Cuando me desperté el sol empezaba a salir y sus rayos se colaban por los angostos callejones de la ciudad. Sentía frío y no tuve mas remedio que buscar dentro de la basura si había algun tipo de tela o camiseta para ponerme. Encontré una vieja bufanda deshilachada pero me serviría. La enrollé alrededor de mi busto y la até. Después me dirigí hacia lo que parecía ser una de las calles principales y me encontré con que había un mercado. Los vendedores empezaban a montar sus puestos; colocaban frutas y verduras, ponían tela a modo de techo para que hubiese un poco de sombra. A lo lejos, al final de la calle, vi que se alzaba la torre que ayer buscaba así que caminé en esa dirección. Al cabo de un rato llegué por fin y pude observar bien todos los detalles que tenía la torre. Me senté al lado de una tienda y descansé unos minutos.
Entonces me levanté y busqué una tienda de ropa para cambiarme. Quería quitarme esa bufanda de la basura así que me compré una camiseta, unos pantalones cortos y unas zapatillas y me cambié en el lavabo de un bar que había en la plaza principal. Allí pude oír que ya se había esparcido el rumor de que alguien había masacrado a unos hombres por la noche. Cuando terminé fui a comprar comida, no había cenado, así que mi estomago estaba rugiendo por comida. Entre en un restaurante y volví a tener la sensación de que alguien me observaba. Miré disimuladamente a mi alrededor y logré ver que había un hombre encapuchado, al que solo podía verle los ojos, observándome directamente, sin cortarse un pelo.
Desvié la mirada y me terminé la comida. Entonces me fui y vi como el encapuchado también se levantaba. Vale, no era una coincidencia. Seguí mirando escaparates y me desvié rápidamente a un callejón. Me escondí detrás de unas cajas y esperé al encapuchado, tendiéndole una "trampa" para saber quien era y qué diablos quería. En unos segundos apareció, pasó de largo de donde yo estaba y agarré mi katana por la empuñadura. Entonces salté sobre su espalda haciendo que cayera al suelo boca abajo, conmigo encima. Le puse la katana al cuello.
- Quién eres y qué coño quieres de mi - dije bajito justo para que él lo oyera.
No dijo nada.
- Habla ya - le exigí - o te corto la garganta aquí mismo.
- Vaya, se confirman mis sospechas. Eres tan violenta como cuentan los vecinos - dijo con una sonrisa burlona en la boca.
- Qué diablos dices? Contesta mi pregunta! - dije "gritando" en susurros.
- Oh vamos, baja la voz. No querrás que alguien oiga como asesinas a otro hombre - dijo mirándome fijamente.
- Qué dices... Yo no se nada de eso - dije sorprendida. ¿Como sabía que había sido yo?
-Llevo siguiéndote desde un poco después de que llegaras a la ciudad. Sé de sobras que has sido tu quien ha matado a esos hombres - dijo.
- No eran hombres. Eran desgraciados que merecían lo que les hice - dije finalmente admitiendo que había sido yo - Y ahora quiero saber quien eres.
Le di la vuelta quedando sentada en su pecho, controlando sus movimientos. Le quité la capucha de una vez por todas.
- Qué coño.... Porqué me sigues? - dije muy sorprendida.
Era el peliverde de los piratas que habían desembarcado en mi pueblo!
- Quería saber tu propósito al llegar a la torre. Ayer parecías muy interesada en como llegar - dijo él.
- Eso a ti no te importa para nada - me levanté de encima suyo con cuidado -. Deja de seguirme.
- No se si quiero. Tal vez nos veamos en otra ocasión - dijo.
- Desaparece de mi vida. No me gustan los piratas - dije mientras me iba, dejándole solo en ese callejón, mirándome fijamente con sus ojos oscuros.
Me dirigí a la torre directamente para irme cuanto antes de este pueblo. No me dejaron entrar por las buenas, así que me colé por una ventada y subí hasta arriba del todo. Eché un vistazo a los alrededores. Podía ver el puerto, mi barco y el horizonte en la lejanía del mar. Me di la vuelta y solamente veía bosque y más bosque. Me fijé que a la derecha de la isla, mirando hacia el mar, había otra isla más grande. Tal vez allí encontraría una buena casa y un trabajo estable como pescadora. Mis sueños no eran difíciles de alcanzar, como podéis ver.
Bajé de la torre silenciosamente y me dirigí al puerto para partir hacia la isla más grande. De camino compré una caja de manzanas, un poco de carne y algunas verduras. Me gustaba la carne, pero era cara y no podía permitírmela, así que era casi vegetariana. Iba caminando tranquila cuando oí que alguien gritaba, estaba ya cerca del puerto, así que corrí hacia allí y vi que algo se quemaba y había mucha gente alrededor.
Era mi barco. Estaban quemando mi barco.
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Piratas (One Piece)
Fanfiction___, una chica abandonada por su padre y huérfana de madre vive sola en un pequeño pueblo de una isla. La vida dura que ha llevado desde pequeña la ha hecho fuerte y autosuficiente pero tambien desconfiada y fría ante los sentimientos que ella pueda...