capítulo 5

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— Sunghoon, olvidamos los fideos... ¿Cómo vamos a hacer el japchae?—dije dándole una mirada al interior de la bolsa con las cosas que habíamos comprado en el supermercado.

— ¿En serio se nos olvidó?—asentí y soltó una risa.— Todo por tu culpa, no te podías esperar a que llegáramos a mi departamento para poder besarnos.—abrí la boca ofendida y le di un golpecito en el brazo.

— Ajá, mi culpa, tú eras el que no dejaba de ver mis labios... Estabas pidiéndome con la mirada que te besara.—volvió a reír pasando uno de sus brazos por mis hombros, acercándome a su cuerpo mientras caminábamos.

— Es que tienes unos labios muy lindos, no puedo evitar querer besarlos cada segundo.—dijo sonriendo con picardía y me sonrojé.— Bueno, ya que no tenemos los fideos podemos usar ramen, no sabrá muy diferente.—habló al mismo tiempo que entrábamos a su edificio y subimos al ascensor.

Estaba platicándome un chiste cuando las puertas del ascensor se abrieron y miró por el pasillo, la sonrisa desapareció de su rostro y dejó de hablar de golpe, alejó su brazo de mi cuerpo y dio unos pasos lejos de mí. Fruncí el ceño desconcertada por su extraño cambio de comportamiento.

— Park Sunghoon, ¿dónde estabas?—una chica con un aura elegante e imponente se acercó a nosotros... Alcé las cejas sorprendida, al tenerla más cerca pude reconocer que era la chica del vídeo y de la foto, era mucho más bonita en persona.— Llevo esperándote media hora, ¿por qué no respondías mis mensajes?—dijo claramente enojada.

— Perdóname... Tengo el celular en silencio, no me di cuenta...— Sunghoon murmuró bajando la cabeza. Fue ahí cuando la chica notó mi presencia y me miró de arriba a abajo.

— ¿Y tú quién eres?—me encogí en mi lugar, era una chica muy intimidante.

— Soy... Soy Song Yerim, soy la...

— Es mi amiga.—Sunghoon se apresuró a decir y me quitó las bolsas de las manos sin siquiera mirarme.— Gracias por ayudarme a hacer las compras, ya puedes irte... Nos vemos en la universidad.—ladeé la cabeza completamente confundida, ¿qué le pasaba a Sunghoon? ¿Por qué estaba actuando de esa manera?

— ¿En la universidad...?—la voz me salió casi inaudible.

— Soy Kang Jia.—la chica se presentó ignorando a Sunghoon y lo empujó hacia un lado para acercarse, extendió su mano hacia mí y me sonrió, por alguna razón su nombre me sonaba conocido. Tomé su mano y la estreché ligeramente.— Veo que no me reconociste, está bien, no todo el mundo sabe del patinaje artístico.—dijo torciendo la boca ofendida y decepcionada.— Participé en los Juegos Olímpicos de Invierno, por si querías saber.

— Ah, qué bien...—murmuré incómoda. ¿Por qué estaba hablando con esa chica? Yo sólo quería tener mi cita con Sunghoon.

— Oh, se me estaba olvidando... También soy novia de éste guapo chico de aquí.—dijo con una sonrisa y entrelazó su brazo con el de Sunghoon.

— ¿Qué?—parpadeé un par de veces desorientada, ¿había escuchado mal? Miré a Sunghoon esperando que dijera que la tal Jia estaba equivocada, pero simplemente se quedó con la mirada en el piso.

Sentí un nudo en la garganta, no podía ser cierto, Sunghoon no... Apreté los puños aguantando las ganas de llorar y forcé una sonrisa.

— Acabo de recordar que tengo algo muy importante qué hacer, tengo que irme ahora... Fue un gusto conocerte, Jia.—me giré dándoles la espalda sin esperar a que se despidieran también y piqué el botón del ascensor. Las manos estaban temblándome, tenía ganas de vomitar.

Las puertas del ascensor se abrieron y entré apresuradamente, apreté un botón al azar y me recargué en una de las paredes de la cabina sintiendo que las lágrimas se escapaban de mis ojos sin que pudiera evitarlo, no me atreví a mirar hacia afuera, no quería ver la cara de Sunghoon o verlo abrazado a esa chica... A su novia.

Apenas se cerraron las puertas comencé a sollozar dejándome caer al piso... Había sido una estúpida, sabía que todo iba demasiado bien para ser cierto... Maldito, Sunghoon, hubiera preferido que no me diera su maldito número.



(...)



— ¿Estás bien? ¿Estabas llorando?—Intak me preguntó preocupado cuando entré al departamento, dejé mis zapatos junto a la entrada y me limpié las lágrimas secas con agresividad.

— Qué te importa... ¿Dónde están Inhye y Taehui?—cuestioné al notar que el departamento estaba muy silencioso.

— Salieron, dijeron que iban a hacer una pijamada o algo así en casa de Sungkyung. No te invitaron porque sabían que estarías con tu novio...

— Ese imbécil no es mi novio.—dije a la defensiva y apreté los labios, no quería llorar frente a Intak. 

— ¿Terminaste con él? ¿Por eso estás llorando?—se acercó a mí.

— Eso no te incumbe.—murmuré con amargura y di unos pasos para ir a mi habitación, pero Intak me detuvo tomando mi mano.

— Sé que lo nuestro fue hace mucho pero yo sigo queriéndote, Yerim... Y no me gusta verte llorar.—se puso frente a mí y tomó mi mentón, haciéndome verlo.— Si hay algo en lo que pueda ayudarte para que te sientas mejor, dímelo, ¿si?—sonrió levemente y acarició mi mejilla.

En verdad estaba enamorada de Sunghoon, me di cuenta de que era la primera vez que me enamoraba de verdad y saber que me usó, que jugó conmigo... Fue como si me hubieran apuñalado en el estómago, se sentía como si me estuviera muriendo... Tragué saliva mirando los labios de Intak, tal vez me estaba volviendo loca pero quería que me besara, que me hiciera sentir algo más que el horrible dolor que estaba sintiendo en ese momento.

— Hazme olvidarlo...—murmuré con los ojos cristalizados y llevé mis manos a su rostro, atrayéndolo para unir nuestros labios en un beso lleno de desesperación.

Lo más probable era que me arrepintiera al día siguiente pero en ese instante sólo quería sentirme bien.

The Part Time Worker | Sunghoon ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora