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Unos minutos más tarde Rory salió de las duchas junto a Bella, Ángela y Jessica, hablando de temas banales, descubrió Jessica era adicta a los chismes y había tratado de sacarle todo tipo de información por suerte, Rory había aprendido a lidiar con ese tipo de personas.

—¿Entonces, Rory, qué tratamientos usas para el cabello? —preguntó Jessica, tocándole.

—Bueno, no exactamente son tratamientos—le contestó Rory. Y comenzó a explicarles su rutina de cuidado (sin mencionar los viales mágicos, claro).

—Es muy lindo. Creo que lo intentaré—dijo Ángela.

—Yo igual, supongo que Bella también porqué lo necesita de inmediato, ¿verdad, chicas?— preguntó Jessica con la voz impregnada de maldad.

Antes de que Rory o cualquier pudiera decir algo, una aguda voz, desde el estremo del pasillo, resonó:

—¡Oigan espérenme!

Rory reconoció esa voz al instante. ¿Pero podía ser real? ¿Ella realmente estaba en ese pequeño pueblo?

Dio media vuelta provocando qué Bella chocara con su espalda y, por consecuencia, Angela también.

—El profesor de- ¿Rory? ¡Rory eres tú!—exclamó la chica. Rory apenas reaccionó cuando ya estaba siendo rodeada por unos brazos cortos.

—¿Zoé?

Ninguna de las dos podía creerlo. Zoella Stanley había abandonado Londres sin dejar rastro. Rory incluso la creyó muerta hasta que Remus Lupin le contó lo que había pasado con ellos.

   El padre de Zoé es muggle (por lo tanto toda su familia paterna también lo es), mientras que su madre es hija de muggles. Los puristas a la sangre consideraban a los hijos de éstos matrimonios de igual manera «hijo de muggles» por lo que Zoé y sus padres se vieron obligados a huír, antes de iniciar su sexto año, por el regreso de Voldemort y temor a las repercusiones al liarse con la Órden del fénix. 

—¿Qué haces aquí?—preguntó ella separándose del abrazo—¡Por Merlín, de verdad eres tú! —exclamó, y la envolvió nuevamente en un abrazo.

—Eres tú...—repitió Rory, atónita.

—¿De dónde se conocen? —intervino Jessica, incapaz de ser no saber un chisme.

Zoé le sonrió mostrando sus bonita sonrisa amable.
—¡Oh! fuimos compañeras en el internado, Jesshi.

—¿Jesshi? —preguntó Rory al escuchar ese apodo. —¿Ella es esa Jesshi?

Zoé siempre hablaba sobre su prima Jesshi. La niña que le hacía bullying por hacer cosas tan «extrañas».

—¿Ella es tu amiga de la que tanto hablabas? —exclamó Jessica —¡Vaya, creía que eras una de sus tantas amigas imaginarias! —se burló. —En fin, espero que te haya dicho cosas buenas, Rory.

Rory le sonrió apenas. —Pues te diré...—ironizó, aunque todas parecieron tomarlo a burla porque soltaron risitas.

—¡Tú y yo tenemos mucho de que hablar señorita! —exclamó Zoé. —Pero primero debemos almorzar, ¡muero de hambre que me comería un oso!

Rory asentía y negaba a cada pregunta que Tyler Crowley hacía. Cuando notó cómo Bella, a su lado, fingía escuchar el parloteo de Jessica sobre las clases de gimnasia y Ángela se había ido por algo relacionado al periódico escolar.

—¿Entonces vivías en un internado? —repitió atónico Tyler. —Pensé que era falso cuando Zoé lo dijo—confesó con los ojos muy abiertos.

Rory asintió y Zoé sonrió divertida.

The Fallout • Emmett Cullen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora