Capítulo 2

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« S o f i a »

Una mañana más desayunando sola, para mi ya no se me hacia extraño toda mi vida me la he pasado sola.

Ni el día de mi cumpleaños están.

La soledad puede ser buena y mala ya que me ayuda a pensar muy bien las cosas pero a veces estar todo el tiempo a solas te genera depresión y es algo muy triste.

Hoy era domingo y nadie de mis amigos estaba disponible para salir a algún café ya que este día se acostumbra a pasarlo en familia.

Tenía una gran pasión con la fotografía era y sigue siendo uno de mis pasatiempos favoritos, pero hace poco descubrí mi pasión por la música.

El aburrimiento se apoderaba de mi haci que decidí ir a alguna playa cerca de aquí a tomar fotos.

Tome lo necesario como eran las pilas y tarjetas de memorias para almacenar las fotos, tome las llaves del auto y me dirijo hacia mi destino pero antes paso por un café.

Tengo una gran obsesión con el café.

Me estacione justo enfrente de unas de mis cafeterías favoritas "La casa del café" de hecho venía casi todas las tardes ya sea sola o acompañada.
Me adentre al local y el olor a café llego a mis fosas nasales, amo el café aunque paresco una señora diciendo que para empezar un buen día siempre se empieza por una buena taza de café.

- Qué va a pedir mami.

Me dijo un man que aproximadamente tendrá unos 24 años, qué atrevido de parte de el al llamarme haci.

- Te pido que no me llames así.

Le sugiero a él pero solamente rodó los ojos.

- Eres como todas, nada más se hacen del rogar.

- Yo no soy como las demás, pero si no me hablas con el debido respeto que me merezco me veré obligada a hablar con tu jefe.

- Esta bien - saco una pequeña libreta - qué desea ordenar.

- Un café doble

- En seguida se lo traigo.

Se desapareció de mi vista y a los pocos segundos el sonido de la campanilla de la puerta hizo qué levantará la mirada y se topara con una hermosa familia, el pai traía a su pequeña niña en sus hombros mientras que la mamá venía abrazada del brazo de su esposo, ambos demasiado sonrientes.

Tengo vagos recuerdos de momentos con mi pai y mi mai, antes era demasiado apegada con mi pai ya que la mayoría del tiempo me la pasaba jugando con el, el era feliz en esos tiempos el una vez me contó que su mayor sueño era ser un gran y reconocido cantante, que no iba a descansar hasta conseguir su objetivo o eso pensaba antes, mi pai dejo la carrera de ingeniería industrial y se enfocó en su único objetivo, se la pasaba horas escribiendo en una pequeña libreta.
Asta que un día mi abuelo se entero que mi pai había dejado la universidad.
Pude presenciar como una persona obligaba a otra a renunciar a su mayor sueño.

La Apuesta - Mariana Beatriz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora