MANIAC » stray kids.

10.

La madre de HyunJin nos mira confundida y con él no sabemos qué decir o qué hacer, puesto que no deberíamos estar aquí. La veo con una copa de vino en la mano para variar, y no puedo evitar acercarme a ella con una sonrisa atrevida.

—¿Sabe, Suni? Con HyunJin estábamos, eh...

—Mamá, papá está metido en cosas raras —no puede ser, Hwang. Se nota que eres idiota.

Esto me recuerda a algo que hicimos con Felix hace muchos años.

[ . . . ]

Lix corre por toda la casa, por todas las habitaciones, molestando a todos y cómo no, me uno a él golpeando paredes, rayándolas con crayones y hasta con pintura porque en este momento papá y mamá quieren pintar toda la casa y por casualidad, Felix y yo nos aburrimos y comenzamos a dejar un desastre por todas partes.

En una de esas tantas locuras, metemos los pies a los botes de pintura y comenzamos a dejar un rastro como en las pistas de Blue, pero sin pistas. Papá se fija que vamos al cuarto de Rachel y entonces pone el grito en el cielo, sin embargo, no nos importa.

No puedo creer que cerca de los quince sigamos siendo unas bestias, pero nos metemos al cuarto de nuestra hermana mayor y revisamos todas sus cosas, hasta que encontramos algo que nos llama mucho la atención a mí y a YongBok. Es un cilindro de algún material parecido al vidrio y tiene una forma que nunca había visto antes en mi vida.

—¿Qué es eso?

—¿Y yo qué voy a saber? —dice Lix, aunque luce sonrojado y no tengo idea por qué.

—¿Y si...? —cuando voy a tomarlo, Felix lo deja caer y se rompe en dos, haciendo que ambos soltemos un gritito.

Rachel nos va a matar, Rachel nos va a matar.

Mamá y papá entran a la habitación y nos ven extrañados, hasta que ven los dos trozos de cristal en el piso, ambos nos tiran de una oreja obligándonos a hablar, preguntándonos de quién es, y por cómo lucen enojados no quiero echar al agua a Rachel, y me imagino que Felix tampoco.

—¡No puede ser, niños! ¡Vamos a tener que hablar de sexualidad!

Cuando mamá dice eso quedo aún más extrañada y la miro.

—¿Qué es?

—¿Qué?

Papá y mamá nos sueltan y entonces, Rachel totalmente enojada nos odia hasta el día de hoy por haber entrado a su habitación y haber roto su dildo. A los trece años aún jugaba con muñecas, Lix jugaba en el pc y Olivia jugaba conmigo, ¿qué íbamos a saber lo que era? Aunque sí me enteré tiempo después que Lixie sabía lo que era.

Maldito cobarde. Cómo tan idiota de no haberle echado la culpa a Rachel antes. No sé si estaba más enojada porque nuestros padres la descubrieron o porque le rompimos su juguete.

[ . . . ]

—¿En qué clase de cosas, cariño? —pregunta Suni totalmente confundida.

—En realidad, JiHae y yo no somos pareja, ni siquiera se llama JiHae, mamá —confiesa HyunJin haciendo que mordisquee mis labios totalmente nerviosa porque nos encuentren hablando aquí— Ella es Ema, madre, es hermana de Felix, el chico perdido de nuestra escuela.

—Y amiga de Han JiSung, también está perdido —me atrevo a hablar.

—Vaya... ¿Y están seguros que HyunMik tiene algo que ver con eso?

—¡Sí, mamá! ¡Y si no nos ayudas, no creo que a él le importe que somos su familia!

Técnicamente no lo son, pienso seguido de un suspiro.

—¡Nos meteremos en problemas hablando aquí! —exclamo lo más despacio posible— Si no nos va a ayudar, por lo menos déjenos salir de acá, ¡no queremos hacer enfadar al señor Hwang!

HyunJin y yo miramos una sombra aproximándose a la sala y de repente escuchamos la voz de Suni.

—Niños... —lo último que veo es una especie de lámpara y caigo rendida al suelo.

¡Sabía que no podía confiar en nadie! ¿Y si HyunJin también sabía que iban a golpearme con una lámpara? ¿Y si es todo un plan de los Hwang? En mi cabeza lo único que logro percibir es a un Felix asustado y un Han tratando de ayudarlo, están en una especie de misión, pero vestidos de militares, ¿será porque HyunMik está obsesionado con el servicio militar? ¿Es una especie de pesadilla?

Comienzo a parpadear, notando que estoy amarrada en el maletero de un coche, mierda. ¿Será este mi fin? ¿Y si Felix tuvo este destino también por meterse con los Hwang? Ahora veo como opción que esté muerto, porque de seguro yo lo estaré en unos minutos.

El vehículo se detiene y entro en pánico, cada vez queda menos para mi muerte. Escucho voces fuera, pero es imposible descifrar de quién demonios son. Cuando abren el maletero, mis ojos se llenan de lágrimas. HyunJin es al primero que veo con un arma apuntándome a la cabeza, luego están Suni y HyunMik, este último me toma en brazos y rendida dejo que me tire al suelo cerca de una especie de río. Esta vez intento soltarme, pero estar atada de manos y pies es complicado, nunca pensé estar en una especie de película de suspenso o misterio.

—¡Pensé que estabas de mi lado, hijo de puta! —le grito a HyunJin, quien corre la mirada a un lado.

—Cállate, me tienes harto —dice HyunMik— ¿Crees que soy idiota? Desde el inicio supe que eras Ema, la hermana de Felix. Digamos que mi hijo es algo egocéntrico, y cree que sabe cómo evadir a su padre, pero soy mucho más astuto de lo que ustedes creyeron, sólo que él tiene una segunda oportunidad.

—Lo siento, querida, me agradabas —dice Suni— Pero la familia siempre será la familia.

—¡HyunJin, no los escuches! —trato de convencer al rubio— ¡Tu familia jamás te obligaría a matar a alguien para mantener sus estúpidos secretos!

—¡Cállate, cállate! —HyunMik pone una mano en el hombro de HyunJin— Piensa en que si haces esto, podemos ser una familia de verdad, serías mi hijo de verdad.

Los ojos de HyunJin brillan al escuchar esa frase, y es cuando me doy cuenta que estoy completamente perdida.

—Por favor... No lo hagas por mí, hazlo por Felix.

Esas son mis últimas palabras antes de cerrar los ojos esperando el disparo, pero aunque estaba casi segura que hoy sería mi muerte, siento cómo alguien comienza a desatar los nudos que me mantienen presa.

—HyunJin... —digo al abrir los ojos y notar cómo apunta a sus padres mientras desata mis manos primero.

—Cierra la boca y quédate quieta —sisea continuando con mis pies, haciéndome romper en llanto. 

HyunJin ayuda a levantarme aún apuntando a sus papás, y me abraza como protegiéndome de cualquier cosa. Entonces comenzamos a caminar a través de los árboles, hasta que llegamos a un punto donde empezamos a correr y lo único que hago es seguir al contrario, pues es el que tiene el revólver, y es quien puede cuidarme ahora.