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El frío de la habitación se colaba por la sabana haciendo temblar a Louis y aferrarse más a Harry, el alfa llevaba un rato despierto solo admirando al omega mientras dormia, se veía tan pequeño y delicado envuelto entre todas esas cobijas que le resultaba muy tierno a Harry.

Pasarón algunos minutos y Harry decidió que era hora de levantarse. Dejo un besito en la frente de Louis y cubrió todo el cuerpecito con las cobijas, no queria que pasara frio, fue al baño dandose una ducha rapida, para después ir a la cocina.

Recogió un poco el desastre de trastes que habían dejado la noche anterior y se dispusó a preparar Waffles, el desayuno favorito de su omega.

Estaba decorando los Waffles con crema batida y frutos rojos cuando vió a Louis entrar a la cocina vistiendo una gran camisa del alfa, el cabello desordenado, ojitos adormilados y soltando un gran bostezo. Hermoso, pensó Harry mientras le mostraba una gran sonrisa al omega.

–Buenos días, amor–se acercó a abrazar a Louis mientras este se colgaba de su cuello y Harry lo tomaba por los muslos.

–Hola, alfa–su vocesita sonaba cansada contra su cuello.

–¿Cómo dormiste?

–Muy bien, porque dormí junto a ti–frotó su naricita por el cuello del alfa, disfrutando el fuerte aroma a café y lluvia.

Harry no admitiría que se sonrojo.

–¿Si? Entonces deberiamos hacerlo más seguido–dejo al omega sobre la isla de la cocina.–Te preparé waffles, omega.

Louis sonrio emocionado.

El desayuno fue tranquilo, con Harry alimentando a su omega mientras le mimaba.

Cuando terminaron, se dispusieron a acomodar un poco la sala entre musica y divertidos bailes. Mientras Louis se daba una ducha y se arreglaba en la habitación, Harry estaba preparando la cena, sus amigos no tardarían en llegar, y aunque aun era muy temprano, quería estar listo y hacer las cosas tranquilo.

–¿Como me veo, alfa?

El omega entró a la cocina con una gran sonrisa en su bonita cara. Harry abrió la boca sorprendido cuando se giró a ver al castaño.

Vestía una faldita verde menta y un sueter de lana blanco con un bordado de copos de nieve. Su cabello estaba algo desordenado, dandole un toque adorable; sus mejillas y naricita estaban sonrojadas y sus pestañas con mascara negra hacian resaltar sus brillantes ojos azules.

Se veía hermoso.

Y ni hablar de su sonrisa que hacia derretir el corazón de Harry.

El alfa carraspeó saliendo de su trance.

–Te ves...precioso, Lou.–se acercó y rodeo con sus brazos el delgado cuerpecito del omega, respirando su adictivo aroma–Muy hermoso.

Dejo un beso en el delicado cuello del omega, para despues separarse y ver el brillante collar plata resaltando en sus claviculas. Sonrió dandole un beso en la mejilla.

Se escuchó el timbre resonando en toda la casa y Louis dió un saltito aplaudiendo emocionado.

–Alguien llegó, ¿puedo abrir, Hazz?

Harry dio un besito en sus labios para despues asentir y liberar a Louis de sus brazos, quien corrió hacia la puerta entusiasmado.

Louis abrió la puerta, siendo rapidamente abrazado por Zayn, quien chilló feliz al verlo.

–¡Feliz cumpleaños, Lou Lou! Dios, te extrañe tanto, maldito–dijo el omega morocho sin soltarle.

–Gracias, Zee, tambien te extrañe–el castaño se aferró a Zayn, hasta que se separó y se percato de la presencia de alguien más.

It's enough to make a boy blush 》LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora