Capítulo 6.

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Mamá me grita para que baje a comer. No tengo hambre en realidad. Supongo que por el medicamento; estoy muy adormilada, pero igualmente puedo mantenerme de pie.

Abro mi puerta y bajo las escaleras. Al llegar al comedor veo que todos están sentados. Solo hay un lugar en la mesa: al lado de <<Sammy>>. Qué estupidez. Mi madre y mi hermana sabían que me fastidiaba Samantha (más de lo normal que otras personas). Simplemente su mera presencia me estresa y fastidia demasiado.

Me siento finalmente después de darle una mirada de odio a mi madre y a mi hermana. La comida se ve asquerosa. Algo en mi cabeza me dice que es asqueroso y que no debería comerlo. Simplemente lo ignoró, esa siempre voz sale en los momentos más inesperados.

Mamá e Isabela están hablando de cosas de ellas, la universidad, mi hermana empezando a ser adulta; Samantha y Alejandro están platicando sobre cosas de su clase, su relación y diciéndose cosas que si sigo oyendo mis oídos empezarán a sangrar.

Mi plato está a la mitad, la mayoría de la comida he estado removiendo la comida; jugando con el tenedor y hurgando en ella. Todos van por su segundo plato, afortunadamente, no se han dado cuenta de mi falta de apetito. Me alegra eso.

Estoy pensando en el mensaje de aquel chico Manson. Tal vez deba leer la página diez, no tengo nada mejor que hacer.

"Katherine" oigo la voz de mi mamá y volteó a verla. Está viéndome fijamente igual que mi hermana.

"¿Qué?" preguntó abruptamente. Mi voz suena más fuerte de lo que quisiera.

Mi madre me reprocha con la mirada.

"¿Por qué estás tan distraída?" pregunta curiosa.

Alejandro y Samantha dejan de hablar y centran toda su atención en mí. Los odio malditos, vuelvan a besarse y decirse cosas subidas de tono.

"No sé" respondo. En realidad, no lo sé. Simplemente estoy drogada, si se puede catalogar así, con ese medicamento.

"Seguramente un chico, suegra" dice repentinamente Samantha.

Reprimo una gran carcajada. ¿Yo? ¿Un chico? Qué gran chiste. Aunque bueno, pensé vagamente en ese chico Manson. Bueno, en realidad no cuenta; pensé en su consejo, no en él.

"No estoy tan desesperada como tú, cuñada" respondo, diciendo lo último de forma despectiva y sarcástica.

Ella agacha la mirada apenada. Una sonrisa ladina se dibuja en mi sonrisa.

"No le hables así" me reprocha mi madre. "Tal vez estás enojada porque ella tiene razón y no lo quieres admitir."

No puedo calmar mi risa está vez. Rio hasta que me canso. Realmente son buenos bromeando. Por fin me canso de reír y volteó a ver a todos. Están sorprendidos.

"Quisieras" respondo con una sonrisa no usual en mí. "Estoy así porque prefiero perderme en mi mente a perder mi tiempo con ustedes"

Mi madre me ve enojada. "Katherine, deja de ser tan grosera"

"Tal vez estás enojada porque yo tengo razón y no lo quieres admitir" la imitó cambiando el <<ella>>.

Amo su cara de enfado. 

"Me tengo que ir, tengo tarea" me excusó y me levantó rápidamente para subir las escaleras.

Me importa lo que mamá esté gritando. Si deje o no el plato <<lleno>> a sus ojos o si debería ser más educada.

Simplemente subí las escaleras y entré a mi habitación. Manzana está durmiendo al lado de la caja rosa. Volteó a la izquierda, su plato está vacío. Lo agarró y voy a mi baño, lo llenó de agua y lo volví a dejar en su lugar. 

Hopeless || Abril Ramez.Where stories live. Discover now