Capítulo 12

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Narra Pedri:

Y otro día más de entrenamiento. Sinceramente estaba harto de entrenar tanto, pero si quería pensar en mi futuro, tendría que aguantar todo esto. Le di un beso en la cabeza a Atenea y fui hacía mi departamento. En casa de Atenea no tenía ropa, así que tendría que regresar a mi departamento. Tome una ducha, cambie mi ropa y estaba listo. Subí al coche y me dirigí al entrenamiento.

— Pedri, ¿Cómo ha ido todo con Atenea? - pregunto el pequeño Gavi.

— Muy bien, estamos mejor que nunca. - una sonrisa boba salió inconscientemente.

— Ya lo he notado. - río y fue a dónde Nico.

Terminamos de entrenar. Este día fue muy agotador, puesto a qué estaríamos jugando contra un equipo muy bueno, y necesitábamos estar muy bien entrenados. Aunque una llamada me saco de mis pensamientos.

— Hola lindo, ¿Cómo has estado? - una voz de chica llamo mi atención.

— Disculpa, creo que te has equivocado de número. - respondí tratando de acabar la llamada.

Pero no fue posible..

— ¿Acaso no te acuerdas de mí? - pregunto decepcionada.

— No, la verdad es que no. - dije en un tono cortante.

— Soy Emilia, la chica que te besaste en aquella fiesta. - dijo con una risa victoriosa.

— Mira Emilia, ahora estoy con otra persona. ¿Bien? No me interesa nadie más que ella. Soy muy feliz a su lado, y no dejaré que una tía que me bese por estúpido arruine mi relación con ella. Ya no me busques ni me llames más, créeme. Es lo último que quiero. - corte la llamada y guarde el móvil.

Parecía que la paz no duraría ni siquiera un mes. Estaba harto que todo el tiempo alguien o algo influyera en la relación de, ¿Amigos? ¿Pretendientes? ¿Novios? No sin duda no. Pero me cabreaba que nunca podíamos estar tranquilos Atenea y yo. Y todo esto fue gracias a mis gilipolleces.

— ¿Que pasa tío? - pregunto el más pequeño.

— Me ha llamado Emilia. - respondí cortante.

— ¿La de aquella fiesta? - pregunto dudoso.

— Si. Esa misma. - conteste restándole importancia.

— Creo que deberías de hablarlo con Atenea, seguro que se molesta si se entera por terceros. - me dio una palmada en la espalda en forma de apoyo.

— Cuando llegué le diré todo. O bueno, eso quiero creer. - saque mi móvil y me quedé viéndolo por unos cuantos minutos.

Subí al coche y me dirigí a mi departamento. Estaba cansado y solo quería comer, jugar y dormir, solo eso. Atenea no me había llamado en todo el día, supuse que sabría que estaba en entrenamientos y estaba muy cansado.

Narra Atenea:

Hoy tendría trabajo. Parece que hoy sería un día muy duro. Acomode todo en su lugar y empecé con la seción de fotos. Parecía que ahora serían futbolistas de Portugal, bueno, un futbolista. Según pude notar, pues fue con el único con el cuál cruce palabras. Guarde todo cuando acabo y me dirigí a mi coche.

— ¡Espera! - la voz de un chico hizo que me fuera de mis pensamientos.

— ¿Ha pasado algo? - pregunté con duda.

— Simplemente quería pedirte tu número, supongo que eres una muy buena fotógrafa. - me lanzó una sonrisa.

Esto ya lo he vivido antes, y crearme que no acabo nada bien.

Mi morena ~PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora