Capítulo 13

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Narra Pedri:

Hoy era el día de jugar contra el equipo del Chelsea. No estaba muy seguro de que Atenea fuera a verme, con todo lo que sucedió. Creo que lo último que quiere es verme. Empezaba el juego, y yo solo buscaba a una sola chica. Al lado de mi hermano estaba su asiento, vacío. Pero baje mi mirada y estaba ahí, en primera fila, presenciando el partido. Una sonrisa boba salió inconscientemente.

- Pepi, parece que ha venido tú chica. - apunto hacía ella Gavi.

- Solo espero que con esto que haré pueda perdóname. - sonreí.

El juego empezaba bien. Ningún equipo había metido gol, así que podríamos tener oportunidad. Aunque el mismo chico que le pidió el número a Atenea estaba ahí. Logro meter gol, dedicándole el primer gol a Atenea. Apuntaba hacia la dirección donde ella estaba, sonriendo, y haciéndole un corazón con las manos. Más torpe no se podría ver. Xavi pidió tiempo fuera, quería hablar con nosotros.

- Hey tío, ¿Estás bien? - pregunto Gavi.

- ¿Cómo se le ocurre dedicarle el gol a Atenea?! Primero fue con Leclerc y ahora con este chaval. Dime, ¿Cómo se le ocurre dedicarle un gol a mi chica?! - pregunté una y otra vez.

- Pedri, tranquilo, seguramente Atenea a venido a verte, no te preocupes, puede que ese chaval solo se haya confundido. - trato de hablar y calmarme.

- Bueno, eso es cierto. - me relaje y le di una palmada en la espalda, en forma de aprecio.

En todo el partido no pude quitarle la mirada al chaval. ¿Quién se cree? Atenea y yo hemos estado enamorados por mucho tiempo, y un tío que solo ha venido a molestar no podrá romper lo que tenemos juntos. Llevaba el balón, era mi oportunidad para lograr meter gol y dedicárselo a Atenea. Pero el chico me empujó e hizo que me golpeara con la portería. Me llevaron a la enfermería, realmente el dolor era inmenso. Aunque alguien tocó la puerta e hizo que saliera de mis pensamientos.

- ¿Cómo estás? ¿Estás bien? ¿Te duele algo? - pregunto Atenea preocupada.

- Estoy bien. Solo fue un golpe, nada más. - respondí restándole importancia.

- No tienes porque hacerte el fuerte Pedri, yo sé que no estás bien como dices. - trato de entrar en razón.

- ¿Cómo quieres que esté bien? Tu noviesito hizo que me golpeara con la maldita portería. No podré jugar dentro de dos putos meses por esto. ¿Sabes cómo se siente esto? Fatal. Perderé entrenamientos, perderé agilidad y habilidad. Empeorare como futbolista, en cambio. El causante de esto podrá jugar feliz y sin preocupaciones. - respondí alterado.

- No es mi novio Pedro. Y yo no fui quien se follo a un tío mientras tú estabas mal. - dijo en un tono seco.

- Qui-¿Quién te lo dijo? - pregunté con la voz entrecortada.

- Leclerc me contó todo. ¿Cuando lo harías tú? Seguro yo no era suficiente para ti y decidiste follarte a otras tías, ¿No? - preguntó cabreada.

- Al menos yo no estoy pegado a otras chicas cuando se que estoy intentado algo con una persona. ¿O acaso crees que es la primera ves que lo haces? Recuerda a Leclerc, estuviste muy junta mientras estábamos intentando algo. - dije sin pensar.

- ¿Enserio piensas eso? - pregunto, intentando que las lágrimas no salieran.

- N-no, yo no pienso eso. Puedo explicar-. - intente.

- No quiero que me expliques nada Pedro. Si, Felix me invitó al partido. Pero también vine porque quería verte jugar a ti. Quería verte jugar lo que te apasiona. Pero parece que fue un error. - salió de ahí dejándome completamente solo.

Mi morena ~PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora