Destino

7. Cuentos de noche

               7. Cuentos de noche

― ¡Hermione! ―gritaron desde la planta baja ―la cena esta lista, linda

― ¡Gracias!, enseguida bajo— respondió de regreso

Últimamente estaba muy melancólica, pero tenía que superarlo y dejar de pensar en tragedias que aún no ocurrían, después de todo tenía un motivo mucho más grande de felicidad. Sonriendo feliz por el recuerdo, se levantó de su cama y encaminó escaleras abajo para disfrutar las delicias de Molly.

Llegando al comedor divisó a toda la familia en pleno, incluyendo a unos miembros más que eran parte de la orden, se alegró de ver a Remus y a Tonks. Pero sin duda era un gran alivio para todos que Sirius los pudiera acompañar, ya recuperado después del ataque en el Ministerio donde resultó herido.

Harry se mostraba muy feliz de tener a su padrino a su lado, aunque se notaba cierta ansiedad en su rostro, como si estuviera contando el tiempo para algún acontecimiento.

Ron por otro lado, se encontraba serio y taciturno, casi no probaba bocado y su tez estaba más pálida de lo normal, incluso podría decirse que parecía enfermo. Tomó asiento a su lado para tratar de animarlo un poco, o por lo menos saber que era lo que le pasaba.

― ¡Hola Ron! ―saludó alegre ―se ve todo muy delicioso, ¿no es así?

―Sí, supongo que sí

― ¡Vamos!, no vas a decirme que no se te antoja ese puré de calabaza que huele tan bien, o ese asado de puerco que a tu madre siempre le queda excelente

―La verdad es que no tengo mucha hambre Mione, es más, sería mejor que me fuera a acostar de una vez― y dicho esto, el ojiazul optó por levantarse de su lugar en la mesa y dirigirse a su habitación

―Ron, espera…― Hermione trató de detenerlo, pero el pelirrojo fue más rápido y la esquivó fácilmente, para alejarse lo más posible del centro de su amor no correspondido

― ¿Qué sucedió, querida?, ¿Le pasa algo malo a mi hijo? ―preguntó la matriarca de la madriguera preocupada

―No señora Wesley, es sólo que me dijo que se encontraba un poco cansado, y que si le podía subir un plato de comida― respondió la castaña ―es más, ahora mismo se lo llevo, si me disculpan

Enseguida recolectó un poco más de comida en el plato que dejó su amigo y se fue directo escaleras arriba. Cuando iba a medio camino, Harry la alcanzó del brazo y detuvo su paso.

― ¿Qué le sucede a Ron, Hermione? ― cuestionó intrigado el ojiverde

―En realidad, no tengo ni la menor idea Harry. Pero no te preocupes, yo hablo con él; tú continúa con tu padrino, que ya vi lo extrañabas mucho

― ¿Segura?, no me gustaría abandonarlo con algún problema que tenga, me sentiría pésimo si llega a creer que no me importa― externó un poco frustrado

―Segurísima, yo hablo con él, y te juro que si necesita de nuestra ayuda, te lo haré saber enseguida― afirmó sonriendo empática

Harry dudó unos instantes más en retirarse y no acompañar a su amiga a ver a su mejor amigo, pero una seña de la joven le hizo decidirse por fin y dejar que, por esta vez, ella se hiciera cargo de Ron.