Epílogo

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"¿Vais al parque esta tarde, entonces?"

"Sí, necesito que se cansen para que mañana no me den mucho problema al despertarlos. Les queda poco para las vacaciones, pero los mellizos siguen odiando la guardería"

Niall ríe brevemente ante el comentario y ya puede imaginarlo detrás de la pantalla asintiendo de acuerdo.

"Mi bebé está igual. Dan no quiere ni oír hablar sobre separarse de su padre por las mañanas, pero Zayn siempre consigue convencerle. Es un alfa de papá"

Con una sonrisa, Louis termina de trocear el plátano y lo pone en el bol de frutas, todo ello pensando en cómo su pequeño Leo es exactamente igual que su mejor amigo. 

Nadie se sorprendió cuando el mayor de los mellizos resultó ser alfa, con el olor a lluvia heredado de su padre; pero, en lugar de chocolate y leña, lo que deja a su paso es un aroma a café bastante suave que se potenciará a medida que crezca.

Su bebé huele a cielo para él. 

El olor es lo único que ha heredado de su padre, salvo sus labios llenos y su carácter.

Oh, su carácter. 

Louis siempre se pregunta cómo es posible que un niño de tres años y medio pueda fruncir el ceño tantas veces al día y tenga una mirada aun más amenazante que la de cualquier alfa adolescente. Sus ojos azules y penetrantes se clavan en el alma de cualquier desconocido que se acerque de más a su familia. 

Sin embargo, en casa es tan solo un niño protector y feliz, siempre en busca de lo mejor para sus hermanos y su madre.

Definitivamente, Harry está tremendamente orgulloso de todo eso.

"Es cómo yo, omega. No puedo enfadarme por algo que yo también hubiese hecho" 

Otra sonrisa se planta en su rostro al recordar lo que su alfa le dijo aquella vez que el cajero del supermercado le sonrío demasiado y su bebé comenzó a gruñirle de mala manera. Llegó a casa en busca de que su padre lo hiciera entrar en razón, pero acabó durmiendo la siesta con dos alfas protectores envolviéndolo en sus olores.

Ya se había acostumbrado y, en el fondo, le encantaba.

"El mío también, Ni, no te preocupes" Compartiendo una risa, Louis empieza a oír un bullicio en el salón y recuerda que tiene que terminar rápido su tarea "Esta tarde estaremos allí todos. Estoy deseando veros"

"Yo también, Lou. Te quiero"

"Te quiero más" 

Con sonidos de besos, ambos se despiden y cuelgan la llamada. Louis termina de pelar y trocear el melocotón justo cuando siente unos pasos acercarse hacia la cocina. Su corazón se hincha y su omega se entristece al ver cómo ya no tambalean cómo hace unos años.

"Mamá, Leo y Em tienen hambre"

Cómo todos los días a las tres de la tarde, sus hijos saben que es hora de merendar y es su hijo mayor quién se lo hace saber. También es él quién le avisa si estos se pelean, si se han hecho daño o si hay cualquier problema.

Porque Ethan ama ser hermano mayor y Louis sabe que ha criado al mejor ser humano del mundo.

Su rizado omega castaño es el niño más dulce que jamás ha conocido. 

No lo dice únicamente porque sea su hijo, sino porque todos los que tratan con él se lo recuerdan cada vez que pueden.  Su olor a miel y leche parece un hipnotizante para quién lo inhala y su suave y bronceado rostro sonriente solo hace que ese efecto aumente.

Sin embargo, es un omega fuerte y también con carácter. No lo esperaba de otra manera siendo su padre quién es.

Ser omega en la sociedad no es nada fácil, pese a ser los seres más bondadosos y adorados. Harry se encargó, desde el minuto uno en el que se presentó como omega, de protegerle con uñas y dientes, pero ambos le recalcaron la importancia de saber plantarle cara a todo el que le hiciera de menos.

Stop your crying, baby || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora