál es tu nombre?—ladeé la cabeza confundida, ¿qué estaba pasando?

— Me llamo Yerim.

— Yerim...—murmuró repitiendo mi nombre con tono suave y me miró a los ojos.— Te daré mi número con una condición.

— ¿Cuál?—pregunté con curiosidad.

— Que tengas una cita conmigo.—abrí los ojos en grande, ¿qué? ¿Me estaba invitando a salir? ¿Acaso estaba soñando?— ¿Aceptas? ¿O ya no quieres ese álbum?

— Eh, sí, sí... Saldré contigo.—dije un poco nerviosa, definitivamente no me esperaba eso.

— Bien, dame tu celular.—extendió su mano hacia mí y lo busqué en los bolsillos de mi pantalón, luego recordé que lo había dejado junto a la entrada del departamento para poderme poner los zapatos.

— No lo traje...—confesé apenada, suspiró rodando los ojos y sacó su celular.

— Dame tu número entonces, te mandaré un mensaje.—me dio su celular y con las manos temblorosas anoté mi número en su lista de contactos.— Bueno, después nos ponemos de acuerdo con la cita.—asentí de acuerdo.— Ten una linda noche, Yerim.—me sonrió despidiéndose y volvió a su puesto. 

Salí de la tienda y regresé al departamento que compartía con mis mejores amigas. Estaba confundida, ¿eso había pasado de verdad? ¿Tendría una cita con el chico guapo de la tienda de conveniencia?

— ¿Cómo te fue?—Inhye me preguntó cuando entré al departamento, tomé mi celular para revisar mis mensajes y justo como Sunghoon había dicho, tenía un mensaje suyo.

— Supongo que sí...—murmuré mientras registraba el número de Sunghoon y se lo mostré a mis amigas. Taehui quedó impresionada.

— No puede ser, creí que no lo harías... Maldición, tengo que pedirle dinero a mi papá.

Me senté junto a ellas escuchando como Taehui se quejaba y a Inhye riéndose de ella. Era extraño... ¿Le parecí atractiva a Sunghoon? Tenía el presentimiento de que había algo raro, ¿qué podría ser?





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The Part Time Worker | Sunghoon ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora