21.COMPLICES DE LA NOCHE

4 0 0
                                    

Rhea

En cuanto llegamos al establecimiento, me doy cuenta de que la mayoría de las cosas que preparamos están dónde deben de estar. La mesa con la comida está a rebosar, lo mismo pasa con las bebidas. La gente no para de llegar haciendo que el bar se vea incluso más pequeño, pero falta lo más importante, el cumpleañero.

— ¿Dónde cojones está? -pregunta Chesca al notar la falta de su presencia.

— Habrá tenido que salir a un compromiso.

— Pues llámale y dile que traiga su culo gordo aquí

— Estás obsesionada con los culos, ¿eh tia?

— No me escondo. -dice con una sonrisa pícara. -Llámale.

— Voy, voy.

Busco el contacto de Zion en mi agenda y lo presiono. Tarda varios tonos en contestar, pero cuando lo hace, efectivamente, me dice que había tenido que salir por algo que le pidió la comisaria. Le digo que cuando termine venga aquí para comentar todo lo que le han dicho. Obviamente no sabe que estarán más de cincuenta personas esperando en un recinto asfixiante, pero bueno. Detalles.

Veinte minutos más tarde, las puertas se abren y dan paso al protagonista de esta noche. No va muy vestido para la ocasión, lleva unos simples vaqueros con una camiseta negra, pero para que mentirnos, se ve bastante bien.

No sé si en principio se da cuenta que toda esta gente está aquí por él, creo que no. Pero en cuanto empezamos a cantarle el cumpleaños feliz se le queda una cara de tonto con la sonrisa más grande que le he visto hasta ahora. Hace un recorrido general por la sala con la mirada y en cuanto sus ojos dan conmigo se le ilumina más la cara, si eso es posible. La música ya está sonando por todo lo alto y con ella los cuerpos de la gente se mueven al ritmo de la canción. Es por esto por lo que tiene que esquivar cuerpos, brazos y bebidas en cuanto se acerca a dónde mí.

— ¿Has preparado tu todo esto? -dice manteniendo una distancia prudente. No sé si lo de anoche también significó algo para él.

— ¿Qué?

— ¿Qué si has preparado tu todo esto? -esta vez se acerca un poco más y grita para que se le escuche entre tanto gentío.

— Me han ayudado Chesca y Luka, pero sí. Fue mi idea. -ahora soy yo la que intenta gri-tarle, pero sin dar resultado porque me agarra de la cintura y me acerca a dónde él para agacharse y quedar a la altura de mi oído.

— No te estoy escuchando, ¿salimos para hablar más tranquilos? -estoy a punto de decirle que sí, pero lo pienso mejor y termino asintiendo con la cabeza.

Me agarra de la mano y salimos del bar. Desde aquí, la música aún se escucha lo suficientemente alta cómo para tener que hablar bastante cerca el uno del otro.

— Siento haber llegado tarde.

— No tienes nada que sentir. Recién habíamos acabado de preparar todo en cuanto llegaste. Bueno, dime, ¿la policía ha encontrado algo?

— Ah sí, claro mhmm. -balbucea bastante rápido. -Han mirado en tu teléfono por si se po-día rastrear el numero desde el cual te mandaban los mensajes, pero no han conseguido nada. También han revisado el video, por si veían algo y tampoco han conseguido nada. Que más Me han dicho que quieren hablar contigo para que testifiques y que llamarán para hablar contigo.

— Vamos que no tienen nada.

— Resumiendo.

— Perfecto. Todo perfecto. -empiezo a alejarme. Más que nada porque necesito moverme, pero me agarra del brazo haciéndome girar para quedar mirando directamente a su pe-cho. Posa su mano en mi barbilla para que lo mire a los ojos.

— No te fustigues, anda. Ya encontrarán algo. -intenta tranquilizarme.

— Debería de haber ido yo, no tú.

— Necesitabas descansar, ya volveremos a ir los dos juntos, no te preocupes. -dice a la vez que baja la mano. - ¿Te apetece bailar? La última vez que lo hicimos no salió bastante mal. Vamos, que es mi cumpleaños. Haz feliz a este pobre viejo. -exagera al ver mi cara de pocos ánimos.

— Venga, vale. Pero solo una canción, que no estoy con muchos ánimos de bailar

— Solo una, te lo prometo. -esa sonrisa que tanto me gusta vuelve a salir. ¿Cómo voy a negarme?

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

Una hora más tarde seguimos entre el gentío moviendo nuestros cuerpos al ritmo de la música. Esta ha variado desde que hemos llegado. Poniendo desde bachatas, a canciones más lentas o reggaetón. Echaba de menos la sensación que esto me provoca, tanta cosa ha hecho que no pudiera disfrutar del intercambio cómo se debe. Espero que a partir de ahora las cosas cambien.

Me centro en la persona que ahora se encuentra delante mio. Pienso en cómo nos conocimos, él con su actitud de mierda y yo sin ropa. ¿Quién hubiera dicho que después de todo me sentiría atraída por él? Bueno, atraída no sé si es la palabra, digamos que me crea curiosidad. Él. Con la sonrisita que tiene desde que empezó la noche, lo preocupado que se pone cuando me ve mal o el guiño que me hace cada vez que nuestros cuerpos rozan cómo si fuéramos cómplices y solo nosotros sabemos lo que pasa.

Me hace dar media vuelta haciendo que quede de espaldas a él mientras me agarra de la cintura y es aquí cuando me doy cuenta de que no era su mirada la única que notaba. Hacía rato que sentía que me observaban, pero al tenerlo mirándome directamente a los ojos creí que él era el único, pero no. Luka está mirando en esta dirección y claramente no se ve muy contento por lo que está pasando delante de sus ojos, que en sí no está pasando nada, pero la cara de pocos amigos que tiene hace entender que sí.

— Luka nos está mirando. Deberíamos de parar.

— Que mire, no estamos haciendo nada malo. -entrecierra los ojos a la dirección en la que estoy mirando.

— Tienes razón, pero quiero hablar con él. Últimamente está raro conmigo, casi que ni me saluda, y quiero saber qué le está pasando. Enseguida vuelvo.

— Bueno, vale. -me dedica una sonrisa que me llega a todo el cuerpo. -Si hace algo me di-ces, estaré por aquí.

— Bien, gracias. – le dedico otra sonrisa. -Bueno, voy.

Empiezo a esquivar vasos y demás, pero no es suficiente, asi que me veo obligada a usar otra táctica, dar codazos hasta llegar a dónde me dirijo. Le he perdido de vista entre tanta gente, aun así, consigo llegar a dónde lo había visto para encontrarme con que ya no está. Perfecto. Giro sobre mis talones para ver a mi alrededor, no puede haberse marchado muy lejos. Diviso a un chaval que me está dando la espalda al ir en dirección al balcón. Al verlo desde lejos, a oscuras y con todas las luces de fiesta, no puedo estar segura de que sea Luka, pero no se pierde nada por ir tras él. Y si no lo es, que me encuentre él, no voy a andar toda la noche detrás suyo cómo un perro.

Me acerco a la puerta del balcón y para mi sorpresa está vacío. Que bien. Aprovecho este momento de soledad para apreciar la noche que tenemos encima. Estamos a finales de marzo, pero eso no es excusa para tener una noche despejada cómo la que tenemos. Estoy a punto de volver a la pista para seguir bailando con el imbécil, cuando la figura de una persona aparece en la entrada de dónde estoy.

— Rhea, por fin te encuentro, quería hablar contigo. -menos mal, ya me había dado un mini ataque al corazón.

_____________________________

Aquí os dejo otro capítulo🥰

¿Que os ha parecido?

No olvidéis comentar y votar la historia. 🫶

Un beso amore ;3

Intercambiando secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora