☀️Capítulo 29: "Verdades no dichas"☀️

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Este capítulo contiene temas delicados, por favor leer bajo discreción. No dejen comentarios maliciosos ni fuera de lugar, respete la opinión de los demás lectores y personajes. Recuerde que esto es ficción, no el mundo real. Sin más que decir, gracias y disfrute de su lectura.
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"Y de repente estás pidiendo volver. ¿Podrías decirme de dónde sacaste el valor?"
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El aire entra en mis pulmones en respiraciones lentas, silenciosas. Entre la comodidad de las sábanas de mi cama y la luz del sol de la mañana entrando por la ventana, reposaba con el cuerpo de Jimin abrazado contra mi pecho. Acariciaba la piel suave de su espalda bajo la sudadera mientras miraba un punto fijo de la pared delante de mí, con mis pensamientos hundiéndome una y otra vez, reviviendo fragmentos del pasado que pensé había cerrado bajo llave en lo más profundo de mis recuerdos.

No pegué ojo en casi toda la noche. Pensando y pensando. Tratando de organizar ideas y menguar temores sin obtener resultado alguno. Y lo único que podía hacer para calmarme, era acariciar al omega que descansaba plácidamente sobre mí. Sólo ver su rostro dormido me hace sonreír. Tenía sus labios pomposos entreabiertos y su cabello oscuro y desordenado me hacía cosquillas en el cuello, pero no me molestaba, amaba tenerlo pegado a mí de esta manera. Paso delicadamente mis dedos sobre sus mejillas calientes y él ronronea en sueños, acurrucándose más y llenándome de su exquisito olor.

Mi respiración se detiene por un segundo y trago duro, embriagándome del cariño que con tanta entrega me regala. Mi pecho se hincha de tanto amor, que no puedo retener las lágrimas que mojan mis ojos, lágrimas que no dejo caer.

Jimin se había convertido en mi vida entera, en el dueño de mi corazón. Lo amaba tanto, tan jodidamente mal que mi pulso dependía de su cercanía y mi existencia de sus sonrisas. Había caído en sus encantos tan duro que ni siquiera fui capaz de evitarlo. ¿Quién lo haría, realmente, si con su maravillosa belleza y corazón de oro podía deslumbrar a quien quisiera? Yo era el vivo ejemplo de ello y lo decía con todo el orgullo del mundo, porque fui conquistado por todo lo que él era. Caí bajo su hechizo y lo convertí en mi más grande tesoro.

Era mi Jimin. Mi dulce omega. Mi alma gemela.

Él era todo lo que quería, todo lo que necesitaba...pero también lo que más temía. Porque temía perderlo. Pensarlo me hiela la sangre y mis latidos se vuelven amargos.

Y es justo ahí donde mis miedos sobresalían. Tenía una razón para no volver a enamorarme, y digo tenía porque esa razón se fue a la mismísima mierda una vez Jimin se mostró delante de mí y mi lobo despertó más vivo que nunca. Pero ahora, después de lo que pasó anoche, después de que me rogara que lo marcara cuando hacíamos el amor...no sabía si quisiera seguir engañándome a mí mismo creyendo que todo quedó en el olvido y que mi condición como alfa no está colgando de un hilo.

No medí las consecuencias, me dejé llevar y olvidé lo que era más importante atrás.

Si tan sólo yo no hubiera metido la pata en el pasado, si tan sólo yo no fuera un alfa inestable y fuera la persona que Jimin realmente necesitaba. Si tan sólo...

Suelto una risa carente de alegría.

Soy un idiota. Un tonto idiota que pensaba que aún tenía esperanzas donde no las habían. Porque la esperanza, me di cuenta de la peor manera, es algo muy peligroso para mí de tener. Por muy lamentable que eso suene, es la verdad.

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