ONE-SHOTS [lmk]

Recuerdos

Wukong es alguien a quien se le es difícil olvidar, hay cosas de su pasado que lo atormentan, sabe que no está bien, sabe que su cabeza no está en orden, y sólo lo confirma al ver una alucinación de su difunto hermano jurado sentarse a su lado

El león parecía sereno, tranquilo, diferente a la última imagen que el mono tenía de él, cerró los ojos un momento y miró al más alto

-empiezo a creer que los muertos me persiguen-  sus alucinaciones tendían a ser de personajes que marcaron su vida y que ya no estaban, pero no siempre era una marca positiva

Cuando estaba ansioso, triste, o incluso enojado, podía ver a tripitaka tan esbelto como siempre sosteniendo su báculo y mirándolo con desaprobación acompañado de frases como "sin violencia mono" "deja de lamentarte, eso no arreglará nada" "jamás encontrarás la paz mientras no te arrepientas de tus actos"

Eran frases que en su momento hacía temblar al monarca quien se arrodillaba pidiendo perdón ante la desaprobación de su maestro

Soltó una risa amarga al recordarlo, parecía un perro faldero, necesitado de aprobación, tan idiota

-el destino tiende a poner frente a ti a las personas con las que tienes asuntos pendientes, aunque no sea físicamente -

Pronunció azure mirando el atardecer

-yo.. Lo siento azure... -

soltó el mono, se sentía estúpido por hablar con la nada consciente de que el león realmente no estaba ahí y era un producto de su distorsionada cabeza

-no quería que terminará así... Yo... Solo quería lo mejor para todos... Quería... Quería que ustedes fueran libres de ser castigados por mis malas decisiones.. -

El de tez azulada sonrió y puso su gran mano sobre la cabeza del rey revolviendo sus cabellos, el tacto era tan real que el monarca por un momento se derritió bajo el toque ronroneando y sintiendose consolado de alguna forma que no Podia explicar, se sentía... En paz

Su disculpa fue aceptada de forma silenciosa, no pudo haber pedido más

-sin violencia mon-"

Un wukong con el glamour fuera, con un demonio dos veces más grande que el encima tratando de clavarse una espada al corazón, gruñó dándole una patada al vientre de su atacante con ambos pies impulsandolo lejos mirando al monje con recelo

-SIN VIOLENCIA TU ABUELA CALVO DE MIERDA-