5. Caballero Escarlata

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               5. Caballero Escarlata

Estaba enamorado, y ya no había más dudas. Cuando los padres de su mejor amigo llegaron por Harry al siguiente día, el muchacho estaba muy emocionado de salir por fin de esa casa en Privet Drive, y el panorama se veía más claro. Ya que no era solo porque ya no tendría que soportar ser la enfermera personal de Dudley, ni tampoco porque celebraría su cumpleaños a lado de los Wesley, lo que realmente le tenía tan feliz era que vería a Severus a escondidas en alguna parte de la pradera en la noche.

Su sonrisa lo delataba ante sus amigos, y en cuanto llegó a la Madriguera, Hermione se lanzó a abrazarlo como de costumbre y luego de soltarlo en un buen rato, pudo visualizar a Ron un poco malhumorado, sin embargo luego de unos segundos sonrió como si nada y se acercó un poco apenado a Harry.

― ¿Cómo has estado compañero?― preguntó mientras chocaba un puño en su brazo a modo de saludo

―Excelente Ron, y más ahora que estoy con ustedes

―Eso no es cierto Harry― pronunció la castaña escéptica ―tú ya estabas bastante feliz desde la última carta que me respondiste. Cuéntanos, ¿qué pasó durante el verano con tus tíos?

Su amiga sonrió aún más cuando vio las mejillas de Harry colorearse de rojo.

―Entonces, ¿es cierto amigo?― interrogó pálido el pelirrojo ― ¿Estás enamorado de alguien?

― ¿No es obvio Ron?, nuestro amigo ahora sí que no puede ocultar su enamoramiento― comentó muy emocionada ―tienes que contarnos Harry, ¡¡por favor!!

― ¿No es Ginny verdad? — interrogó el ojiazul

― ¡Habla ya Harry!, o no— recapacitó la chica —mejor no, vamos al jardín para discutirlo en privado

Acto seguido, la castaña agarró con cada una de sus manos a sus amigos y los arrastró sin permitirles poner resistencia hasta afuera de la casa, los condujo hacia los prados abiertos y los acomodó a los tres bajo la sombra de un árbol.

―Listo, ahora sí, cuéntanoslo todo

El joven no sabía que hacer ahora, no creyó ser tan obvio, le apenaba no poder contarles a sus mejores amigos lo enamorado que estaba de Severus, que desde aquel beso que le dio su profesor, el cual tampoco les contó, no podía parar de pensar y soñar con él. Pero tampoco podía arriesgar a Snape, su vida estaba en juego con Voldemort, no podía traicionar su confianza y que por un desliz de su lengua su coartada de espía quedara al descubierto.

―No sé qué quieres que les cuente― agachó la cabeza mientras desviaba la mirada

―Vamos Harry, no seas malo, prometemos no contar nada ¿verdad Ron?

El ojiazul solo asintió con la cabeza, pero en el fondo deseaba que su amigo no les platicara nada, era doloroso pensar que Harry estaba enamorado de otra persona que no fuera él.

―Enserio Hermione, no hay nada que contar― insistió el muchacho

Después de estar un rato en silencio, la chica no se dio por vencida y analizó la renuencia del ojiverde por hablar sobre el tema, pero sobre todo un pequeño temor reflejado en sus ojos y se le vino una idea a la cabeza.

― ¿Es una relación prohibida cierto?

Los enormes ojos que pusieron ambos hombres fueron muy evidentes para su amiga, los esmeraldas estaban atemorizados y los azules estaban sorprendidos.

― ¡NO!, eso no puede ser posible, dile que no es así Harry― exclamó molesto Ron

― No Hermione, estas equivocada, es totalmente un error lo que propones― declaró Harry muy confundido por la reacción del pelirrojo

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