🌙Capítulo 26: "Marcas en tu piel"🌙

188 4 25
                                    

"Ahora mismo no tengo vergüenza, estoy gritando a todo pulmón por ti. No tengo miedo de enfrentarlo, te necesito más de lo que quiero."
🌙

Los sueños son fantasías creadas por el subconsciente. Cierras los ojos y te sumerges en un mundo de espejismo, lleno de magia, de amor, de aventuras, según el tipo de deseo que anhela tu corazón. Algunos pueden ser recuerdos del pasado, otros llegan a convertirse en pesadillas atormentando la tranquilidad de quien lo porta. Nuestras preocupaciones o problemas influyen directamente en nuestro estado de ánimo y, como no, en nuestro cerebro, que para eliminar dichas tensiones o preocupaciones, se expresa a través de los sueños.

Interesante, ¿no?. A mí me parecía de lo más fascinante y a la vez surrealista.

Por dos años seguidos tuve el mismo sueño, mismo momento, mismo escenario...misma persona. Siempre me pregunté por qué lo tenía, qué significado tendría, hacia dónde me llevaría. Y ahora estaba aquí, muy despierto, abrazado al hombre que me visitaba en ellos cada noche, envuelto en el calor de su cuerpo. Su torso desnudo pegado a mi espalda, su aliento rozando mi nuca, sus manos alrededor de mi cintura con sus palmas abiertas sobre mi estómago, nuestras piernas en un enredo placentero donde no sabía dónde empezaba uno y terminaba el otro. Simplemente maravilloso. Podría ronronear de felicidad por despertar de esta manera. Quería que cada mañana de mi vida comenzara así, conmigo entre sus brazos, después de haber compartido una noche apasionada y de mutua entrega.

Oh, Lunitas bonitas del universo.

Sólo de pensar en lo que hicimos anoche hace que mis labios se alcen en una sonrisa bobalicona y mis mejillas se bañen de rubor. Si estuviera solo y no envuelto en un abrazo de oso, estaría dando patadas al aire de plena alegría. Kook había sido tan paciente, tan atento, tan perfecto. Siempre al pendiente de mí, de mi tranquilidad y confianza. Incluso encendió ese pequeño proyector con luces cósmicas para tranquilizarme, dioses, fue demasiado maravilloso y romántico. Las palabras no me alcanzarían para describir todo lo increíble que me hizo sentir.

Con cuidado me remuevo tratando de no despertarlo, quería tener su apuesto rostro frente a mí y admirarlo mientras reposaba. Jungkook se mueve susurrando frases inentendibles en sueños y lleva sus manos a mi trasero, apretando mis sensibles mejillas. Cierro fuerte los ojos al sentir ese extraño ardor en mi agujero y la sensación de molestia en todos los lugares correctos de mi cuerpo. El calor en mi rostro y cuello se intensifica cuando recuerdo cada detalle de lo que hicimos pocas horas atrás.

Jungkook se encargó de cuidarme, en algún momento de la madrugada nos limpió y cubrió con las mantas manteniéndonos desnudos, pero bien abrigados; y aunque me daba un poco de vergüenza pensar en ello ahora, en ese lapsus de tiempo mi cabeza sólo daba vueltas en torno a Kook y nada más, la pena no había hecho añicos mis nervios todavía y me mantenía flotando en mi propia nebulosa de fascinación. Aún así, él tuvo en cuenta cada cosa que necesitaba sin que yo dijera una palabra. Esas pequeñas muestras eran las que me hacían caer enamorado una y otra vez.

Sus ronquidos me hacen sonreír y acurrucarme más contra su pecho, está profundamente dormido a pesar de que los rayos de sol entran por las rajaduras de las ventanas comenzando a molestar. Sin embargo una parte de su anatomía está bien despierta y presionada entre mis muslos. Muerdo mi labio inferior removiéndome un poco, buscando alguna reacción de su parte. Nada. Sigue dormitando como un tronco incluso cuando su erección mañanera se tensa deliciosamente contra mí, burlándose de la mía con su caliente proximidad. Travieso, miro bajo las mantas, pero cuando veo tal estaca alzada rápidamente vuelvo a bajar las sábanas y trago duro.

Santa Luna.

No me juzguen, Jungkook es muy grande y grueso, intimidaba con sólo verlo, el que me haya asustado anoche cuando lo vi en su completa desnudez es totalmente justificado, más en mi primera vez. Bastó con estar de nuevo en sus brazos para armarme de coraje y seguir adelante, aunque por dentro era un manojo de nervios lleno de temblor, deseaba con todas mis fuerzas llegar hasta el final y no me arrepentía, seguro estaba de que nunca lo haría. Dolió a mares al principio, sí, pero luego Kook convirtió ese dolor en tal placer que todo lo demás quedó en segundo plano, sólo podía sentirlo a él y nada más. En cambio, viéndolo ahora en todo su esplendor, me hace estremecer de pies a cabeza. Me obliga a cuestionar cómo fue posible que estuviera dentro de mí, con él siendo tan robusto y yo tan pequeño. Tal vez es un  tramposo juego mi mente, pero no puedo evitar tener ese tipo de pensamientos. Estoy impresionado e intrigado a la vez.

✨Somos Constelaciones-Kookmin✨ OMEGAVERSE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora