It's enough to make a boy blush 》Larry

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Despertó con sus ojitos un poco hinchados, debido al llanto de la noche anterior, su "familia" si es que podía llamarlos así, eran muy cruel con el pequeño omega y lastimaban sus sentimiento sin importarles.

Aparentaba que no le importaba, no quería que siguieran repitiéndole lo debil que era, al igual que su madre. Podría decir que los odiaba, pero Louis tenía un corazón que no le permitía odiar ni siquiera a la peor persona de este mundo.

Se levantó de su cama sorbiendo un poco su naricita y limpiando los restos de lágrimas que se acumularon en sus ojos al recordar la terrible noche, sin duda la esposa de Mark lo odiaba y no entendía el porqué.

Fue al baño, hizo sus necesidades y labo su rostro con agua tibia para después cambiarse y bajar a desayunar.

Era horrible vivir con Leea, Nilsa y Mark, simplemente era un infierno para Louis desde que tenía solo seis años. La señora Leea lo odio desde el primer día que lo vio y no fue diferente con Nilsa, no importaba cuanto intentará llevarse bien con la omega, ella lo trataba muy mal, pero Louis no podía quejarse, no mientras viviera con ellos.

Al bajar y entrar a la cocina, encontró a Leea cocinando algo que olía (sorprendentemente) bien, no lo culpen por sorprenderse, él estaba acostumbrado a comer la deliciosa comida que siempre preparaba su madre y Leea no era la mejor cocinera que digamos (era la peor).

—Buen día—saludó en un tono bajo, como era usualmente su voz.

No le sorprendió que la omega lo ignorará.

Pero sin embargo lo hizo, lo miró y le dio un pequeño asentimiento, por el cual Louis se sintió un poco feliz. Al parecer la señora Leea estaba de un mejor humor hoy.

—Buen día, Louis—dijo Mark sin quitar la vista de su periódico.

Mark era un poco más amable que las omegas casi siempre, y estaba agradecido de que al menos alguien en esa casa lo tratara como a una persona.

Se sentó al lado de Mark en la mesa y espero a que la señora Leea le ordenará que sirviera el desayuno; se sorprendí al ver como esta llegaba con un plato de comida para ambos hombres y los dejaba frente a ellos para después traer uno pare ella y sentarse frente a él, con Mark a la cabeza de la mesa, como en cada desayuno.

—Tengo buenas noticias—anunció la omega observando a ambos presentes—El señor Harry vendrá a cenar con nosotros de nuevo, esta noche, Nilsa me lo dijo ayer, quería que fuera sorpresa pero no pude con la emoción, a mi hija la está cortejando un gran alfa, tan guapo, con dinero, y su apellido es muy reconocido.

—Eso es excelente, cariño—dijo Mark mientras comía.

—Nilsa se casará con un gran hombre—expresó con emoción, pero su rostro cambió cunado se dirigió al omega frente a ella—No quiero que arruines esta vez la cena, guardarás bien a tu pulgoso en tu habitación, y...Nilsa quiere que nos acompañes a cenar, piensa que Harry tiene que conocerte también, pero quiero que te quede bien claro, mocoso, que si vuelves a arruinar la cena, te mandare a un internado en Estados Unidos, te quedaras callado, no hablarás a menos que te lo pidamos, te vistes decente, te comportas y tomas tus supresores, ¿entendido?

—Si, señora—dijo intimidado, pero sonreía internamente, por primera vez no cenaria en su habitación, pero lo mejor, es que vería a ese guapo alfa de antier.

No podía esperar.

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