✨Somos Constelaciones-Kookmin✨ OMEGAVERSE

🌙Capítulo 02: "Te encontré"🌙

"Si estás allá afuera, juro ser bueno contigo. Pero ya estoy cansado de buscar a mi futuro alguien "
🌙

Termino de leer la última página del libro sobre mi regazo y tomo un sorbo de mi café con leche. Con muchos sentimientos encontrados me levanto del sofá y coloco en la estantería lo que fue una buena historia que de seguro nunca olvidaré.

Otra historia de romance que anhelo, otra historia que me hace desear mi propio cuento de amor. Soy un caso perdido que aún sueña con que un príncipe azul lo rescate de su patética vida. Bufo y me burlo de mí mismo...que tonto puedo llegar a ser, yo nunca obtendré mi propio cuento de hadas y príncipe azul, mucho menos un final feliz.

Suspirando y dejando de lado esos destructivos pensamientos, arrastro los pies hacia la cocina.

Una semana había pasado desde que me mudé a la gran ciudad. Una semana en la que me dediqué a leer los libros del librero de mi casita y a buscar trabajo que, para mi mala suerte, no había encontrado todavía.

Había ido a una que otra entrevista, pero todas terminaban sin contratarme, disculpándose con las mismas tontas excusas; que si ya habían conseguido a alguien más, que según ellos no tenía mucha experiencia o que el trabajo era muy pesado para un omega. ¡Já! Imbéciles por creer que porque soy omega no puedo ser capaz de trabajar en lo que sea.

¡Soy muy fuerte! Que parezca delicado y me guste siempre estar arreglado no significa que sea un debilucho. Soy una persona muy perseverante y capaz.

Dejo la taza de café en el lava vajilla y procedo a lavarla, una vez está enjuagada la seco con un trapo y la vuelvo a colocar en uno de los estantes. Suspiro, y como no tengo más nada que hacer me pongo a regar mis plantas y poner algunas a que tomen un poco de sol.

Kim Yerie pasaba todos los días para saludar y chequear si necesitaba algo, era una señora muy amable y cariñosa, comenzaba a tener una buena relación con ella. Por otro lado no salí mucho de mi hogar, solamente para hacer la compra e ir a las entrevistas de trabajo. Sin embargo, ha pasado algo que sí me tenía descolocado por completo, y era que hacía unos días había dejado de soñar con aquel hombre de ojos brillantes y aroma agradable. Eso me tenía bastante frustrado e irritable, soñar con él era lo único bonito que me quedaba y ahora ha desaparecido. Como si nunca hubiera tenido esos sueños tan vívidos y bellos, como si nunca hubiera existido el fantasma de sus recuerdos en mi subconsciente.

Suelto un resoplido y niego con la cabeza. De todos modos ese hombre no existe realmente Park Jimin, pronto terminarás olvidándote de él; me regaño a mí mismo. Aún así, puedo sentir a mi lobito interior tan deprimido como yo, llamándolo con aullidos tristes y lastimeros.

Unos golpes en la puerta me sacan de mis cavilaciones, dejo de regar la última plantita y me apresuro a abrirla pensado que es la señora Kim con su visita diaria. Pero grande es mi sorpresa cuando me encuentro a un chico alto y de cabellos castaños, sosteniendo lo que parece un pastel de frutos rojos en las manos. Nunca lo había visto antes así que cierro un poco la puerta y me pongo en alerta.

–¡Tú debes de ser Jimin, pero si eres una cosita preciosa!–su chillido me sobresalta y el que pellizque mis sonrojadas mejillas me descoloca–. Toma, mi madre me mandó a entregarte esto–lanza el dulce a mis manos y me hace a un lado para entrar a la casa como si fuera dueño del lugar–¡Wow, pero como ha cambiado esto, me encanta! ¿Lo has hecho todo tú solo?

Frunzo el ceño, aún parado a la entrada de la puerta sin poder moverme. De repente un aroma a coco y un toque ligero de vainilla invade mi hogar. Mi lobo revolotea y mueve la cola amistosamente dentro de mi pecho.