capítulo 12

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— ¿Estás segura de que no quieres que te acompañe?—Intak me preguntó mientras caminábamos tomados de la mano, había pasado por mí para acompañarme a casa. 

— Sí, puedo ir sola... Además tienes que ir a trabajar, amor.—respondí balanceando nuestras manos y lo miré de reojo, Intak tenía una gran sonrisa en su rostro.— ¿Por qué estás sonriendo así?

— Me dijiste amor.—dijo con felicidad y me sonrojé apartando la mirada.— Dilo otra vez.

— No.—solté su mano para cubrirme el rostro avergonzada.

— Por favor, dime amor otra vez.—me tomó por la cintura y me acercó a su cuerpo, abrazándome.— Por favor, Yerim, dilo...—hizo un puchero y suspiré pasando mis brazos por su espalda.

— No puedo, tengo que decirlo de manera espontánea o sino me sentiré rara.—siguió haciendo pucheros pero terminó entendiendo. Miré detrás de él, la tienda donde Sunghoon y Sunoo trabajaban estaba a sólo unos metros de nosotros.

El cumpleaños de la hermana de Inhye sería al día siguiente y ese era mi último día para conseguir el autógrafo, le había hecho una promesa a mi amiga y no la iba a decepcionar. Cité a Sunghoon en la tienda y él accedió verme, aunque no le especifiqué la razón por la que lo había citado.

— Bueno, ya deberías irte, llegarás tarde al trabajo.—hablé mirando a Intak y tomé su rostro con mis manos, acercándolo al mío para darle un beso en los labios.— Suerte, recuerda llamarme cuando salgas del trabajo.

— Está bien, amor.—acarició mi mejilla y me dio otro beso.— Adiós.

— Adiós, amor.

— ¡Lo dijiste!—gritó con alegría y llenó mi rostro de besos, haciéndome reír.

— ¡Ya, Intak! Ya vete, se te está haciendo tarde.—dije divertida y volvió a besarme antes de irse con dirección a la estación de metro.

Lo miré alejarse y solté un suspiro sujetando las correas de mi mochila antes de adentrarme a la tienda. Sunghoon y Sunoo estaban en el mostrador, al escucharme entrar ambos voltearon a verme.

— Yerim.—Sunghoon habló rompiendo el silencio que se había formado entre nosotros.— El chico con el que estabas... ¿Es tu novio?—abrí la boca para decirle que eso no era asunto suyo pero me contuve, si iba a pedirle el autógrafo tenía que ser amable.

— Sí, es mi novio.—dije con tranquilidad y me acerqué a ellos. Noté que Sunoo comenzó a fingir que estaba viendo algo en la computadora pero seguía atento a nuestra conversación.

— Oh, ya veo... ¿Para qué me citaste?—me quité la mochila y saqué la foto que Inhye me dio, también saqué un plumón.

— La hermana de mi amiga es muy fan tuya y mañana es su cumpleaños... Uhm, ¿podrías darme un autógrafo para ella?—Sunghoon alzó las cejas sorprendido por mi petición.

— ¿Qué? ¿Por eso me hiciste venir?—apreté los labios asintiendo ligeramente.

— Por favor... En verdad es muy fan, se pondrá muy feliz...

— No.—respondió frunciendo el ceño.

— Sunghoon.—Sunoo habló regañando a su amigo.— No seas así... Recuerda lo feliz que te ponías cuando un fan te pedía un autógrafo. Anda, no te vas a morir si firmas la fotografía.—Sunghoon rodó los ojos y extendió su mano hacia mí.

— Está bien, dámela.—le entregué la foto y el plumón.— ¿Cuál es el nombre de la hermana de tu amiga?

— Hyebin.—se apoyó en el mostrador, firmando y escribiendo en la fotografía.— Listo, aquí tienes.

—Gracias.—tomé la foto y la miré, Sunghoon tenía bonita letra.

— ¿Eso es todo?

— Sí... No, espera, hay algo más.—dije guardando la foto en la mochila.— Deja de enviarme mensajes, se está volviendo algo molesto. No le diré a mi hermano lo que sucedió entre nosotros, así que no te preocupes por eso.—después de habernos visto en el restaurante de mis padres, Sunghoon había vuelto a enviarme mensajes casi a diario, el primero que envió fue pidiéndome que no le dijera a mi hermano sobre nosotros.

— Yo... Lo siento, no lo volveré a hacer.

— Bien... Gracias por el autógrafo.—me giré hacia la salida.— Adiós, espero no volver a verlos.—les di una última mirada antes de irme.



(...)



Tres años y medio pasaron rápidamente... Me había graduado hacía un año y había comenzado a trabajar como maestra de tercer grado en una escuela primaria. Al haber obtenido el mejor promedio de mi generación me había sido más fácil conseguir un trabajo después de la graduación.

— Maestra Song, aquí tiene el permiso firmado por mis padres.—la pequeña Miae se acercó a mí entregándome el papel y sonrió ampliamente.

— Muy bien, tú eras la única que faltaba... Niños, recuerden que mañana iremos a la pista de hielo, necesito que lleguen a las diez de la mañana para poder irnos.—los niños gritaron un "sí, maestra Song" al unísono.— Bien, ya pueden irse... Recuerden hacer su tarea, ya sé que tienen todo el fin de semana pero lo disfrutarán mejor si hacen su tarea hoy.—comencé a guardar mis cosas y sonreí mirando a los niños salir del aula.

El año escolar estaba por terminar y se me había ocurrido la idea de llevar a los niños a la pista de hielo que estaba en el centro comercial, aprovechando que estaría unos días más y luego la quitarían al finalizar el invierno. Eran mis primeros alumnos y quería consentirlos un poco antes de tener que despedirme de ellos.

Pasé a despedirme de los demás maestros y salí de las instalaciones para ir directo a la estación de metro, quería llegar lo más pronto posible a casa y descansar un poco. Después de subirme al metro y sentarme en un asiento libre, saqué de mi bolso mi anillo de compromiso y me lo puse en el dedo anular izquierdo.

Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro mientras lo miraba, recordando el día en que Intak me propuso matrimonio, lo cual sucedió hacía un año y cinco meses, cuando cumplimos dos años de noviazgo. Todo había sido perfecto, fue en el mismo jardín en Everland donde me pidió ser su novia.

Llegué a la estación donde debía bajarme y salí del metro tarareando una canción, estaba feliz y emocionada por la visita a la pista de hielo, quería preguntarle a Intak si le gustaría acompañarnos pero sabía que estaba ocupado con su graduación, el trabajo y demás. Antes de llegar al departamento pasé a comprar algo de comida para preparar la cena, me encontraba de muy buen humor y quería cocinar, últimamente sólo comíamos comida comprada.

Apenas entré al departamento me puse manos a la obra con la cena, quería sorprender a Intak cuando llegara del trabajo. Había comprado las cosas necesarias para preparar galbitang y japchae, también para preparar un postre, a Intak le encantaban los postres.

Puse algo de música para pasar un rato más ameno mientras cocinaba, ya que estaría varias horas en la cocina... Terminé de cocinar cuando dieron las siete y media de la noche, llevé la comida a la mesa, Intak no tardaría en llegar. Arreglé todo para que se viera bonito y me senté a esperarlo con emoción.

Pero esa emoción fue disminuyendo poco a poco conforme pasaba el tiempo; media hora, una hora, una hora y media, dos horas... Revisé mi celular, no tenía ningún mensaje de Intak avisándome que llegaría tarde o que algo había sucedido. Nada, no había nada.

Me resigné cuando pasó una media hora más y me serví un poco de la comida, guardando el resto para que no se echara a perder. Cené con desganas mientras la música seguía reproduciéndose de fondo. Lavé mi plato y los demás utensilios que usé para preparar la cena, luego me fui a dormir.

Intak no llegó esa noche.

The Part Time Worker | Sunghoon ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora