No paraba de pensar en aquellos ojos tan hermosos, todo el día rondaron en mi cabeza y me sentí tonta porque me comporté como una chiquilla. Ni mi nombre le dije.
—AnaPau, ¿qué piensa? —preguntó Martín mientras pasaba el trapeador por donde el refresco estaba regado, una pequeña lo había tirado en una rabieta. Niños.
—Eh, nada. —tartamudeé.
—Tiene la mirada perdida, ¿está drogada? —arqueó una de sus cejas, me provocó una sonrisa.
—No lo diga tan alto. —bromeé, soltó una risa. Marto era mi compañero de trabajo desde hacia un año, –yo llevo trabajando dos años– pero no lo consideraba mi amigo, bien podíamos mantener una conversación relajada acerca de temas triviales pero no sobre mi vida o sobre la de él. En si, era un conocido.
—Va, pero tendrá que compartir un poco... —sonrió. Seguido se alejó con las cosas de limpieza en dirección a la bodega. Por la puerta entró la chica que se quedaba en mi taquilla en el horario de noche, así que salí de la taquilla y caminé a la sala de empleados, ella enseguida marcó que había llegado antes de entrar en la taquilla.
—¡Crawling back to you! —escuché a Martín cantar ingresando a la sala de empleados. —¡Baby i'm to busy being yours! —exclamó cantando, reí.
—Lo bueno es que lo importante es el sentimiento... —me burlé, recibí un trapo amarillo sobre mi cabeza, lo quité con rapidez.
—¿Qué le pasa? ¡Si canto hermoso! —me miró ofendido pero una sonrisa pintaba sus labios.
—Yo no he dicho que cante feo, se ha puesto el saco solito. —hablé en una risa. Hizo un puchero con los labios entrecerrando los ojos.
—Bien jugado, bonami. —fruncí las cejas aún sonriendo. Se quitó la camisa del trabajo quedando con una camisa azul. Imite su acto quedando en una blusa rosa pálido. Me coloqué una sudadera gris y me dirigí a la puerta.
—Te veo mañana, Marto. —asintió agitando la mano.
Salí del cinema y caminé hacia mi casa, normalmente tardaba alrededor de media hora en llegar a pie, nunca me molesté en pensar en comprar un auto, me gustaba caminar y disfrutar un poco de mi entorno, las personas entrando y saliendo de locales, los coches pasando por las calles, el cielo despejado mientras el sol estaba en el horizonte, y el aire fresco en mis pulmones. Además nunca salía, más que al trabajo.
Cuando pasé por el parque inconscientemente estaba buscando al chico pelinegro.
«¿Por qué quiero verlo?»
Sabía la respuesta pero me daba vergüenza admitirlo. No, no me gusta él, me gusta su atractivo. Vergonzoso. Negué con mi cabeza aún caminando.
«¿Cuál era su nombre?»
Empezaba con I. Mis cejas empezaron a fruncirse intentando recordar.
—¡Isaza! —exclamé cuando por fin lo recordé.
—¿Sí? —di un salto por el susto, y miré sobre mi hombro al chico de lindos ojos y cabellos negros con una sonrisa.
![](https://img.wattpad.com/cover/347166141-288-k803374.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Estrellas Rotas || Juan Pablo Isaza
FanfictionHasta que todo se haya dicho, hasta que todo se haya hecho, hasta que tu respiración se detenga, esto no se ha acabado... Cariño, solo aguanta. Esta historia es una adaptación, todos los créditos son para Elena Salazar.