— ¿Por qué conoces a Park Sunghoon?—Yechan preguntó mientras limpiábamos las mesas. La fiesta ya había terminado y toda la gente ya se había ido, incluyendo a Sunghoon y a sus amigos.
— Primero dime por qué lo conoces tú.—tallé con fuerza la mesa, las cosas se hubieran aclarado antes sino hubiera sido por Yejun que llegó a interrumpirnos.— ¿Es tu amigo?
— No, sólo somos conocidos.... Ya sabes que vengo de vez en cuando a ayudar a mamá.—asentí.— Pues, hace como un año conocí a Jay, el hijo del señor de la fiesta.—ah, eso explicaba porqué Sunghoon y Sunoo estaban ahí.— Jay me preguntó a qué gimnasio iba, ya que quería ponerse en forma para conquistar a una chica o algo así. Casi me río en su cara, era más que obvio que él podía pagar un gimnasio mucho más costoso y lujoso que al que voy yo, pero según él tengo buen cuerpo y quería que lo ayudara con los ejercicios. Insistió bastante, así que terminé llevándolo conmigo y nos convertimos en compañeros de gimnasio... Luego de unos meses invitó a dos de sus amigos, Sunghoon y Jake.—dejé de limpiar para mirar a mi hermano con las cejas alzadas.— ¿Qué? ¿Por qué me miras así?
— Has hablado conmigo mucho más en estos momentos que en toda mi existencia.
— Cállate.—me lanzó su trapo y solté una carcajada.
— Buena historia por cierto, pero eso no me explica porqué te tienen tanto miedo.—le regresé su trapo.
— Jay, Sunghoon y yo comenzamos a tomar lecciones de boxeo hace unos meses, el primer día les di una paliza. Soy más bajo que ellos pero estos músculos son de oro.—besó sus bíceps e hice una cara de asco.
— Van al gimnasio juntos y toman clases de boxeo juntos pero no son amigos, ¿estoy entendiendo bien?
— Así es, me divierto con ellos pero no les hablaría de mi vida privada. De hecho no les dije que tengo dos hermanos menores ni que mis padres son los dueños de este restaurante... No les tengo esa confianza.—resoplé, si les hubiera hablado de mí me hubiera ahorrado muchas cosas.— Ahora dime, ¿dónde conociste a Sunghoon?
— Oh... Trabaja en la tienda de conveniencia cerca del departamento, voy seguido a comprar...
— Eso me tranquiliza... Yerim, no te quiero cerca de esos chicos, los he escuchado hablar y no me gusta para nada su manera de pensar sobre las chicas. Sunghoon es un mujeriego, escuché que engañó a su novia.—apreté los labios.
Sí, hermano, la engañó conmigo... Deseaba haber hablado con mi hermano semanas antes, jamás me habría acercado a Sunghoon.
— Me mantendré alejada de ellos, no te preocupes.
Seguimos limpiando las mesas en silencio, luego subimos las sillas a las mesas para poder trapear el piso... Miré de reojo a mi hermano, ¿debería decirle lo que Sunghoon me hizo? ¿Le daría una paliza?
Negué con la cabeza y seguí trapeando, ¿en verdad quería que le dieran una paliza a Sunghoon? Había sido un imbécil pero hacer que lo golpearan sería demasiado, Yechan podía lastimarlo.
— Yerim.—salí de mis pensamientos al escuchar la voz de Intak.— Ya terminé de ayudar a tu hermano a lavar los platos, ¿tú ya terminaste?
— Ya casi, sólo termino de trapear mi lado y podremos irnos.—asintió mostrándome una sonrisa y me avisó que iba a cambiarse, luego se fue a los vestidores.
— Yo te llevo a casa, hermanita.—Yechan se ofreció y lo miré alarmada, si mi hermano veía que Intak se estaba quedando con nosotras, le diría a mis padres y me obligarían a volver a casa. No, no, no, no podía permitir que eso sucediera.
— No es necesario, oppa... Además tienes que ir al gimnasio a fortalecer esos músculos de oro.
— Cierto... Bueno, me avisas cuando llegues a casa.—asentí suspirando aliviada y me apresuré a terminar de trapear.
— Ay, qué bueno, siguen aquí.—mi madre salió de la cocina.— Yerim, mi amor, muchas gracias por ayudarme y por traer a tu novio, es un muchacho muy bueno, muy eficaz, hubieras visto cómo lavaba los platos.—la miré y sonreí.
— No me agradezcas, mamá, además Intak no...
— Bueno, dejen eso, mañana limpiamos.—me interrumpió acercándose a mí para quitarme el trapeador de las manos.— Vamos a la casa todos juntos... Me encantaría prepararles algo de cenar yo misma pero estoy cansada, mejor pidamos pizza o hamburguesas.
— Si quieres yo puedo cocinar.—propuse con una sonrisa.
— Eso me encantaría, princesa... Vayan a cambiarse para poder irnos. Ah, Yerim, no se te olvide invitar a Intak, quiero agradecerle.—sonreí asintiendo y fui a los vestidores.
(...)
— ¡Sabía que aún tenía las fotos!—escuché la voz de mi padre y me asomé a la sala, mis padres y mis hermanos estaban sentados junto a Intak en el sillón, mi papá tenía en sus manos un sobre de amarillo.
Fruncí el ceño, ¿de qué fotos estaba hablando? Suspiré encogiéndome de hombros y regresé a hacer la cena, ya casi estaba lista. Probé un poco para saber si estaba bien de sal y de condimentos, sonreí ampliamente, estaba perfecta.
Apagué la estufa y le puse las tapas a las ollas para que la comida se conservara caliente. Salí de la cocina para avisarles que la comida estaba lista, todos estaban riendo mientras veían unas fotos. Bueno, no todos, Intak estaba en medio de los cuatros apretado, incómodo y con la cara completamente roja.
— ¿Qué están viendo? Dejen eso, la cena está lista. Yejun, ayúdame a llevar la comida a la mesa.—Yejun levantó la cabeza, mirándome con una gran sonrisa burlona y elevó su mano, mostrando una foto.
Abrí los ojos atónita y me sonrojé por completo, ¡era la foto del San Valentín que pasé con Intak! Le había hecho un regalo enorme, con globos, una carta de amor y demás cosas... Quería morirme de la vergüenza de sólo recordarlo.
Esperen, esa foto la tenía enmarcada en la pared de mi habitación y cuando terminé con Intak la tiré a la basura, ¿de dónde la había sacado mi hermano?
— Yejun, dame esa foto.—hablé con los dientes apretados y me acerqué a él lentamente.
— ¿Por qué te la voy a dar? Si no recuerdo mal ya no la querías, hasta la tiraste a la basura.—sonrió divertido y me mostró la lengua. Alcé las cejas y negué mirando a Intak.
— No es cierto, no la tiré a la basura.—mentí con nerviosismo.
— Yerim, ¿por qué no me dijiste que Intak es el novio que tuviste cuando eras niña?—mi mamá me preguntó y se levantó dándome unas fotos, todas eran de Intak y yo juntos. En ninguna estábamos viendo a la cámara, más bien parecían que habían sido tomadas de lejos...
— ¡Papá! ¿Nos tomabas fotos cuando no nos dábamos cuenta?
— ¿Qué? Era tu primer novio, quería tener fotos para el futuro. Quién diría que volverían a estar juntos.—sonrió pasando su brazo por los hombros de Intak.— ¿Piensas casarte con mi hija?
— ¡Papá!
— Están destinados estar juntos.—Yejun siguió molestando y le di un golpe en el brazo.
— Bueno, me gustaría casarme con ella en un futuro, señor, pero por ahora necesito que primero acepte ser mi novia.—Intak habló en tono bajo mientras miraba el piso. Me encogí en mi lugar al sentir las miradas penetrantes de mi familia.
— ¿No le has dicho que sí, Song Yerim?
— Bueno, planeaba decirle que... ¡Qué les importa! Vayamos a cenar, la comida se enfriará.—huí velozmente a la cocina.
Me pasé las manos por el rostro dando vueltas por la cocina, ¿en verdad tenían que avergonzarme así frente a Intak? No debí invitarlo a cenar con mi familia... Me detuve de golpe al analizar las palabras de Intak.
— Dijo... ¿Dijo que quería casarse conmigo?—hablé conmigo misma y no pude evitar sonreír.— Ah, Intak...
Intak me gustaba demasiado.
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The Part Time Worker | Sunghoon Park
Fiksi Penggemar❝Sólo tengo que pedirle su número y tener una cita con él, ¿qué puede salir mal?❞ • ❥ Historia completamente mía. ❥ Heterosexual. ❥ Prohibida su copia y/o adaptación. Iɴɪᴄɪᴀᴅᴀ﹕2023.07.30 Tᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ﹕2023.10.28